Señores magistrados del TSJ
Carta abierta de Cesar Camejo Blanco.
Caracas 26 de marzo de 2011.
Honorables magistrados, todos nosotros somos hombres de razón; en su caso porque están llamados a cumplir la Constitución Nacional, y el cronista porque viene del mundo empresarial.
Quería ser franco. Yo no voy a cumplir una decisión que esté en contra de la constitución y la ley, esa misma que ustedes juraron respetar. No convalidaré con mi silencio ningún disparate, que vaya en contra del imperio de la ley, el orden y la civilidad, bajo la cual los venezolanos queremos vivir.
Ahora, -honorables magistrados-, es mas que obvio, que llevo días detenido ilegalmente, luego que se me acusara con una ley derogada y lo que es peor, que fiscales recusados, presentaran una acusación fuera del lapso, y no ante el tribunal natural cuando tuvieron la oportunidad. Algo sin precedentes en la historia judicial de Venezuela.
Un solo hombre, ambicionado y movido por el abuso del poder, ha actuado contra mí. Sería bueno reflexionar, sobre el hecho que un hombre, como el Capitán Hernández Behrens, Superintendente, nos presione, y sino se sucumbe ante él, luego mueva o pretenda mover jueces, fiscales, y al mismísimo poder judicial contra alguien que por razones que él creó, considera su enemigo.
Quiero decirles, que tal como ha demostrado la realidad y la manera tan tardía en que salió de encaje la Entidad de Ahorro y Préstamo Casa Propia, no teníamos problemas económicos. Quien suscribe no es protagonista de esos curiosos saltos de la pobreza a la opulencia en 10 años. Mi padre, y yo, hemos trabajado toda la vida, en este país, que es un pueblo de oportunidades.
En sus manos, honorables magistrados, está mi caso. No pido favores sino justicia. No me han permitido defenderme, porque mi detención es arbitraria, juro solemnemente que renuncio a la venganza contra quienes hoy hacen llorar a mi familia, pero sólo les recuerdo, honorables magistrados, alzando las esposas que hoy llevo en las muñecas que un hombre así, amarrado, no puede defenderse.
Espero su decisión ajustada al derecho y la Constitución. Pido que cese esta detención que se inscribe dentro de lo que las Naciones Unidas califican como detención "arbitraria", y espero tranquilo, con la conciencia de quien es inocente como los gladiadores romanos que morían en la arena "Salve Cesar los que mueren de pie, te saludan"
César Camejo Blanco.
Preso en el Sebin.
Carta abierta de Cesar Camejo Blanco.
Caracas 26 de marzo de 2011.
Honorables magistrados, todos nosotros somos hombres de razón; en su caso porque están llamados a cumplir la Constitución Nacional, y el cronista porque viene del mundo empresarial.
Quería ser franco. Yo no voy a cumplir una decisión que esté en contra de la constitución y la ley, esa misma que ustedes juraron respetar. No convalidaré con mi silencio ningún disparate, que vaya en contra del imperio de la ley, el orden y la civilidad, bajo la cual los venezolanos queremos vivir.
Ahora, -honorables magistrados-, es mas que obvio, que llevo días detenido ilegalmente, luego que se me acusara con una ley derogada y lo que es peor, que fiscales recusados, presentaran una acusación fuera del lapso, y no ante el tribunal natural cuando tuvieron la oportunidad. Algo sin precedentes en la historia judicial de Venezuela.
Un solo hombre, ambicionado y movido por el abuso del poder, ha actuado contra mí. Sería bueno reflexionar, sobre el hecho que un hombre, como el Capitán Hernández Behrens, Superintendente, nos presione, y sino se sucumbe ante él, luego mueva o pretenda mover jueces, fiscales, y al mismísimo poder judicial contra alguien que por razones que él creó, considera su enemigo.
Quiero decirles, que tal como ha demostrado la realidad y la manera tan tardía en que salió de encaje la Entidad de Ahorro y Préstamo Casa Propia, no teníamos problemas económicos. Quien suscribe no es protagonista de esos curiosos saltos de la pobreza a la opulencia en 10 años. Mi padre, y yo, hemos trabajado toda la vida, en este país, que es un pueblo de oportunidades.
En sus manos, honorables magistrados, está mi caso. No pido favores sino justicia. No me han permitido defenderme, porque mi detención es arbitraria, juro solemnemente que renuncio a la venganza contra quienes hoy hacen llorar a mi familia, pero sólo les recuerdo, honorables magistrados, alzando las esposas que hoy llevo en las muñecas que un hombre así, amarrado, no puede defenderse.
Espero su decisión ajustada al derecho y la Constitución. Pido que cese esta detención que se inscribe dentro de lo que las Naciones Unidas califican como detención "arbitraria", y espero tranquilo, con la conciencia de quien es inocente como los gladiadores romanos que morían en la arena "Salve Cesar los que mueren de pie, te saludan"
César Camejo Blanco.
Preso en el Sebin.
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