9/5/10
Chávez y los grandes “Acuerdos” para regalar Venezuela
Don Regalón, Mantenedor de Chulos, Terminator, Gorila Colorado, Militarote, Bocazas, etc etc… Son muchos los apodos que día a día le van asignando a Hugo Chávez y todos absolutamente todos nacidos de su esencia de traidor a la patria, de déspota, de desastroso. Y es que todos son justos y merecidos porque se los ha ganado “A esfuerzo propio”… Un engreído militarote cuartomundista que arruina Venezuela, que la lleva a situaciones dramáticas nunca vistas en su historia republicana, que desata violencia, odio, ruina, muerte, y sin inmutarse continúa su errático hacer, como si la meta fuera justamente arrasarlo todo.
Con una inflación brutal que hace agua y sal el salario de los venezolanos, ni el gorila ni sus secuaces dan síntomas de rectificación. El dólar no controlado o paralelo y que marca realmente el mayor número de operaciones comerciales en el país, se ha disparado y parece imposible que este régimen de depredadores ineptos lo logre controlar. El cacareado “Bolívar fuerte” de convirtió en el “Chávez escuálido” que es realmente como debemos llamar una moneda devaluada, sin poder adquisitivo, sin perspectivas positivas. Expertos economistas ya anuncian que en breve la inflación tocará los límites del 40%, pero la realidad es que ya, para que se hagan idea, comenzando mayo, lo que cualquier venezolano pagó en el mes de diciembre por 50 bolívares, ahora le cuesta 150…
Pero el traidor Chávez no se inmuta… Sigue ordenando acosar a los productores agropecuarios, sigue hostigando a la industria de alimentos, sigue mandando a invadir fincas en plena producción, a expropiar instalaciones de procesadoras de alimento, y claro, con seguridad en alguna operación de triangulación, de esas donde son expertos los “Desprendidos” cubanos castrocomunistas que están aquí según Chávez para “Ayudarnos”, las neveras de los mercados y carnicerías sólo pueden ofrecer una carne asquerosa, con un hedor inaguantable y un color casi negro, que parece ser comprada en Nicaragua, con seguridad a alguna empresa montada por el incestuoso Ortega, su desnaturalizada mujer y los cubanos invasores, siempre a pata de mingo de todo negocio…
El traidor Hugo Chávez convirtió Venezuela en un lupanar para sus cómplices y sus felicitadores. Tierra de nadie donde reparte a diestra y siniestra el patrimonio de generaciones de venezolanos, este infame militar corrompido, que este miércoles pasado, en República Dominicana ha dicho vanagloriándose de su traición, que a él lo llaman “Don Regalón” y que a él eso no le importa y se ríe además… Todo mientras sigue firmando hipotecas de nuestro futuro en fraudulentos negocios a cambio de complicidad. Con los dominicanos en un viajecito relámpago le firma cuatro “importantes acuerdos”, como le gusta llamar a esos guisos, de los cuales, como recién en otro escándalo estallado en Argentina, no nos queda como pueblo sino pérdidas y ruina, mientras los “elegidos” amasan groseras fortunas…
El infame traidor se mofa de los que lo criticamos por regalar Venezuela, después de haberla secuestrado para él y para sus amos los tiranos Castro. Dice en República Dominicana, que la oposición venezolana lo llama “Don Regalón”, por su “Magnánima” sensibilidad ante las necesidades de otros países. Se jacta de que no le importa, y para probarlo, regala más y más nuestro patrimonio. Traidor infame que odia a su país y prefiere regalarle a sus chulos y mantenidos el patrimonio de un pueblo al que ha arruinado y quiere convertirlo en mendicante sin esperanza. Una deidad rechoncha, envanecida que se siente inmortal y ofrece nuestro petróleo, el petróleo que pertenece al pueblo venezolano esta vez a Leonel Fernández, cómodo y solícito escudero, siempre listo para adularlo o servirlo. Le dice, empobreciéndonos más y más, que los dominicanos tendrán todo el petróleo "que necesiten para este siglo y el otro", y por supuesto, con el discursito barato sobre la erradicación de las formas capitalistas, es evidente que en esta rebatiña y en la fulana refinería que le montarán a Fernández, estarán los Castro, Ramiro Valdés y la banda toda, transnacional del “Guiso” ya con filiales en cada uno de los países donde el gorila rojo derrama millones.
Y definitivamente, ante esto y el resto del asalto que este infame déspota militar cuartomundista ha hecho a Venezuela, no queda la menor duda del odio enfermizo que siente por su propio país este militarote infame, con evidentes trastornos de personalidad, que en mala hora muchos ayudaron a llegar al Poder.
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