27/3/11

El silencio de los inocentes de Pdvsa

... ¿y dónde están los jubilados Pdvsa? Respuesta: seguramente viendo novelas en televisión; regando las matas del jardín o paseando el perro; con signos de tolerancia hacia estos desmadres del chavismo que atentan contra su propio esfuerzo acumulado como trabajadores de Pdvsa, durante muchos años. O con los signos de entrega, miedo y falta del sentido de la vida, propios de los cómplices del silencio y de la impunidad de la corrupción chavista aplicados también en los maletinazos de Antonini, los Millones de alimentos podridos de Pdval, las Petrocasas de Uruguay y en otros delitos robolucionarios que han echado mucha tierra pero no olvido.
FRANCISCO RIVERO VALERA
EL UNIVERSAL viernes 25 de marzo de 2011
El silencio de los inocentes de Pdvsa


Pdvsa tiene 23 mil jubilados, según AJIP o Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera. Todos tienen más de 60 años. Todos trabajaron 15 años o más para la industria. Y todos dejaron parte de su salario en el plan contributivo de la empresa para asegurar la pensión de jubilación. Es algo así como ahorrar para el futuro. Pero, a pesar de todos los esfuerzos hechos durante su vida de trabajadores activos, el 85% sobrevive con una pensión minina de 1.600 bolívares débiles, perdón, de bolívares fuertes; miseria hecha carne en este mundo feliz del gobierno comunista, con la inflación más alta del continente.

Ante estas circunstancias, a veces pienso que los jubilados Pdvsa tienen mala suerte. En parte por lograr una pensión miserable de 1.600 bolívares de jubilación, después de trabajar hasta largar el pelo durante 15 años y más. Y en parte, porque el plan contributivo, que forma parte del Fondo de Pensiones, ha sido mal manejado por la Junta Directiva de Pdvsa. Este fondo tenía 1.895 millones de dólares en el año 2009, con colocaciones que generaron utilidades suficientes para aumentar las pensiones, depositar un bono de productividad a cada jubilado y continuar con las inversiones. Pero, el colmo, durante varios años de gobierno robolucionario no se le ha visto el queso a la tostada: las pensiones han continuado invariables y en Pdvsa se han hecho los inocentes al no emitir ningún tipo de información detallada sobre el estado económico real. Esta situación tan anormal ha fomentado la desconfianza entre los jubilados hasta tal punto de que todo el mundo ha pensando que la Junta Directiva de la empresa ha jugando un doble juego: el kikirigüiki con el dinero del Fondo de Pensiones, y el embobamiento de los sexagenarios con la canción Silencio, de Carlos Gardel, que dice: Silencio en la noche/ ya todo está en calma/ el músculo duerme/ la ambición trabaja.

Afortunadamente, tarde o temprano la verdad sale a flote. Y, el 10 de marzo del 2011, la justicia del imperio descubrió el kikirigüiki del Fondo de Pensiones: tremendo fraude de 541 millones de dólares, cometido por Francisco Illaramendi, banquero venezolano-estadounidense y persona de confianza de la Directiva de Pdvsa. Sería el mayor juicio de cuello blanco conducido por la oficina del Fiscal Federal del estado de Connecticut, según David Fein. Y, como para llorar, también fueron revelados los montos cargados como pérdidas: 520 millones de bolívares en el 2008, y 331 millones de bolívares en el 2009. Esto es lo que se llama Pudreval versión 2, de este gobierno comunista supercorrupto.

Pero, ante estas nuevas evidencias del alto nivel de corrupción de este gobierno comunista, pregunto: ¿y dónde están los jubilados Pdvsa? Respuesta: seguramente viendo novelas en televisión; regando las matas del jardín o paseando el perro; con signos de tolerancia hacia estos desmadres del chavismo que atentan contra su propio esfuerzo acumulado como trabajadores de Pdvsa, durante muchos años. O con los signos de entrega, miedo y falta del sentido de la vida, propios de los cómplices del silencio y de la impunidad de la corrupción chavista aplicados también en los maletinazos de Antonini, los Millones de alimentos podridos de Pdval, las Petrocasas de Uruguay y en otros delitos robolucionarios que han echado mucha tierra pero no olvido.

O sea, creo que ya llegó la hora de tomar vitaminas o Viagra. El 2012 está cerca.

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