El Center for Security Policy, organización dedicada a identificar globalmente políticas, acciones y recursos vitales relacionados con la seguridad, a través del Menges Hemispheric Security Project, celebró en Washington su segundo Foro Anual sobre Seguridad Hemisférica. Pese a los esfuerzos para examinar el continente, la atención se concentró mayormente en Venezuela.
Los tópicos latinoamericanos y los panelistas eran lo suficientemente atractivos para esperar una animada concurrencia y un ambiente hasta cierto punto controversial para el estándar de sobriedad y circunspección que generalmente caracteriza estos eventos en Washington. El Foro tuvo lugar el pasado jueves en el Rayburn House de las oficinas del Capitolio.
Las relaciones entre desarrollos internos en América Latina y la seguridad regional, fue el tema del Dr. Luis Fleischman, asesor del Menges Hemispheric Security Project; El creciente uso de la guerra asimétrica en Centro y Sur América el de Jon Perdue, director de Latin America Programs del Fund for American Studies; El auge y caída de la revolución bolivariana a cargo de Gustavo Coronel ex directivo de Pdvsa; La creciente presencia iraní en Centro y Sur América de Dr. Norman Bailey, del Institute for World Politics y ex jefe de la misión Cuba/Venezuela en la Oficina del Director National de Inteligencia; El apoyo de Chávez a las FARC en Ecuador y Bolivia fue el tema de Douglas Farah, investigador del International Assessment and Strategy Center; Una mirada de primera mano al gobierno de Evo Morales, temadel abogado y ex candidato a la gobernación departamental de Santa Cruz, Juan Carlos Urenda Díaz, de Bolivia; Colombia en un ambiente post-Uribe por el Dr. Angel Rabasa, analista de Rand Corporation; La actual situación de Méjico y sus implicaciones para la política exterior de EE UU por el embajador Curtin Winsor Jr.
Después de la introducción de Nancy Menges, a cargo del Menges Hemispheric Security Project, Frank Gaffney, presidente del CSP, inició el foro que fue clausurado con la intervención del embajador Otto Reich, ex subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental y ex embajador de EE UU en Venezuela.
Aunque no se hizo la menor referencia, muchos de los presentes debieron asociar este mes de abril con los sucesos que condujeron a la defenestración del presidente Chávez en 2002 por 48 horas Entonces Otto Reich era subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental y fue inevitable su protagonismo. Como se sabe, el presidente Hugo Chávez y Fidel Castro, han persistido en presentarlo como el cerebro gris detrás de estos eventos, pese a que él reiteradamente lo ha negado.
Chávez ¿Mr. Danger?
Jon Perdue sostiene que desde 2004 el presidente Chávez introdujo en las fuerzas armadas de Venezuela la doctrina la Guerra de Cuarta Generación y Guerra Asimétrica que coincide con los principios de la Guerra Periférica del Islam Revolucionario que proclama el español socialista, Jorge Verstrynge. Según Perdue, el gobierno bolivariano ha inducido a los militares venezolanos para que cambien su concepción táctica convencional por una “guerra popular” glorificada por el islamismo revolucionario y sometido a prueba en el Líbano por las fuerzas subrogadas iraníes, Hamas y Hizbolah. Perdue cree que la “benigna negligencia” de EE UU puede terminar estimulando a Chávez a excederse en sus objetivos.
Con algunas diferencias de estilo y forma, Otto Reich y Norman Bailey comparten posiciones. La creciente influencia de Cuba e Irán en instituciones básicas como las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia de Venezuela, la desproporcionada adquisición de armas a Rusia, así como los acuerdos de cooperación para el desarrollo de la energía nuclear que hacen del régimen bolivariano una amenaza a la seguridad de la región y a los intereses de EE UU.
En este sentido promueven primero, que EE UU declare al gobierno bolivariano patrocinador del terrorismo y segundo que se suspenda la importación de crudo que sólo representa alrededor de 6% del consumo de EE UU. El Dr. Bailey propone sustituirlo con la Reserva Estratégica y por su parte el embajador Reich asegura que el impacto para EE UU de esta interrupción sería mínimo. A tal efecto alegó que durante el incremento de los precios petroleros en 2008, EE UU redujo el consumo en 8%, presionado por el alza de la gasolina, sin ninguna consecuencia.
Una tercera propuesta de Otto Reich está relacionada con la suspensión de las visas a EE UU de miembros prominentes de la “boliburguesía” que ofrecen su soporte al gobierno bolivariano a cambio de un lucro obsceno.
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