Venezuela, en el Ojo del Huracan
15/1/14
La deuda con China duplica las Reservas Internacionales de Venezuela
La financiación de China a Venezuela a través del llamado Fondo Chino-Venezolano supera ya los 40.000 millones de dólares, confirmó hoy una fuente del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) que administra el mecanismo financiero. Una cifra que duplica las Reservas Internacionales de Venezuela que para el 14 de enero se ubicaban en más de 20 mil millones de dólares según publicó el Banco Central.
“El acceso que nos ha dado China a un financiamiento que ya supera en todos los tramos más de 40.000 millones de dólares es un acceso que supera ampliamente las otras opciones (…) que pudiera tener la derecha, ir al Fondo Monetario Internacional (FMI)”, dijo al canal estatal VTV, Gustavo Hernández, presidente del Bandes.
Hernández informó que con esta modalidad de financiación, creada en 2007 durante el Gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), se están desarrollando 226 proyectos “de infraestructura y de crecimiento”.
Con el fondo, indicó, se estarían realizando nuevos subterráneos, “vías de comunicación, proyectos de aguas abajo, de industrialización, de suministro de materia prima, metalúrgica, de cemento”, desarrollos “de un gran impacto social”.
El Fondo Chino-Venezolano fue centro de atención a mediados del año pasado tras una denuncia de corrupción por un presunto desfalco al interior del mecanismo por 84 millones de dólares que llevó al Gobierno a anunciar la detención de cinco funcionarios.
El fondo, creado en 2007, financia proyectos en Venezuela y está formado por aportes del Banco de Desarrollo Chino y el Fondo de Desarrollo Nacional venezolano (Fonden), administrados a través del Bandes.
China es una de las principales fuentes de financiamiento externo del Gobierno venezolano, así como un importante aliado de Venezuela en campos como el político, el tecnológico y el petrolero.
Venezuela: ¡ESTADO DELINCUENTE!
No sin asombro he visto como Nicolás Maduro trata de voltear en la
opinión pública la detestable tortilla de la delincuencia que campea en
Venezuela. Los asesores cubanos han reaccionado con rapidez, para hacer
creer que el aumento vertiginoso de asesinatos, asaltos, robos,
violaciones y otros hechos, son provocados por sectores irracionales
interesados en desprestigiar al gobierno.
Eso de decir que cada venezolano debe asumir su cuota parte de
responsabilidad ante hechos criminales es cuando menos imaginativo, pero
no por eso deja de ser una marrullería al estilo de los dramas de Woddy
Allen en sus divertidas películas. Maduro pareciera insinuar que lo
mejor es declararnos culpables de las más de 25 mil muertes violentas
ocurridas en Venezuela durante el último año, y que, en consecuencia,
los asesinos deberían ser considerados víctimas inocentes de una
sociedad perversa. ¡Así no más!
La estrategia oficialista es chapucera pero distrae a los incautos.
Primero, Maduro dijo que el asesinato de la actriz Mónica y su ex marido
tenía visos de “sicariato” y, luego, con insólita eficiencia el
gobierno dijo que la causa había sido robo. Y mientras un atolondrado
afirmó que la oposición suministraba armas a las bandas delictivas, el
colofón eran la reunión de Maduro con gobernadores y alcaldes y el
“retoque” del Gabinete.
Ahh, pero hay detallitos que el mandamás pasa por alto. ¿Qué y cuántas
son esas organizaciones etiquetadas con el apelativo de colectivos?
¿Quién las creó y para qué? ¿No funcionan acaso como cadenas de tráfico
de drogas? ¿Quiénes son sus integrantes? ¿Entre ellos no hay maleantes
de la calaña del convicto y confeso Valentín Santana? ¿Los colectivos
no son parte de la estructura electoral del gobierno? Las poderosas
armas que esos hampones utilizan provienen de Bielorrusia, Rusia, Corea
del Norte e Irán, y no es difícil imaginar quién y para qué las importa.
¡Nada de eso es secreto!
Con diseño y asesoría cubana, Hugo Chávez formó una poderosa estructura
paramilitar y parapolicial que con prácticas de terror, intimidación y
chantaje, le dan solidez al gobierno e impunidad al delito. Por eso,
ahora nadie duda que Venezuela es uno de los países más peligrosos del
mundo, tal como lo revela la tasa de muertes por hechos delictivos. Las
estadísticas hablan de 25 mil muertes durante el último año, pero esa
cifra no es exacta porque hay casos de dos o más fallecidos
contabilizados como si hubiese sido uno.
Otro detallito que Maduro pasa por alto es que en el desespero por
concentrar el poder, el Ejecutivo castró las atribuciones y presupuestos
de las gobernaciones y las alcaldías y, en consecuencia, su eficiencia
ha menguado. Hay funcionarios designados por el Presidente que actúan
de manera paralela a esos organismos, que se reparten (¡sin control!)
los presupuestos y generan corrupción.
En la reunión de Miraflores, Maduro habló de coordinación de la lucha
contra el hampa y hasta de una ley de pacificación con sabor a
reconocimiento de que, al caer en sus manos, el país entró en un estado
de guerra y desolación. Y es obvio que los opositores en el ejercicio
de funciones públicas están obligados a combatir con dureza el delito,
pero eso es una cosa y otra dejarse manipular por el gobierno. En ese
sentido, deberían ser enérgicos en sus protestas contra los abusos y
delitos variados de altos jerarcas. Hay, por ejemplo, bien conocidos
generales de la Guardia Nacional, involucrados en narcotráfico y
contrabando, amparados desde Miraflores.
Un elemento adicional que tampoco puede pasar desapercibido, es que para
sacarle provecho a la conmoción creada por el asesinato de Monica
Spear y su exmarido, el mandamás dejó colar la intención de aumentar el
control de los medios de comunicación, con el pretexto de que no pueden
ser utilizados para estimular y promover el delito. La oposición,
entretanto, luce mediatizada por la modorra y la incapacidad.
Capriligicus y Las ratas de la MUD
POR: RICARDO KOESLING
Fuente: Frente Patriótico
“CAPRILIGICUS” |
La rata de alcantarilla, rata gris o rata marrón (Rattus norvegicus), Es
una de las ratas más conocidas y comunes; está ligada a las actividades
humanas y gracias a ello ha colonizado todo el mundo, siendo una
verdadera plaga. Después de esta pequeña información de las ratas, es
por ello que llamo a los de la MUD, “RATAS DE ALCANTARILLA” estos
partidos y sus directivos han venido desde la Coordinadora Democrática
hasta el día de hoy manipulando a la verdadera oposición, que es “EL
PUEBLO”, de que a través de una UNIDAD que no existe, “EL PUEBLO
OPOSITOR” saldría del gobierno Chavista. Esa ha sido la premisa de estas
rattus norvegicus desde su creación.
Desgraciadamente los intereses de los miembros de la MUD fueron
cambiando en el tiempo y ahora utilizando “AL PUEBLO OPOSITOR”, no solo
han tolerado al grupo de delincuentes que tiene la dictadura instaurada
en nuestro triste país, para que sigan en el poder, esas rattus
norvegicus han reconocido legitimado y han enmudecido ante el “ROBO
ELECTORAL” desde el año 2004, han consentido que nos roben toda y cada
una de las elecciones en complicidad con el Grupo La Colina al cual
apoyan estas ratas.
La Rata mayor “CAPRILIGICUS” ha sido el peor y el mas dañino de todos
estos traidores, este pobre cobarde todavía juega al escondido, creyendo
que nadie lo va a encontrar, coño… no sabes lo que te espera Ratica,
sigue haciéndole el juego a estos dictadores.
Estas ratas de la MUD lograron colonizar a la oposición convirtiéndose
en los salvadores de la misma, pero para nosotros los radicales se han
convertido en una plaga que combatiremos con todos los venenos que
tengamos a mano para excluirlos de ese juego macabro que tienen con el
gobierno.
No les tengo respeto y mucho menos miedo, eso de que fueran a cantar el
Himno Nacional con la voz de Chávez, y a rogar con guantes blancos a los
verdugos y manilargos lo que por derecho nos corresponde, “NO TIENE
PERDON DE DIOS”, por favor les exijo,… que lo hagan en nombre propio y
no en nombre de todos los que hemos sufrido los 16 años de dictadura.
Señores “PUEBLO OPOSITOR” abran los ojos para cuando vean las cagarrutas
de ratas cerca de ustedes, busquen donde están, porque de lo contrario,
seguirán viviendo de las sobras de la basura que los dictadores les dan
por debajo de la “MESA”.
Aparecieron pintadas antisemitas en una sinagoga de Venezuela
El graffiti antisemita fue rociado en las afueras del templo la Keter
Torá en el área de San Bernardino, situada cerca de la capital Caracas.
La policía local se comprometió a investigar el incidente y dijo que no
permitirá que la violencia ataque a venezolanos, independientemente de
su religión o color.
La comunidad judía de Venezuela expresó su esperanza de que no se repita
en su país pintadas antisemitas, luego de que el pasado fin de semana
aparecieran pintadas en la sinagoga Keter Torá, ubicada a pocos
kilómetros de Caracas.
No es la primera vez que aparecen pintadas antisemitas en Venezuela. La
campaña electoral de 2012 se caracterizó por la presencia del
antisemitismo y dirigido particularmente contra el candidato opositor
Henrique Capriles Radonski, quien luego perdería con el fallecido
presidente Hugo Chávez.
Chávez y una parte de la prensa venezolano atacaron en la campaña
electoral a Capriles con la divulgación de artículos y programas
antisemitas en los medios ligados al gobierno nacional, en los que se
utilizaban sus orígenes judíos para difamarlo, agredir a la comunidad
judía local y atacar al sionismo y al Estado de Israel.
Chàvez y el gobierno venezolano promovió el antisemitismo y recurrió a
todo tipo de descalificación. Aparecieron tanto en la prensa como en las
calles mensajes y grafitis, con contenido mucho más agresivos a los
tradicionales, entre los que se leían “fuera los judíos”, “judíos
asesinos” e innumerables agresiones a integrantes de la comunidad judía
local.
La deslegitimación y demonización del Estado de Israel condujo a que se
equiparara al sionismo con el terrorismo y tenía como objetivo dañar la
imagen del pueblo judío.
En la última década, la comunidad judía de Venezuela se ha reducido a la
mitad, según el diario israelí Jerusalem Post, que señala que en el
2000 cerca de 18.000 judíos vivían en el país caribeño mientras que
desde 2010 sólo hay 9.500.
La mala situación económica, la inseguridad y el antisemitismo son las
principales causas de la emigración en masa de la Comunidad judía
venezolana, según Salomón Cohén, representante de la Confederación de
Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV).
Según Cohen, en 2009 se registraron 200 ataques contra la comunidad judía de Venezuela durante el mandato de Chávez.
El expresidente fue durante su estadía en el poder un enemigo de las
políticas del gobierno de Israel, al que acusó de Estado terrorista y
asesina y declaró públicamente su apoyo al pueblo palestino.
Chávez también culpó públicamente a Israel de haber cometido un
genocidio contra los palestinos y sostuvo que “su régimen fascista se
parece mucho a los nazis”. “Los líderes israelíes deberían ser juzgados
en un tribunal internacional”, sentenció en aquel entonces el fallecido
líder venezonalo.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que presidió Chávez fue
responsable de organizar manifestaciones públicas contra Israel y rompió
relaciones con el Estado judío tras expulsar de su país a la Delegación
diplomática israelí a principios de 2009.
El líder venezolano fomentó con sus declaraciones de odio contra Israel
la discriminación y los actos violentos de los venezolanos en contra de
sus compatriotas judíos, como el vandalismo perpetrado contra sinagogas y
comercios de propietarios judíos.
Las bandas criminales son el ejército de ocupación
Por: Jesús Antonio Petit da Costa
Las bandas criminales son los instrumentos
del terrorismo de Estado que practica Cuba en Venezuela para sostener el
gobierno títere.
En la URSS y sus países satélites la delincuencia común siempre estuvo
bajo control. No se veía, porque prácticamente no existía. En China,
Vietnam y Cuba sucede lo mismo. Más aún en Corea del Norte. En los
países comunistas se trata al delincuente común como un enemigo del
sistema. ¿Porqué en Venezuela la implantación del comunismo ha venido
acompañada de una delincuencia desbordada? Hay una explicación política
muy sencilla.
Aquí el comunismo es una consecuencia de la entrega de la soberanía a
Cuba. Es un acto de traición a la patria cometido por el difunto y sus
secuaces. El comunismo nos llega por la vía de la traición con la
sumisión voluntaria a Cuba, en la persona de su Casa Real. No fue por
una rebelión cívico-militar que, como en la URSS y Cuba, eliminó la
fuerza armada existente y la sustituyó por un ejército comunista. No fue
tampoco por una invasión militar que, como en los países satélites de
Europa Oriental, liquidó el ejército nacional sustituyéndolo por otro
subordinado al mando del invasor.
Al tratarse de una traición el comunismo no contaba de entrada con el
respaldo de la FAN ni del pueblo. Había entonces el peligro de una
rebelión cívico-militar que derrocara a los traidores, por cuanto
subsistía la misma fuerza armada que venía de la democracia y
prevalecía en los civiles los valores sembrados por la tradición
democrática de 40 años. Por ello los traidores decidieron organizar y
armar a los delincuentes, tal como lo hizo Hitler con la SS,
convirtiéndolos en defensores de la revolución. Con ellos constituyeron
los Círculos Bolivarianos, encargados de crear un clima de terror. Así
comenzó a practicarse el terrorismo de Estado.
La rebelión cívico-militar de 2002 demostró que efectivamente el
comunismo importado por la traición no tiene raíces nacionales. No
cuenta con la adhesión del pueblo. Y demostró además la ineficacia de
los Círculos Bolivarianos, a pesar del genocidio de Puente Llaguno. No
fueron estos los que regresaron el difunto a la presidencia. Fueron los
militares que le siguieron fieles, olvidando para su desgracia que un
jerarca comunista no practica la lealtad ni el agradecimiento. Allí está
la prueba más reciente: el general tío del tirano de Corea, condenado a
morir descuartizado por perros hambrientos, después de haber sido el
que ayudó al sobrino imberbe a consolidarse en el poder.
Como resultado de esta experiencia la monarquía comunista cubana, que
ejerce el poder real, convino con sus títeres en Venezuela en proceder a
la organización de bandas criminales, las cuales han sido armadas y
entrenadas por cubanos, etarras, árabes y militares traidores. Se las
llaman “colectivos”. La mejor descripción está en el libro “El
Palestino”, escrito por un periodista español que se infiltró en sus
filas. Estas bandas criminales dominan territorio dentro de las
ciudades, en los cuales ejercen la autoridad con anuencia del gobierno
títere. En estos territorios está prohibido el acceso a los demócratas.
En el campo actúan los “boliches” o guerrillas bolivarianas, formados
militarmente por las FARC. No lo inventamos. Está narrado en
publicaciones y reportajes de prensa.
Así, pues, los criminales están organizados militarmente para servir de
ejército de ocupación de Cuba en Venezuela. Cuentan hasta con una
brigada motorizada integrada por miles de delincuentes con motos. Son el
ejército cubano en territorio nacional. Tiene por misión enfrentar a la
FAN en caso de rebelión contra la ocupación cubana. La posibilidad de
esta rebelión no ha sido descartada porque no ha concluido el proceso de
adoctrinamiento y sometimiento de los militares. Aún quedan resabios
nacionalistas y democráticos. La otra misión es la de disuadir la
rebelión civil infundiendo el terror.
El aforismo: “ejército ocioso, ejército delincuente”, se cumple en este
caso. Ante el hecho de que la FAN y la MUD han aceptado el sometimiento a
Cuba y han reconocido al gobierno títere, las bandas criminales que
forman el ejército de ocupación están ociosas. En esta situación dan
rienda suelta a su estado natural de criminales. Y lo hacen porque se
saben sostén del gobierno títere, puesto que todo gobierno títere se
sostiene en el ejército de ocupación. Por ello todos los criminales se
sienten gobierno, actuando con impunidad.
En las bandas criminales, usándolas como ejército de ocupación, se
sostienen Cuba y su gobierno títere ante la pasividad de los militares.
Sólo con la liberación nacional se podrá desarmarlas y liquidarlas.
La sustitución de las élites
Teódulo López Meléndez
El país está
descompuesto. El asesinato que nos aflige sólo encuentra parangón en las
declaraciones que ocasiona. El hecho en sí y las reacciones ante él nos
muestran a un país descompuesto. El país está descompuesto y no se trata sólo
de la evidente ruptura del pacto social que una Constitución invocada por todos
los sectores no remedia porque se convirtió no más que en un librillo a mostrar
en público.
El país está
descompuesto por el relajo de todas las normas, desde la más elemental de
convivencia social hasta las esenciales de una acción que merezca el
calificativo de política, desde un interés mínimo que indique la superación del
egoísmo que nos agobia hasta una acción gubernamental de eficacia o de una
acción opositora que demuestre que tan difícil y complejo es gobernar como
hacer oposición.
El país está
descompuesto porque sus élites dirigentes, en todos los órdenes están agotadas
y no desaprovechan ocasión para demostrarlo. Podría argumentarse sobre la
mediocridad evidente de los políticos, pero ello lleva de inmediato a
considerar los dirigentes en todas las áreas de la vida nacional, desde la
Iglesia hasta los gremios o las universidades.
El país está
descompuesto por una razón que no logramos dilucidar: o se quedó sin
inteligencia o la que existe sólo la usa para refocilarse en el tedio. Sin una
respuesta de la inteligencia será imposible reconstruir a este país, pero la
inteligencia o se marchó con la joven generación que se fue o el país no le
interesa mientras conserve su pequeño feudo personal al margen posible de
intemperies.
Hay que
cambiar a las élites dirigentes, no sin olvidar al momento de decirlo que no se
puede hacer sin trauma. Al preguntarse si hay con quien sustituirlas se puede
entrar en el territorio de la duda, en un país con especial desprecio por las
ideas y con muy malas costumbres de pasividad, a no ser la del uso de las redes
sociales para la realización de inútiles terapias de grupo.
El país está
descompuesto. Es posible recomponerlo, pero para ello se requiere sobre todo
voluntad, y lo que se encuentra es una población encerrada en la pequeñez del
día a día, en el llantén y en el reclamo dirigido a todos y a todo, cuando
debería entender que debería dirigirlos a sí misma.
El país está
descompuesto. La transformación del país no pasa por retrocesos o
restauraciones. Pasa por el futuro, uno que imaginado pueda permitirnos cambiar
el presente porque el presente se cambia desde el futuro y porque existen las
realidades para ser sustituidas por otras realidades.
El país está
descompuesto. No hay dirigentes. El cuerpo social los produce desde su seno y
este está descompuesto, amén de no entender de su necesario empoderamiento de
ciudadanía y determinación y de la necesidad de horizontalizar las decisiones.
El país está
descompuesto. Hay que recomponerlo y no hablamos de esfuerzos morales. Hablamos
de una eficaz acción política.
El encuentro
en palacio no fue más que una movida de piezas sobre el tablero del ajedrez.
Uno encontró la manera de retractarse de su desconocimiento del presidente y
otro una fórmula para diluir el impacto, aunque tuviese que admitir que hay
gobiernos de otros signos y que la situación escapa a sus fracasados planes de
seguridad, entre otras razones por la exclusión de competencias y por los
esfuerzos constantes de minimizarlos.
El país
requiere una sustitución de las élites. Encontramos federaciones de
profesionales con los mismos directivos de mucho tiempo atrás o partidos
políticos donde no se realizan elecciones internas o voceros que ya nos hartan
con sus reapariciones sobre algún hecho puntual en procura de reposicionarse.
El país está anquilosado. El país está dirigido, en todos los órdenes, por lo
que podríamos denominar “la misma gente”. El gobierno mismo, a pesar de las incorporaciones
realizadas por Maduro, sigue en los puntos claves con los mismos determinando
los puntos álgidos de la economía y el petróleo como si de una herencia
irrenunciable se tratase.
El país está
descompuesto y anquilosado. Los mismos “opinadores” influyendo a la misma
catarsis colectiva, las mismas líneas editoriales, los mismos entrevistados.
Este país se ha convertido en una “mismidad”. Este país requiere un sacudón
traumático, una transición de la “mismidad” hacia el pensamiento activo con consecuencias
organizadas y caminos de futuro trazados.
Este país no
se mueve por el anquilosamiento de sus figurones públicos. Este país vive en un
charco porque sus voceros son “más de lo mismo”. El cuerpo social asiste
plácido a la “mismidad”.
SIN EDUCACIÓN NO HAY REPÚBLICA
La voz “República” define políticamente
a todo Estado que no sea monárquico, y su diferencia básica la constituye la
decisión civil de asumir el sistema basado en el DERECHO CIUDADANO para
elegir la autoridad representativa de la nación, en contraposición al DERECHO
DIVINO que identifica la monarquía.
Es importante destacar, después de su
definición, que para desarrollar una república, es decir, el paso inmediato
posterior al de asumir una nación la potestad del derecho ciudadano frente al
derecho divino, es imperativo que el Estado decrete y asuma la educación, en
todos sus niveles, como un derecho gratuito y obligatorio.
Porque la educación permite a cualquier
ciudadano “hijo de vecino” la igualdad de oportunidades para acceder al
ejercicio legal de la autoridad, frente a la herencia o al poder económico.
Esto es fundamental entenderlo, porque la educación gratuita y obligatoria,
incluido su nivel universitario, es la única posibilidad que tiene la República
de generar movilidad social, económica y política para su sustento.
Sin educación gratuita y obligatoria,
financiada por el Estado, se reduce la posibilidad del ejercicio de la
autoridad por el pueblo, con lo que la igualdad desaparece y se crean clases
dominantes basadas en premisas ajenas a la concepción republicana.
Así que su gratuidad es un fin
supremo para la existencia de la República. En Venezuela fue el 27 de junio de
1870 cuando, bajo el gobierno de Guzmán Blanco, se promulgó la Ley que
establecía este derecho fundamental para la nación erigida en republicana el 5
de julio de 1811.
Este decreto, quizás la obra
máxima de Guzmán Blanco, que fue dictado apenas dos meses después de llegar al
poder, antecedió a su equivalente francés por más de 10 años, pues la educación
primaria en Francia se hizo gratuita en 1881, y obligatoria y laica en 1882,
durante la III República.
República y democracia son sinónimos
La democracia tiene poco de consolidada
en la mayoría de los países del mundo, y en América Latina es todavía primitiva,
por ello, aún en los políticos más cultos, se ha confundido democracia con
“gobierno en democracia”, y la ineptitud, corrupción, barraganía, autocracia o
ineficacia de éstos, ha contaminado el concepto de democracia creando en el
pueblo afectado un rechazo hacia lo que en realidad significa su única
posibilidad de acceder al progreso por el desarrollo integral del individuo, ya
que toda forma de desarrollo gregario o colectivista o comunista ha fracasado
estrepitosamente en el planeta, y con la mayor miseria a pesar del inmenso
costo en tiempo vital y vidas humanas despilfarradas.
Lo que sucede es que la democracia se
ha definido tradicional y simplistamente, por una premisa de Montesquieu, y sin
mayor revisión ni adecuación posterior a las dinámicas políticas actuales, como
“gobierno del pueblo”, con lo que sirve como fachada para cualquier andamiaje
tiránico sustentado por una muchedumbre seducida por la promesa de dormir
comida.
La definición académica no se aleja
mucho de esta primera referencia y sostiene que la democracia es un “régimen
político en el cual la soberanía pertenece al conjunto de los ciudadanos sin
distinción, es decir, al pueblo”, y la divide en representativa, autoritaria y
social, a las que se suma ahora en Venezuela, otra adjetivación divisoria
impráctica, la “participativa”.
La frase “régimen político” con la que
se inicia esta última definición refiere a “conjunto de reglas o normas” es
decir “sistema”. Y desde este punto adelanto una definición acorde con nuestras
realidades y esperanzas, y sustentada en el enunciado de Bolívar, y coincidente
en fondo y forma con la Carta Democrática suscrita de manera unánime por todos
los miembros de la OEA:
“Democracia es el sistema político,
cuyos gobiernos están sujetos a las normas constitucionales establecidas por la
ciudadanía en el libre ejercicio de su soberanía, que profesa y garantiza el
respeto a los derechos fundamentales y naturales de la persona humana y en
particular a la libertad política, civil y personal, mediante la separación
autonómica de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y consagrado a
producir la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social
y la mayor suma de estabilidad política”.
Prefiero el término “ciudadanía” en
lugar de pueblo, porque un país está integrado por ciudadanos, es decir,
sujetos de deberes y derechos. La representatividad en este caso no define una
forma de democracia sino que es la manera con la que la ciudadanía adquiere
carácter protagónico y participa en la vigilancia y supervisión de los actos
del gobernante elegido y de su equipo de gobierno.
De allí la enorme importancia de la
autonomía, frente al Poder Ejecutivo, de esta representación que descansa, en
el caso venezolano, en la Asamblea Nacional, núcleo del Poder Legislativo. Esta
definición elimina adjetivaciones a la democracia, quedando éstas como formas
operativas de practicarla. Es democracia, y punto.
Estado de derecho, pilar fundamental de las libertades públicas
El Estado de Derecho, que deroga el
Derecho Divino y se sustenta en la Ley, ante cuyo imperio todos somos iguales,
es el garante de las libertades civiles, con énfasis en la libertad de
expresión, y el camino corto hacia el respeto al derecho ajeno, mientras se
forma en la escuela, que es el camino largo, el ciudadano, antes descrito, por
introyección de valores.
El simple cumplimiento y aplicación de
las leyes generarían la más soberbia de las revoluciones que la humanidad haya
conocido. Porque las leyes, en su inexorabilidad, son el sustituto social a la
barbarie del hombre contra el hombre, y marcan la relación hombre-sociedad con
dos definiciones: ética, que es la responsabilidad y compromiso del sujeto con
la sociedad; y justicia, que define la responsabilidad o compromiso de la
sociedad con el individuo, lo que vendría a ser la “venganza” de la sociedad, a
través de la ley y sus instituciones, contra el sujeto transgresor de sus
normas de convivencia.
En teoría, claro. Los motorizados del
chavismo y la aplicación de sanciones extrajudiciales en el campo de la
economía, confirman la duda cartesiana sobre la disposición democrática de este
gobierno con dieciséis años de desaciertos democráticos y desviaciones
republicanas en el cuello.
Las múltiples facetas del heroísmo
El heroismo tiene que ver con la conducta que va más allá de lo razonablemente esperable. A nadie se le pide, por ejemplo, dar la vida por otro ser humano, pero hay quienes lo hacen. A nadie se le pide sacrificar su bienestar personal por el bienestar de su comunidad, pero muchos lo hacen. A nadie se le pide, en suma, ir más allá de las fronteras de una conducta humana razonable.
Pero hay quienes lo hacen, esos
son los héroes. Y los hay, cada uno en su estilo y en la manera como se comportan
en relación con sus vidas y sus contribuciones a la comunidad.
Digo esto porque me informo que nuestro gran amigo Alberto Quirós Corradi
acaba de obtener su Maestría en Bioética, en la Universidad Central de
Venezuela, además de haberle sido concedido recientemente el premio “Gumersindo
Torres”, de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleos, SVIP, por su “ïncansable
servicio al país” en el campo de la industria petrolera.
Incansable es quizás la palabra
mágica que define al heroismo. No es que el héroe no se sienta cansado o hasta
agotado, es que no permite que el cansancio lo derrote.
Alberto Quirós Corradi tiene 82
años y algunas limitaciones de salud que serían muy severas para la inmensa
mayoría de las personas, inclusive para Alberto, pero él las domina. Este hombre
coordina reuniones, escribe todas las semanas sobre la situación del país,
estudia en la Universidad, aconseja, opina, enseña, inspira. Ejerce a tiempo completo
su papel de ciudadano.
Para mí, Alberto Quirós es un héroe de nuestro
tiempo.
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