NOELIA SASTRE | MADRID
Actualizado Jueves , 05-11-09 a las 21 : 40
"Chávez regala petróleo al Caribe, le acaba de dar 170 ambulancias a
Bolivia, compra armas a Rusia? Y mira cómo tiene a estos viejitos? Sin
cobrar su pensión. Algunos viven una situación dramática. Los están
echando de sus casas.
No tienen para comer".
La frase puede resultar demagoga, pero es la más gráfica que
encuentran los venezolanos en España para describir la situación de
los 3.000 pensionistas (según sus cálculos) que llevan ocho meses sin
percibir uno euro de los casi 300 mensuales que deberían llegarles
desde Caracas. La frase es del político José Moisés Fernández Varela
(representante en Canarias del partido del opositor Manuel Rosales),
pero la repite cada uno de los jubilados que no cobra desde febrero.
Son venezolanos residentes en España y españoles que trabajaron en
Venezuela y han regresado a nuestro país. Ahora resulta que después de
décadas cotizando al otro lado del Atlántico, el Instituto Venezolano
de los Seguros Sociales(IVSS) ha congelado sus pensiones.
¿El motivo? "El cambio de personal que se produjo en febrero en el
departamento de pensiones al exterior. Chávez metió a los camisas
rojas y les están tomando el pelo a los ancianos. Les dicen que no han
enviado los documentos necesarios para cobrar, pero no es cierto.
Todos han mandado sus fes de vida a través de los consulados o de
mensajerías privadas, pero la dejadez de los consulados es brutal",
explica Fernández a ABC.es. "A esto se une el resentimiento por parte
del gobierno porque los venezolanos en España no quieren a Chávez en
el poder".
Piden ayuda al gobierno español
Los pensionistas se están organizando para intentar poner fin a esta
situación. Todos se quejan de la negligencia, juran que han enviado
sus documentos, pero que nadie ha abierto esos sobres. Y piden al
gobierno español que intervenga en virtud del convenio de seguridad
social firmado por ambos países en 1988, que reza: "las pensiones no
estarán sujetas a suspensión o retención por el hecho de que el
beneficiario resida en el territorio de la otra parte".
La mayoría de estos pensionistas vive en Canarias, Galicia, Madrid y
Andalucía. "El silencio es lo que más nos duele. Algunos están pasando
mucha miseria por no cobrar lo que es nuestro", subraya desde Tenerife
Fernando G. Ni este canario de 70 años ni su mujer cobran la pensión
desde febrero. "La irregularidad en los ingresos siempre ha sido la
tónica, pero esta vez es demasiado. La gente no recibe ni un euro
desde hace ocho meses. Ya está bien".
Fernando llegó a Venezuela a los 15 años. Allí trabajó como agente de
seguros en una subsidiaria de AIG. Su mujer regentaba una tienda de
ropa en Caracas. Los dos regresaron a Canarias en el 2000 y ahora
viven de alquilar un par de apartamentos que compraron con los ahorros
de toda la vida. Pero de sus pensiones, ni un euro. "He visto
situaciones trágicas en el consulado. Gente que se ha quedado sin casa
y sobrevive gracias a los comedores sociales".
«Promesas rotas»
La nueva responsable venezolana de las pensiones al exterior, Carmen
Arboleda, viajó a España en julio y prometió que en 15 días empezarían
a cobrar. No ha sido así. "Todo son promesas rotas", lamenta Francisco
M., de 62 años, exiliado junto a sus padres cuando huyeron del
franquismo. En 1999 volvió a Tenerife tras 37 años de trabajo en
Caracas con la promesa de que él y su mujer cobrarían unos 600 euros
mensuales. Enfermo del corazón, su angustia es "total". "Me quitaron
una finca, me congelaron las cuentas en el 2001 y ahora no nos dan la
pensión. Sólo contamos con la ayuda de mi hermana desde EE.UU. Si no
viviera en España, estaría muerto o en la cárcel", apunta este hombre
que distribuyó productos españoles de cosmética en sus años jóvenes.
También M.E.G., residente en Madrid, se pregunta por qué el Banco
Santander (donde el IVSS tiene su cuenta matriz para las pensiones al
exterior) no hace efectivos los pagos. Venezolana de 61 años y
catedrática de Derecho en una universidad caraqueña, se niega a volver
a su país "porque allí no hay seguridad personal, ni política, ni
jurídica. ¿Cómo voy a ejercer la abogacía si no hay garantías? Para
que se hagan una idea, en Caracas hay entre 30 y 50 asesinatos cada
fin de semana", dice sobre la segunda ciudad más peligrosa del mundo,
después de Ciudad Juárez.
Ni la embajada de Venezuela en Madrid ni el consulado en Tenerife han
respondido a las preguntas de este diario. Desde el Banco Santander
insisten en que es su cliente, el IVSS, quien debe dar la orden de
pago. "Todo se hace desde Venezuela. Tienen que enviar las remesas
para hacer efectivos los ingresos y la razón que nos dan es que los
pensionistas no han enviado los documentos necesarios", explican desde
el Santander.
¿Conclusión? "Las autoridades venezolanas se burlan de nostros, nos
mienten", denuncian. "Y nos destrozan la vida con su indiferencia" .
No hay comentarios:
Publicar un comentario