21/2/10

Un encuentro con Piñera por: Andrés Oppenheimer

El presidente electo chileno Sebastián Piñera, el magnate de centroderecha que a los pocos días de su inauguración también asumirá la presidencia del Grupo de Río, no da la impresión de que vaya a ser tímido a la hora de impulsar la defensa colectiva de la democracia en Venezuela, Cuba y otros países autoritarios.

En una entrevista exclusiva, Piñera me dijo que una vez que asuma la presidencia de Chile el 11 de marzo, mantendrá la política exterior tradicional de su país de no interferencia en asuntos de otras naciones, y agregó que su prioridad será fortalecer las relaciones con Argentina, Perú y Bolivia. Pero cuando le pregunté si bajo su gobierno habrá un mayor énfasis en la defensa colectiva de las libertades fundamentales en Venezuela y Cuba, su respuesta fue un decidido: Sí.

La verdad es que la prudencia es una virtud que los presidentes deben ejercer, pero también la franqueza, dijo Piñera. Yo pienso que Cuba no es una democracia, y también pienso que en Cuba no se respetan los derechos humanos. En consecuencia, yo aspiro como presidente de Chile a hacer todo lo mejor para que la Carta de la Organizacion de Estados Americanos y el mandato de la OEA de defender la democracia y defender los derechos humanos sea máseficaz".

Piñera, que obtuvo su doctorado en economía en Harvard y se opuso a la dictadura del general Augusto Pinochet, señaló que la Carta Democrática de la OEA no tiene mecanismos eficaces para que los poderes legislativos y judiciales puedan pedir apoyo diplomático regional en caso de ser atacados por presidentes autócratas.

Cuando le pregunté sobre la reciente decisión del gobierno venezolano de sacar del sistema de cable a la emisora de televisión independiente RCTV, Piñera dijo: Yo puedo tener mi opinión, pero yo no voy a interferir con asuntos internos de otros países. Pero siempre voy a defender, y con mucha fuerza, los valores de la democracia, de la libertad y el respeto a los derechos humanos".

- ¿Pero no hay una contradiccion en eso?'', le pregunté. ``¿Si le toca elegir entre el principio de la no interferencia y la defensa colectiva de la democracia, ¿de qué lado estará usted?'', le pregunte.

S.P.: Definitivamente, yo voy a estar siempre en el lado de la defensa de la democracia y en la defensa de los derechos humanos, que por lo demás es un compromiso que todos los países de America latina hemos adquirido en la Carta de la OEA, que establece específicamente y particularmente que es responsabilidad de todos los países la defensa de la democracia y los derechos humanos en todo el continente".

Cuando le pregunté si viajaría a Cuba, y si de hacerlo no se reuniría con los miembros de la oposición pacífica, tal como lo hizo el año pasado la presidente saliente, Michelle Bachelet, Piñera respondio: Las relaciones diplomaticas no son entre personas ni entre gobiernos, son entre países. Uno no va solamente donde hay países que comparten todos los puntos de vista.

También uno puede visitar países con los que tiene diferencias. Pero si yo fuese a ir a Cuba, definitivamente tendría un enorme interés en poder reunirme también con la gente que no concuerda con las líneas del gobierno de Cuba, que son los disidentes. Yo he estado en Cuba en algunas ocasiones, y siempre me he reunido con los disidentes".

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