—¿Qué le pareció el enésimo periplo del Presidente?
—Aleccionador. En Ucrania cantó, bailó y maraqueó.
—¿Maraqueó?
—Sí, con maracas hechas con calabazas… No es lo que usted está pensando.
—Venezuela merece un Presidente que sienta temor al ridículo.
—¡Hace rato!
Simón Anduze
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