En su columna de hoy publicada en el diario Tal Cual, Teodoro Petkoff escribe sobre la injerencia de personal cubano en los cuerpos de seguridad del Estado venezolano, como la Onidex.
“De que estén en otros organismos de seguridad no tenemos evidencia, pero, en el caso de la Onidex, si decimos que el burro es negro es porque tenemos los pelos en la mano”, afirma el editor.
Teodoro comenta que esa noticia se manejaba desde hace un tiempo, pero no se había tenido un testimonio directo. Ahora, asegura que lo tienen, “proveniente de una persona cuyo pasaporte fue anulado arbitrariamente, allá por aquellos días en que la habían cogido por fotocopiar pasaportes de opositores en Maiquetía”.
El editor explica que ese testigo, cuando fue a solicitar el nuevo, no sólo pasó por una experiencia “kafkiana”, sino también por una “políticamente insólita e inaceptable en cualquier país que se respete a sí mismo”.
Resulta que, según narra Petkoff, para un nuevo pasaporte necesitaba de una “autorización especial”, que le fue dada luego de dos interrogatorios, en la sede central de la Onidex, “por dos funcionarios cuyo inconfundible acento denotaba, sin que cupiera duda alguna, su nacionalidad cubana“.
“Cada interrogatorio, de corte absolutamente policial, duró casi tres horas y el segundo, quince días después, reprodujo exactamente las mismas preguntas del anterior. Cuando la persona inquirió por la razón de lo que consideraba una estupidez, se le respondió que era para cazar posibles contradicciones entre las respuestas”, señala el editor.
Indica que se trata de un venezolano, cuyos derechos fueron violados, no sólo por como se le interrogó para que le fuese otorgado su documento de identidad, sino claramente por la presencia de funcionarios policiales extranjeros.
Para Petkoff, es inaceptable la intromisión de cubanos en nuestros asuntos internos, pero es el Gobierno quien les ha dado funciones que sólo venezolanos deberían ejercer.
“No se trata de chovinismo ni de xenofobia sino de meras razones atinentes a la seguridad de la nación. Hay, en esa disposición que coloca funcionarios cubanos en responsabilidades de seguridad de Estado, una inconcebible cesión de soberanía“, agrega.
El editor aclara que un país sí puede contratar asesores extranjeros, incluso en materia militar, pero lo que no puede es reemplazar funcionarios nacionales por extranjeros en áreas de seguridad nacional.
“Los interrogatorios a los cuales fue sometida esta persona ya son inadmisibles, incluso si los policías hubieran sido venezolanos, pero se hace doblemente inadmisible cuando los encargados de llevarlos a cabo son extranjeros”.
Por ello, Teodoro acota que el Gobierno Nacional debe darle al país una explicación sobre “esta extraña presencia de cubanos en la Onidex“.
Onidex: Cosa má grande, caballero
Editorial Tal Cual
No hay comentarios:
Publicar un comentario