Al estilo de Cuba
En los primeros cinco meses del presente año el gobierno gastó 4.600 millones de dólares en la compra de un banco, la estatización de Sidor y una cementera en el estado Anzoátegui, pero esa inmensa cantidad de dinero no generará ni siquiera un empleo, sino que cumplirá el capricho del jefe del gobierno venezolano que no es otro que acabar con la propiedad privada y hacer de Venezuela un país manejado por un solo hombre, como ocurrió en Cuba.
Al formular esta declaración el ex diputado Humberto Agudo dijo que el régimen está intoxicando con propaganda a la población bajo el pretexto de que el denominado socialismo del siglo 21, que no es más que revivir el comunismo fracasado en la ex Unión Soviética y en la Europa oriental, es beneficioso para la población.
Pero, la gente que se ha desencantado con ese mensaje pregunta: ¿Cómo va a ser beneficioso si ya el presidente de la República, después de haber dilapidado todo el dinero recibido por la venta del petróleo, ahora se ha convertido en un pedigüeño y está pidiendo, prácticamente de rodillas, dinero prestado a Brasil?
Hemos visto cuáles son los planes que él ha puesto de ejemplo para enfrentar el capitalismo y reactivar la economía, indicó. Recordemos los proyectos y en qué condición están los gallineros verticales, los cuales, según aseguró, serían una solución para las familias pobres; pero, hasta ahora no ha figurado ni siquiera uno de ellos con resultados favorables, porque eso fue un invento burdo. De igual forma habló de convertir los patios de las casas -cosa que no ocurre en las ciudades porque éstas carecen de patios- en plantaciones agrícolas. Fracasó también en las siembras de verduras y hortalizas en todas partes, incluyendo La Ruezga. Y del mismo modo falló la ruta de la empanada, la cual tenía como fin combatir el desempleo y eliminar las franquicias extranjeras de comida chatarra.
Con esos 4.600 millones de dólares se hubiera podido comenzar a enfrentar el déficit habitacional que está por encima del millón de viviendas en todo el país, comentó. Con esa suma se habrían podido construir 4 mil viviendas, a un precio de 150 millones bolívares, de 70 metros cuadrados.
Gastó ese dineral, pero le negó los pasivos laborales y la deuda a los jubilados de la administració n pública, añadió. Aún más, no ha querido atender al planteamiento de los pensionados, quienes están solicitando su cesta ticket porque lo percibido se les va generalmente en la compra de medicinas. Además, les eliminó a los trabajadores de la educación un derecho que habían adquirido después de muchos años de lucha sindical, como fue el seguro de hospitalizació n, cirugía y maternidad.
Ahora, en su esfuerzo de llevarnos a vivir como en Cuba, la próxima semana vendrá la ministra del controvertido proyecto de las comunas, la señora Farías, a La Carucieña a conformar lo que será el modelo para toda Venezuela.
Les hago un llamado a los vecinos de ese populoso sector de Barquisimeto a que reflexionen y no se dejen llevar por los caprichos del jefe del gobierno, porque van a terminar en la mendicidad.
Ya en esa urbanización están poniendo en actividad la tarjeta de racionamiento para que los usuarios de las mismas puedan comprar los artículos de primera necesidad.
Ahora el gobierno de Chávez, como ocurrió con el de Fidel Castro en Cuba, nos va a decir cuántos gramos de caraotas, café, azúcar y otros rubros podemos consumir y no lo que la gente desea comer.
¡Esto es el colmo!, exclamó. Tenemos que entender que nos está conduciendo el presidente de la República a un comunismo fracasado y el país se está hundiendo progresivamente, lo cual es muy peligroso, porque tal como están las cosas Venezuela va a ser un país tan pobre como cualquier país africano o, para no ir tan lejos, como Haití, donde los menos favorecidos mueren de hambre.
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