31/7/12

ENCUESTADORES: PERMÍTANOS PENSAR POR USTED

Entre los rasgos que más llaman la atención de las encuestas que le dan una holgada ventaja al teniente coronel es que quienes las realizan no se limitan a presentar los resultados y describir la metodología utilizada (tamaño y características de la muestra, lugares donde se obtuvo la información, preguntas formuladas y su secuencia, financista del trabajo), sino que dan las cifras,  inmediatamente interpretan los resultados y se convierten en sus propagandistas. No dejan que uno esclarezca los números de acuerdo con nuestro real saber y entender, sino que piensan por usted, tal como pedía ARS publicidad  en sus inicios.

Hay un alumno bastante mediocre de Claude Levi Strauss     -reconocido antropólogo francés, quien en su libro Las estructuras elementales del parentesco, presenta los resultados de sus investigaciones en numerosas comunidades indígenas del Mato Grosso y la Amazonía, acerca del papel de los mitos en la cohesión social y en la conformación de las jerarquías y las estructuras de autoridad- que insiste en que la popularidad de Chávez, luego de catorce años de fracasos, reside en los nexos religiosos, cuasi místicos, que el caudillo ha logrado establecer con el pueblo. 
El comandante, según esta exótica teoría, representa una especie de semidios, de santo al que solo le falta la aureola. Lo más llamativo es que tan rocambolesca conclusión la extrae, no de estudios etnográficos, sino de conversaciones con grupos focales (focus groups) y de encuestas telefónicas. ¿Cómo puede derivar esa tesis de instrumentos y mecanismos que sirven para realizar otra clase de estudios? El astrólogo de la política se va para VTV a informar de sus “hallazgos”. Por supuesto, el régimen lo utiliza como símbolo para demostrar la “invencibilidad” de Chávez.
         La táctica de Datanalisis es menos burda y, por ello, más peligrosa. Se trata de un comportamiento guiado por el cálculo oportunista. La firma habla de una extrema polarización. A menos de tres meses de las elecciones le da a Chávez una ventaja de 15 puntos sobre Henrique Capriles. Al primero le asigna 45%, al segundo 30%. El detalle está en que detecta que 25% de los electores no se han decidido por ninguno de los dos polos. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Hay o no polarización? De acuerdo con esos datos, no hay polaridad sino multipolaridad,  pues el segmento de los indecisos es casi tan grande como el que apoya a Capriles, quien de paso –según esos mismos porcentajes- apenas sacaría la misma votación que obtuvo toda la oposición unida en las elecciones legislativas de septiembre de 2010. La erosión del Gobierno desde aquel momento no es captada por esa empresa. La pérdida de Monagas, la merma en Anzoátegui, Lara y Zulia, no se aprecia. El 25% de indecisos forma el colchón que les permitiría a los directivos de Datanalisis estar bien con Dios y con el Diablo: si ese segmento se pronuncia de forma mayoritaria a favor de Capriles, este gana; de lo contrario se ampliaría la supremacía del candidato del continuismo. De cualquier forma aciertan. En términos de Poper, tal “teoría” no es científica ya que no hay forma de refutarla.
         Como dice Fernando Mires, las encuestas de la lógica nos indican que las cifras de las encuestadores que le dan una ventaja clara e irreversible a Chávez, atentan contra lo que ocurre a diario, que podría resumirse en el entusiasmo e, incluso, fervor que despieerta la candidatura de Henrique Capriles en toda la nación..
         El que no está creyendo en cuentos de camino es el comandante. Los encuestadores bufos crean la ilusión del triunfo inevitable, pero el autócrata no vive de sueños. Los fuegos artificiales están muy bien para las graderías, pero los dirigentes deben analizar los números verdaderos y los procesos reales. El temor y desconcierto que cunden en la filas del oficialismo por el auge de Capriles, ha llevado a que  Chávez se apoye en los militares y se refugie en los cuarteles. El bochornoso discurso del comandante de la Marina el 24 de julio, amenazando a la oposición muestra el miedo atávico del chavismo frente a la fuerza del voto democrático.
         Usted no crea en brujos improvisados ni en mercaderes. No permita que piensen por usted. Prepárese a sufragar el 7-O. La fuerza de su voto será incontenible. Los militares también acatarán la voluntad del soberano.

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