Un autobús repleto de niños que iban a disfrutar de una jornada en los ríos de Tacarigua de Mamporal fue asaltado
en la carretera vieja a oriente, el jueves en la mañana.
Las víctimas, 69 niños y 20 adultos, eran casi todas habitantes de los barrios Ojo de Agua, Hoyo de la Puerta, La Palomera y Santa Cruz del Este, ubicados en el municipio Baruta. Participaban en un plan vacacional organizado por la fundación Mano E’Tambor, cuyo principal objetivo es disminuir los índices de violencia en sectores humildes mediante actividades artísticas y recreativas.
Luego de hacer una colecta el autobús fue rentado a Alexander Alvarado, papá de dos niños que participaban en el plan. El jueves antes de las 8:00 am salieron a Barlovento de la sede del grupo, en el sector Monterrey.
Pero en la autopista a oriente hubo una tranca debido al volcamiento de una gandola que llevaba gas. El director ejecutivo de la fundación, Miller Matos, recordó que tomaron la carretera vieja para eludir el embotellamiento. “Como no había una señalización que dijera hacia dónde podíamos agarrar, seguimos por la carretera”, relató.
El colectivo pasó frente a una cauchera donde estaba un grupo de adolescentes. Según Adriana Cadenas, madre y coordinadora del plan vacacional, uno de los jóvenes comenzó a hacer señas a los demás.
Más adelante, la vía estaba bloqueada por un derrumbe. Cadenas indicó que de inmediato el autobús maniobró para regresar a Caucagua por la misma carretera.
Cuando se aproximaban de nuevo a la cauchera, el autobús tuvo que detenerse pues habían bloqueado la vía con unos troncos. Eran las 10:00 am.
”Cuando vi eso pensé que era un asalto. Del monte salió un señor con una escopeta de esas que tienen dos bocas, apuntando al chofer y le dijo que se parara ahí mismo“, dijo.
”Recen duro”. Cadenas marcó el último número que tenía en la memoria de su teléfono celular y sin esperar a que la atendieran gritó a su interlocutor que los estaban robando.
Los recreadores, entre los que estaban Matos, Marcos Sosa e Ilmer Magallanes, se colocaron en la parte delantera del autobús. Las mujeres se fueron hacia la parte trasera del vehículo para proteger a los niños.
Cadenas dio instrucciones a los pequeños: “Se me callan todos. Pónganse en el suelo y recen”. “Y recen duro”, añadió el líder de los delincuentes desde la puerta.
Todos los hombres, incluido el conductor del colectivo, fueron obligados a acostarse en la carretera. Allí fueron golpeados por cuatro antisociales, algunos de ellos con las caras al descubierto. Según Marcos Sosa, todos los agresores eran adolescentes o estaban saliendo de la niñez.
Desvalijados
Adentro del vehículo, el hombre armado era encarado por las mujeres. El hombre pidió todo el dinero, y le dijeron que apenas tenían 10 bolívares, pues lo demás lo habían gastado en los ingredientes para un sancocho que iban a hacer al llegar a Tacarigua.
Los delincuentes perdieron el control y amenazaron con quemar el vehículo con los niños adentro. Los pequeños gritaron y algunos de ellos se orinaron en los pantalones.
Los asaltaron registraron todos los bolsos de equipaje y se llevaron las carteras de todas las mujeres, con sus documentos de identidad. Simultáneamente, desprendieron el radio del vehículo, así como los altavoces y otras piezas. Desde afuera, un grupo de niños presenciaba el asalto. Luego de media hora los ladrones se fueron.
”En ningún momento llegaron policías. Los vimos cuando íbamos de regreso por Guatire. Pero no importaba, porque estábamos robados”, dijo Ilmer Magallanes.
Cadenas recordó que cuando salían en la mañana les decían a los niños que iban a viajar a Jumanji, en referencia a la película de aventuras. “Luego, uno de los niños se me acercó y me dijo que ya no quería ir a Jumanji, porque allí sale gente para robarlos”, relató.
Ayer fue el último día del plan vacacional de la fundación. A pesar de lo ocurrido los recreadores pudieron hacer una pequeña fiesta para intentar borrar lo sucedido.
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