4/4/09

Severas condenas a comisarios venezolanos presos


CARACAS -- Un tribunal local condenó a entre 17 y 30 años de cárcel a tres comisarios y seis policías metropolitanos acusados de asesinato de manifestantes en las violentas protestas a las que siguieron el fallido golpe contra el presidente Hugo Chávez el 2002, informó el viernes un abogado acusador.

Los comisarios Henry Vivas, Lázaro Forero, ex jefe y subjefe de policía metropolitana; e Iván Simonovis, ex secretario de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana, fueron condenados a "30 años de presidio" por delito de "complicidad necesaria en la ejecución de homicidio calificado, consumado" en las muertes de manifestantes pro-oficialistas, dijo a la prensa el abogado Antonio Molina, el primero en salir de la audiencia.

No hubo de inmediato una confirmación directa del tribunal.

Molina, quien representaba a víctimas pro-oficialistas de los sucesos, informó que también fueron sentenciados los policías metropolitanos, Luis Molina, Julio Rodríguez y Erasmo Bolívar, a "30 años por la comisión de los delitos de homicidio calificado, frustrado, lesiones graves".

De igual forma fueron condenados los policías Asdrúbal Salazar y Marcos Hurtado, a 17 años por los delito de "homicidio calificado consumado frustrado, y lesiones graves", precisó el abogado.

"Esto no es una venganza política como se ha querido vender", dijo Molina al defender la sentencia, y aseguró que se había "hecho justicia" al condenar a los policías, a los que señaló de ser el "brazo armado" de los opositores que trataron de derrocar al presidente Chávez en abril del 2002.

Yesenia Fuentes, miembro del grupo pro oficialista Asociación de Víctimas del 11 de abril, manifestó sentirse satisfecha con la decisión, y dijo que "una vez más se hizo justicia en este país y se creó un precedente: no habrá un policía que se meta con un ciudadano venezolano que no vaya preso".

El abogado defensor de los policías, José Luis Tamayo, señaló a la prensa que el policía metropolitano Rafael Neazoa, fue declarado "absuelto" por el jurado luego que determinaron que no había elementos para condenarlo.

"Esto es un caso político donde hay una visión política de las cosas, un alto contenido político, y por supuesto no se podía esperar otra cosa que una decisión política", dijo Tamayo al rechazar las condenas, y acusó a la juez del caso de haber realizado una "interpretación nazista" de las pruebas.

"La sentencia es un trofeo para el presidente Chávez", agregó Tamayo, quien confirmó, sin embargo, lo informado por el abogado Molina respecto a las sentencias dictadas por el tribunal.

"Aquí simplemente se ha condenado una gran cantidad de ciudadanos venezolanos sin pruebas", afirmó Tamayo al asegurar que los policías Bolívar, Molina, Rodríguez y Rovain, fueron sentenciados utilizando como pruebas unas "fotos empuñando unas armas".

"Ni siquiera el Ministerio Público probó que las armas de la policía metropolitana en general fueron disparadas", agregó.

"Esto es un juicio político", dijo Nubia Vivas, hermana del comisario Henry Vivas, al denunciar que en el proceso de los policías les violaron sus derechos constitucionales.

A pesar de que los comisarios Vivas, Forero, Simonovis, fueron detenidos hace cuatro años; y los otros ocho policías metropolitanos, que fueron aprehendidos hace seis, no fue sino hasta ahora cuando se emitió una sentencia debido a que el Ministerio Público y la juez encargada del caso se demoraron en procesar las pruebas y las declaraciones de los testigos y acusados.

Durante el 11 de abril del 2002 se realizaron en Caracas violentas protestas callejeras donde murieron unas 19 personas por herida de bala y varios centenares resultaron heridos.

En medio de las protestas se dieron enfrentamientos armados entre grupos simpatizantes a Chávez y opositores, donde resultaron numerosos heridos y muertos.

A raíz de los violentos incidentes se generó una rebelión militar y civil que llevó a un fallido golpe que sacó a Chávez del gobierno por dos días.

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