¿La crisis eléctrica no se había superado, Alí?

En el transcurso del año 2010, en el país se registraron 350 apagones de más de 100 MV



No es que vuelve, es que nunca se ha logrado superar la crisis de energía eléctrica que azotó el país _en particular la provincia_ en el primer trimestre del año pasado. Con este nuevo repunte del problema, que apenas logró ser atenuado a finales de 2010 gracias a la naturaleza y a algunos trabajos coyunturales mínimos, se pone de bulto una vez más la absoluta incapacidad del gobierno para hacer frente, solventar y gerenciar uno de los servicios básicos que se requieren para el funcionamiento normal del país y el desenvolvimiento diario de las personas.

Habría que señalar con todas sus letras la ineptitud mostrada por el tren ministerial y en particular por el ministro Alí Rodríguez, a quien lanzaron en paracaídas a un terreno que en lo absoluto conoce y mucho menos domina.

La mayúscula desvergüenza de este señor fue aseverar en junio de 2010: "Hemos superado la crisis eléctrica", cuando el Gobierno sólo cumplió con 13% de los 5.000 MV qu e anunció iba a ejecutar y en el transcurso del año 2010, en el país se registraron 350 apagones de más de 100 MV.

Tamaña falacia de Rodríguez no la creen hoy ni en Santa Elena de Uairén, ni en Barquisimeto, ni en Valencia ni en ninguna ciudad del interior castigada por la mala gerencia de este sector.

Ya lo advertían los técnicos y los expertos el año pasado, las necesarias inversiones para repotenciar los sistemas eléctricos, la búsqueda de nuevas fuentes de energía (se les ocurrió que la nuclear y no nos queremos ni imaginar un episodio como el de las planta de Fukushima en manos de estos señores), la capacitación del personal, pero el régimen lo que hizo fue poner pañitos calientes e invocar al dios de la lluvia.

Lo más indignante que es el comandante presidente, en una insólita e improductiva gira por el sur, le regala ¡diez millones de dólares a una universidad uruguaya. Con tantas necesidades por resolver en este país (pregúntenle a los enfermeros en huelga de hambre qué les pareció el regalito).

Por los vientos que soplan y la proverbial incapacidad del Gobierno habrá que ir comprando linternas y velas... si se consiguen.