5/12/09
Un carcelero llamado Hugo Chávez Frías
Patricia Andrade, abogada especialista en Derechos Humanos
En su acostumbrado Alo Presidente del domingo 29 de Noviembre 2009, Hugo Chávez hace alusión al pedido del Cardenal Urosa en favor de una amnistía por la libertad de los 32 prisioneros políticos venezolanos, ayudando esto a la reconciliació n nacional.
Lejos de este pedido, el presidente rechaza tal amnistía, y así, reconoce directamente que si existen presos políticos, que son SUS PRISIONEROS POLITICOS a los que por orden directa de él, se les niega cualquier acceso a un sistema de justicia imparcial independiente con todas las garantías a un proceso justo. Se incumplen las normas internacionales para un juicio con garantías al proceso que son sometidos porque existe una motivación política.
Los presos políticos tienen todos esta característica personalísima:”el mismo carcelero: Hugo Chávez”, y, sobre sus palabras, no hay tribunal, fiscal, investigador que lo desobedezca, desencadenando desde el más alto nivel, un sistema paralelo de injusticia e impunidad. Nada que intente ante las autoridades un preso político inocente de lo que se le acusa será escuchado. Nada.
En la primera década del gobierno del presidente Chávez, los prisioneros políticos se caracterizaron por opositores, disidentes y quienes se apegaron a la Constitución y las leyes escogidos en forma “selectiva“.
Al inicio de la segunda década, ya los prisioneros políticos se extiende a cualquiera, es decir, el Estado represivo hostiga, castiga, encarcela y condena a largos periodos a todo aquel que en forma pacífica exprese su derecho a la libre expresión, asociación, reunión, a oponerse a las políticas antidemocráticas. Quienes están detenidos por estos motivos, son presos de conciencia.
En esta segunda década, las similitudes de las detenciones políticas en Venezuela con las ocurridas en Cuba son idénticas, como las referidas a la libertad de expresión. Repudiamos la golpiza impune a la cubana Yoani Sánchez, pero, cuantas Yoani existen en Venezuela y no los hemos reconocido como “victimas políticas”?, he escuchado historias de la “generación Y” de Venezuela y aun se niegan a reconocerle su persecución o cárcel política por parte de los sectores opositores. Grave error!!!!. Esta copia en materia de justicia y derechos humanos al sistema cubano, nos coloca en el segundo país con presos y perseguidos políticos en la región andina y en Caribe después de Cuba. No hay diferencia.
Venezuela, un país que gozaba de larga vida democrática hasta la llegada de Hugo Chávez a la presidencia, debe tener claro esta grave crisis en los derechos humanos por causas políticas y reconocer cuando estamos frente a un preso político y rechazar la desinformació n que presente quitarles su característica de indefensión jurídica por motivos estrictamente políticos. Por eso, entendemos como encarcelan a militares por negarse a traicionar la patria, policías que defendieron a los ciudadanos, periodistas que desafiaron la censura. Todos resultaron “molestosos” para la revolucion, la solución antidemocrática es la persecución, su eliminación física o la cárcel política.
Es irrefutable el reconocimiento internacional a la existencia de los presos políticos venezolanos al ser admitido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos-OEA el caso del estudiante universitario Raúl Díaz, quien permanece en los calabozos de la Disip desde Febrero del 2004 y sentenciado sin prueba alguna. Díaz goza de Medidas Cautelares de protección de la CIDH desde el 2005 y ratificadas durante la admisión de su caso en el 2009. Su característica política retiene su libertad bajo beneficio.
Cada día que un preso político permanece en su calabozo, es de por sí, un acto de tortura.
Patricia Andrade
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