QUITO
Ecuador lanzó su más sonora advertencia militar a Colombia desde que rompió relaciones diplomáticas con ese país a raíz de un ataque de 2008 contra las FARC en su territorio, en un punto de fuerte tensión por las sospechas de Bogotá vinculando a Quito y Caracas con esa guerrilla.
"Si Colombia nos agrede nuevamente la respuesta será militar. Yo no permitiré un ultraje al territorio patrio como el que ocurrió el 1 de marzo de 2008'', dijo el mandatario ecuatoriano en una entrevista con la televisión local.
En esa acción -que derivó en la crisis que actualmente mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito-, murieron 25 personas incluido Raúl Reyes, el entonces número dos del grupo rebelde.
Un nuevo operativo colombiano en suelo ecuatoriano será considerado "casus belli'' y dejará a Ecuador como "única salida'' la reacción militar, advirtió Correa.
Asimismo, justificó su advertencia militar, alegando que del lado colombiano se sigue "con esa postura del ex ministro (Juan Manuel) Santos de la guerra preventiva, de atacar a los demás países para defender la seguridad de Colombia''.
En cuanto a Santos, que en mayo dejó el ministerio de Defensa y analiza su posible candidatura en las presidenciales de 2010, es motivo también de disputa entre los dos gobiernos, debido a la captura que ordenó un juez ecuatoriano que lo acusa de delitos contra la vida por el bombardeo a las FARC en Ecuador.
Correa, quien iniciará su segundo período el 10 de agosto, endureció su discurso frente a Bogotá luego de una semana de controversia por la difusión en Colombia de un video en que un líder de las FARC habla de "una ayuda en dólares a la campaña de Correa'' en 2006.
Al respecto, el mandatario dijo en la entrevista que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) le han hecho daño a su gobierno, pero que son la ‘‘clave'' para terminar con el escándalo.
"Aquí la clave la tienen las FARC (...) En todo caso si tanto apoyan al gobierno de Correa -y mire, son los que más le han hecho daño al gobierno-, les autorizo, les pido que digan si han donado dinero y a quién'', enfatizó.
El mandatario, que niega cualquier relación con esa guerrilla colombiana, acusa al gobierno de Alvaro Uribe de hacer un "montaje'' con la intención de desviar la atención de un acuerdo que permitiría a Estados Unidos utilizar bases militares colombianas para sus operativos antidrogas en la región.
La alianza que negocian Bogotá y Washington también ha sido criticada por Venezuela, que anunció una revisión de sus relaciones con Colombia.
Por su parte, el gobierno de Uribe --que cree que las FARC dieron dinero a Correa--, aseguró que en operativos contra las FARC se incautaron armas antitanque suecas compradas por Venezuela.
En marzo de 2008, los tres países protagonizaron la peor crisis en la región en muchos años, cuando a raíz de la incursión colombiana en Ecuador, Correa y Chávez pusieron en alerta a sus tropas.
Desde Bogotá el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, reconoció este lunes el difícil momento de las relaciones con Quito y Caracas.
"Creo que es un momento muy difícil de las relaciones, que tiene que ver con la fractura ideológica que existe en el continente'', dijo Santos.
Ecuador lanzó su más sonora advertencia militar a Colombia desde que rompió relaciones diplomáticas con ese país a raíz de un ataque de 2008 contra las FARC en su territorio, en un punto de fuerte tensión por las sospechas de Bogotá vinculando a Quito y Caracas con esa guerrilla.
"Si Colombia nos agrede nuevamente la respuesta será militar. Yo no permitiré un ultraje al territorio patrio como el que ocurrió el 1 de marzo de 2008'', dijo el mandatario ecuatoriano en una entrevista con la televisión local.
En esa acción -que derivó en la crisis que actualmente mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito-, murieron 25 personas incluido Raúl Reyes, el entonces número dos del grupo rebelde.
Un nuevo operativo colombiano en suelo ecuatoriano será considerado "casus belli'' y dejará a Ecuador como "única salida'' la reacción militar, advirtió Correa.
Asimismo, justificó su advertencia militar, alegando que del lado colombiano se sigue "con esa postura del ex ministro (Juan Manuel) Santos de la guerra preventiva, de atacar a los demás países para defender la seguridad de Colombia''.
En cuanto a Santos, que en mayo dejó el ministerio de Defensa y analiza su posible candidatura en las presidenciales de 2010, es motivo también de disputa entre los dos gobiernos, debido a la captura que ordenó un juez ecuatoriano que lo acusa de delitos contra la vida por el bombardeo a las FARC en Ecuador.
Correa, quien iniciará su segundo período el 10 de agosto, endureció su discurso frente a Bogotá luego de una semana de controversia por la difusión en Colombia de un video en que un líder de las FARC habla de "una ayuda en dólares a la campaña de Correa'' en 2006.
Al respecto, el mandatario dijo en la entrevista que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) le han hecho daño a su gobierno, pero que son la ‘‘clave'' para terminar con el escándalo.
"Aquí la clave la tienen las FARC (...) En todo caso si tanto apoyan al gobierno de Correa -y mire, son los que más le han hecho daño al gobierno-, les autorizo, les pido que digan si han donado dinero y a quién'', enfatizó.
El mandatario, que niega cualquier relación con esa guerrilla colombiana, acusa al gobierno de Alvaro Uribe de hacer un "montaje'' con la intención de desviar la atención de un acuerdo que permitiría a Estados Unidos utilizar bases militares colombianas para sus operativos antidrogas en la región.
La alianza que negocian Bogotá y Washington también ha sido criticada por Venezuela, que anunció una revisión de sus relaciones con Colombia.
Por su parte, el gobierno de Uribe --que cree que las FARC dieron dinero a Correa--, aseguró que en operativos contra las FARC se incautaron armas antitanque suecas compradas por Venezuela.
En marzo de 2008, los tres países protagonizaron la peor crisis en la región en muchos años, cuando a raíz de la incursión colombiana en Ecuador, Correa y Chávez pusieron en alerta a sus tropas.
Desde Bogotá el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, reconoció este lunes el difícil momento de las relaciones con Quito y Caracas.
"Creo que es un momento muy difícil de las relaciones, que tiene que ver con la fractura ideológica que existe en el continente'', dijo Santos.
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