8/11/10

Hugo, no me puedes quitar el alma

ESTE ESCRITO FUE PUBLICADO EN EL DIA DE HOY EN NOTICIERO DIGITAL Y
ESTA FORISTA FUE SUSPENDIDA POR 60 DIAS, SERA PORQUE ESCRIBIO UNA GRAN
VERDAD......?

Ernetinas Mogollones escribió:

Como estás Hugo? ¿Arrecho? ¿ladillado de que nada te salga bien?
¿harto de la incompetencia que te rodea? Te entiendo, debe ser
frustrante la vaina, pero yo, de pana y todo, te tengo la solución.

Has dividido el país en dos toletes, los que te aman y los que te
despreciamos. Dividiste mal, ese es tu problema, que no supiste hacer
la raya de división. El país ya estaba dividido antes de que tú
llegaras, pero no como tú crees, en ricos y pobres, sino en
competentes e incompetentes. Los competentes, crean, crean riqueza,
crean progreso, crean dinero, crean empleo, crean belleza, y aunque
suene loco y redundante, crean creación. Los otros, no crean nada, son
mendigos, ojo, que eso no quiere decir que no tengan dinero, pueden
tenerlo, pero no saben crear.

Sabes, es como… imagina dos tribus que llegan a un isla, una isla
hermosa y llena de animales comestibles, y frutas y vegetales y todo
eso. Una tribu se dedica a recolectar y cazar lo que consigue, la otra
decide crear formas de sembrar, de criar animales, de luchar contra la
naturaleza para depender lo menos posible de ella. Al cabo de un
tiempo, las plantas y animales salvajes empiezan a escasear, así que
la tribu cazadora/recolectora empieza a pasar hambre, la otra no,
porque la otra no recolecta los alimentos, los crea.

Y ahí está el problema, Hugo, tu dividiste el país en
recolectores/cazadores y sembradores/criadores, y te quedaste con los
primeros, desechando a los segundos, atacándoles, eliminándoles.
Verás, Hugo, hace años llegó a Venezuela un señor, a un país donde no
había televisión, y ese señor tuvo una idea, fundar un canal de
televisión ¡imagínate! Una apuesta peligrosa, un canal de televisión
en un país donde nadie tenía un televisor ¿le gustaría a la gente?
¿estarían dispuestos a pagar por un aparato para ver su idea
cristalizada? No era apuesta simple, pero él apostó. Y esa mente
brillante se rodeó de montones de gente, de los más capaces, los más
creativos, los más sabios, los más trabajadores, desde ingenieros
innovadores a obreros capaces, y él, en el centro, coordinando toda
esa maravilla. Y ese canal fue representación de lo que podemos hacer
los venezolanos, de hasta que punto el ingenio y la constancia pueden
construir, hasta que llegaste tú, y te quisiste apoderar de la obra
creada.

Entonces le prohibiste transmitir en señal abierta, para tener la
excusa de robarles su obra. Pero no te funcionó, por alguna razón
extraña, lo que en sus manos era un canal rentable y muy visto, en tus
manos se convirtió en un adefesio espantoso e inútil que da pérdidas.

Hoy terminas definitivamente con ese canal (o al menos eso crees),
porque no puedes soportarlo, su existencia te recuerda que robar no te
sirvió de nada. Y así te pasa siempre, Hugo, es una constante,
haciendas productivas que en tu manos son eriales, canales de rating
que hasta exportan programas se convierten en bodrios que no ven ni
los que te apoyan, industrias productivas que trocan en otras
quebradas, hoteles que terminan siendo pensiones de mala muerte,
mercados convertidos en bodega, bancos que acaban en lupanares de
usureros…

Y así todo, así siempre… ¿Que pasa, Hugo? ¿por que nada te funciona?
¿como es que robas cadenas de oro y acabas con collares de plástico?
¿Que falla, Hugo? ¿que falla? Tienes el dinero, tienes la fuerza,
tienes el poder ¡y no te funciona! ¡nada te funciona! Has gastado
millones en armas, para amedrentar, para intimidar, tienes ejércitos
regulares e irregulares bajo tu mando para oprimir, has comprado
voluntades.. ¡y nada funciona! ¡coño de la madre! ¡no te funciona!

Y no entiendes, eres presa de la ira porque no entiendes que es lo que
no funciona, porque usando tantos recursos no logras ya no crear, sino
siquiera mantener lo que esos hombres hicieron. Yo sí lo sé, Hugo, yo
sé cual es el problema, yo sé donde está tu fallo.

El error es que no has expropiado la piedra angular de todo esto, no
has expropiado lo que hace que un supermercado sea supermercado y no
bodega, lo que hace que un canal sea visto y no un bodrio intragable
que no ve ni la mamá del director, eso que hace que un hotel esté
siempre a reventar y no parezca pensión de mala muerte… ¡el alma,
Hugo! ¡el alma! ¡eso es lo que tienes que expropiar!

El alma, eso que hace que un hombre cree, produzca, haga, invente. Esa
cosa que permite salvar obstáculos, esa cosa maravillosa que hace que
un hombre, una mota de polvo en el universo, se convierta en un
gigante capaz de transformar su entorno, de someterlo a sus deseos.

No es dinero, Hugo, tú problema es de comprensión, no es dinero, es
amor, es orgullo, es tenacidad, no es ganar cada vez más dinero, es
tener una idea, enamorarte de ella, llevar la idea a la realidad,
verla crecer, verla formarse, ver que cobra vida y maravillarte
diciéndote "eso lo hice yo", pensar que de no existir tú, esa
maravilla no existiría, que está allí porque la pensaste, la
imaginaste, la hiciste. Es sentir que aunque esa obra no pase a lo
mejor a la historia de la humanidad, ni del país siquiera, será parte
de la historia de mucha gente, gente que de una u otra forma trabajo
en o para ella.

El problema, Hugo, es que cuando expropias, robas, pero solo robas lo
físico, robas edificios, muebles, máquinas, pero eso son solo cosas
materiales, lo que realmente mueve todo es la suma de voluntades, lo
que mueve todo es el cerebro y el alma de millones de hombres y
mujeres que hacen que las cosas tengan vida, porque las cosas, cuando
no tienen el alma del hombre que las hace útiles, no son nada.

Los zapatos, Hugo, no son nada, si no tienen al hombre que les de
vida, no son capaces por sí mismos de hacer huellas y marcar camino,
son solo una mezcla de cuero, suela, hilos y pega, pero sin la mente
del hombre, no son nada. Y tú, Hugo, eres un pobre ser, un primitivo
que piensa que si le robas a un hombre sus zapatos, podrás caminar
como él. Lo que tienes que expropiar, Hugo, es el alma, y eso no lo
puedes robar, no importa cuantos cañones tengas, ni cuantos macacos
vestidos de verde amedrentador envíes, no importa cuanto miedo
siembres, ni cuanto dinero regales, no puedes robar el alma ¡y esa es
tu arrechera! Que lo que nos quieres quitar, no nos lo puedes quitar,
ni siquiera nosotros, aún queriendo dártelo, podemos hacerlo, porque
el alma es intransferible. Lamentablemente,

Hugo, tú me puedes quitar mi casa, mi negocio, mi dinero, y hasta mi
vida, pero más de eso, no me puedes quitar, puedes incluso romperme el
alma, eso no te lo niego, pero no la podrás usar ¡nunca! Así que, eso
es, Hugo. Eso es lo que debes expropiar para que las cosas te
funcionen, y como no puedes…

¡JÓDETE!


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MALDITO! EL SOLDADO QUE EMPUÑA UN ARMA EN CONTRA DE SU PUEBLO!!

(SIMON BOLIVAR)

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