Los estratos de la corrupción’

Los compadres


—Este diploma de bachiller es falso.

—¿De quién es ese diploma, compadre?

—De una pobre obrera, madre de familia, que está tratando de sobrevivir, y se vio obligada a gastar millón y medio de bolívares en la compra de este diploma que le exigen para operar máquinas de hacer bolsas plásticas. Cuando los sinvergüenzas ven la necesidad del pobre, inventan nuevas formas de llenarse los bolsillos.

—La corrupción está en todos los niveles. El común imita al grande: él también quiere su pedazo del botín.

—Sí, mi Compa. En todos los niveles y en todas las oficinas públicas: mis nietos –que son menores de edad– compraron cédulas con mayoría de edad, para poder entrar a la discoteca del club donde son miembros.

—¿Pero la Oficina de Identificació n no es predio cubano?

—¿Y usted se imagina que los cubanos son incorruptibles?

—Cuando Pérez Jiménez la corrupción descendió hasta los porteros de los ministerios: para poder hacer diligencias cotidianas, había que ponerse en la buena con el portero engrasándole la mano.

—¡La Historia se repite!