El periodista Antonio Salas realizó un reportaje titulado “El Palestino, historia de un infiltrado” que muestra una investigación sobre las redes del terrorismo internacional, para el que visitó, durante seis años, 13 países en cuatro continentes bajo el nombre de Muhamman Abdallah , su identidad ficticia.
Precisó que con una cámara oculta como única arma, se infiltró en Venezuela, en uno de los campos donde presuntamente se entrenan terroristas de ETA y las FARC. Aseveró que obtuvo entrenamiento con armas y explosivos.
Salas logró grabar al etarra más buscado, Arturo Cubillas quien habría instruido a dos miembros de ETA; mostrando el supuesto apoyo de ETA a Venezuela.
En el documental, Salas hizo referencia a Ilich Ramírez, alias El Chacal. “El terrorista más peligroso del mundo, hasta que apareció Bin Laden, es venezolano”.
Se refirió a la simpatía del presidente Hugo Chávez por El Chacal y dijo en que “Ilich Ramírez confesó alianzas entre la extrema derecha e izquierda en el comunismo mundial”.
Aseguró que “estudié árabe, aprendí a leer y escribir” para hacer creíble la historia.
Explicó que le dedicó un tiempo a preparar su identidad ficticia. “Me convertí al Islam, viajé por Oriente Medio y el norte de África”.
Indicó que ha recibido amenazas y destacó que “esos son los gajes del oficio”. Anunció que se prepara para su próximo reportaje.
En un video-foro previo a la emisión del documental, salas descartó que en Venezuela existan también campos de entrenamiento de Hamas o de Hizbullah. “No lo creo. En Venezuela hay miembros, simpatizantes e incluso altos mandos de Hamas o de Hizbullah (que no tienen nada que ver con el fraude de Hizbullah-Venezuela), y que pueden recibir adiestramiento de combate, como el que recibí yo, con mucha facilidad. Pero quienes organizan esos cursos, según lo que yo se, son los responsables de los grupos armados bolivarianos. En el 23 de Enero, por ejemplo, cualquiera que se gane prestigio como revolucionario puede aprender a fabricar bombas, o a utilizar un AK, un FAL o una Uzzi”.
Precisó que con una cámara oculta como única arma, se infiltró en Venezuela, en uno de los campos donde presuntamente se entrenan terroristas de ETA y las FARC. Aseveró que obtuvo entrenamiento con armas y explosivos.
Salas logró grabar al etarra más buscado, Arturo Cubillas quien habría instruido a dos miembros de ETA; mostrando el supuesto apoyo de ETA a Venezuela.
En el documental, Salas hizo referencia a Ilich Ramírez, alias El Chacal. “El terrorista más peligroso del mundo, hasta que apareció Bin Laden, es venezolano”.
Se refirió a la simpatía del presidente Hugo Chávez por El Chacal y dijo en que “Ilich Ramírez confesó alianzas entre la extrema derecha e izquierda en el comunismo mundial”.
Aseguró que “estudié árabe, aprendí a leer y escribir” para hacer creíble la historia.
Explicó que le dedicó un tiempo a preparar su identidad ficticia. “Me convertí al Islam, viajé por Oriente Medio y el norte de África”.
Indicó que ha recibido amenazas y destacó que “esos son los gajes del oficio”. Anunció que se prepara para su próximo reportaje.
En un video-foro previo a la emisión del documental, salas descartó que en Venezuela existan también campos de entrenamiento de Hamas o de Hizbullah. “No lo creo. En Venezuela hay miembros, simpatizantes e incluso altos mandos de Hamas o de Hizbullah (que no tienen nada que ver con el fraude de Hizbullah-Venezuela), y que pueden recibir adiestramiento de combate, como el que recibí yo, con mucha facilidad. Pero quienes organizan esos cursos, según lo que yo se, son los responsables de los grupos armados bolivarianos. En el 23 de Enero, por ejemplo, cualquiera que se gane prestigio como revolucionario puede aprender a fabricar bombas, o a utilizar un AK, un FAL o una Uzzi”.
Video Antena 3
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