Tormenta perfecta: punto de encuentro en lapso determinado o determinable de todas las variables conflictivas y situaciones complicadas. Es el primer y más difícil reto. Una concentración inmanejable de problemas, que no dejan dormir al presidente Chávez.
No haré la lista completa de adversidades; necesitaría un espacio mayor, pero por donde se comience se llegará rápidamente al fondo. El gobierno, lo sabemos, se ha quedado sin dinero para sostener el presupuesto aun si lo depurara, como lo está haciendo, de gastos indispensables para sostener su espacio popular. Observa, impotente, como se esfuman las reservas internacionales incluso en fondos especiales que le servían para usos múltiples, legales, ilegales e inmorales. La capacidad industrial y agrícola se ha debilitado mientras sigue la descapitalización y se fugan inversiones nativas y foráneas: matemáticamente resulta imposible importar entre 40 y 50 mil millones de dólares para que la gente pueda comer. Queda la deuda, pero se agota la obligada disposición de la banca a absorber papeles que difícilmente serán honrados, o la colaboración de países ''amigos'' en la compra de bonos de la jaqueada PDVSA sin descuentos ruinosos. No se hable del explosivo asunto de las expropiaciones bajo el frenesí de un régimen que no vive de sueños, sino de pesadillas. Y sin embargo, como muñeco al que se le acaba la cuerda, el hombre sigue prometiendo lo que no cumplirá. ¡Olvídense, aliados, de refinerías, gasoductos y, pronto, de petróleo gratuito!
http://www.elnuevoherald.com/392/story/462408.html
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