23/5/10

"¿Y es que se creen eternos?"("...los dictadores se ven chiquiticos cuando están sentados en el banquillo de un tribunal...")


POR:GUILLERMO ÁLVAREZ BAJARES.

Los mejores cálculos llevan a la fecha prevista de 2012 el tiempo máximo de duración de este combo de militares y civiles que se ha apropiado del país. Así lo señala la Constitución, pero como este librito que de azul pasó a rojo ha sido tantas veces violado, nada tendría de sorprendente que alguien intentara dar largas al asunto y quedarse con el coroto, ó que el peso insoportable del fracaso obligara a ese “alguien” a entregar antes de tiempo y a rendirse —como en 1992 y 2002— inmerso en la convicción de que no puede con la múcura.

No voté por Chávez ni creí jamás que pudiera hacer un buen gobierno. ¿Cómo podría confiar en un oficial que después confiesa impúdicamente su proyecto y su condición de conspirador y que revela que no tuvo otro objetivo desde su ingreso a la Escuela Militar? ¿Cómo puede él ver de frente a quienes engañó durante años? ¿Puede justificar una orden de combate contra compañeros de armas — sin importarle la muerte de civiles y militares— en su propósito de derrocar a un gobierno elegido democráticamente?

Por otra parte, y con las excepciones de rigor, tampoco creo en la figura del militar-administrador. La estructura jerárquica de las Fuerzas Armadas y el mando vertical imposibilitan, o al menos lesionan, el cumplimiento de las normas establecidas para un rígido control administrativo. El Teniente Coronel Francisco Arias Cárdenas, quien dijo horrores de su compadre Chávez en una curiosa campaña electoral en la cual participaron hasta gallinas, confesó que colocar militares en cargos “donde haiga” había sido un error del jefe. Por supuesto, esto lo afirmó antes de concluír como Embajador la respetabilidad que pudo tener su vida…

En fin, nos preguntamos: ¿es que acaso se creen eternos en sus cargos estos ciudadanos que hoy han asaltado el poder en Venezuela? Diego Arria recordó a Chávez que la justicia internacional tarda, pero llega, y que los dictadores se ven chiquiticos cuando están sentados en el banquillo de un tribunal. Arria, víctima del saqueo de su finca en Yaracuy, forma parte ahora del nuevo grupo de perseguidos del règimen, junto con Oswaldo Alvarez Paz, Rocío San Miguel, Guillermo Zuloaga, la jueza Affiuni, amen de los casos de los comisarios y otros que siguen horrorizando a los hombres de leyes en el mundo.

No. No son eternos. Mas temprano que tarde los veremos desfilando, rumbo a la rendición de cuentas. Piensen esto también los venezolanos que se resistían a creer en el gran engaño del teniente coronel o los que aún guardan silencio por vergüenza de haber sido utilizados.

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