Asegura desde Ramo Verde militar Carlos Manuel Carreño Muñoz:
“Yo vi a Makled darle plata a Acosta Carlez”
**** El hombre que rescató a Chávez en La Orchila el 12 de abril, denunció en varias oportunidades la alianza entre Acosta Carlez y Walid Makled sin ser escuchado. Hoy permanece recluido en Ramo Verde pagando por un delito que asegura no cometió
RAMO VERDE.- “Yo vi cuando Acosta Carlez recibía dinero de manos de Walid Makled en Pdvsa Guaya, durante el paro petrolero”, sentencia el Sargento Mayor de Segunda del Ejército Carlos Manuel Carreño Muñoz, quien desde su celda en el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil) ubicado en el sector Ramo Verde de la capital mirandina, asegura estar dispuesto a declarar ante las autoridades sobre el caso. Por espacio de dos horas, quien redacta este trabajo conversó con el efectivo militar durante la jornada de visita de la cárcel militar. Carreño Muñoz asegura que de todas las personas que Makled ha señalado en las últimas semanas “el único que puedo decir con propiedad que está involucrado es el ex Gobernador de Carabobo”. Agregó que Raúl Isaías Baduel, ex comandante del Ejército y ex ministro de la Defensa, quien se encuentra igualmente preso en Ramo Verde, “estaba al tanto de la mafia Makled-Carlez”.
Baduel se cuadró con Carlez
En la celda que comparte con otros dos presos militares, ubicada en el piso uno del referido penal, el sargento narró con detalles como en 2002 Carlez negoció con Makled “en un galpón de la zona industrial El Recreo del sector Flor Amarillo de Valencia. Allí Walid almacenaba grandes cantidades de urea para el procesamiento de la droga (...) la estructura era custodiada por varios guardias nacionales”. Carreño Muñoz, quien fue mano derecha del general Raúl Isaías Baduel en el año 2002, asegura que cuando Carlez fue gobernador “en varias oportunidades ordenó por radio a los patrulleros de carretera que no detuvieran a ningún camión de carga que circulara tanto por la Autopista Regional del Centro como por la vía que comunica con Puerto Cabello, para poder pasar la droga”. Aseguró que durante ese tiempo Makled era “custodiado por efectivos de la Policía de Carabobo (...) muchas veces alerté a Baduel sobre todas estas irregularidades, él estaba al tanto de todo, sin embargo prefirió creerle a Carlez, quien al enterarse de que yo lo estaba denunciando comenzó a perseguirme”.
Corrupción en Insalud
Carreño se convirtió en el objetivo del ex gobernador de Carabobo cuando además de alertar sobre los negocios turbios que mantenía con Makled, denunció la existencia de una cooperativa fantasma donde se desviaron los recursos del presupuesto regional correspondiente para el traslado de los médicos cubanos de la Misión Barrio Adentro.
“Yo, en compañía de un grupo de choferes conformamos una cooperativa de servicios denominada “Diego Ibarra 32165 R.L”, para la Misión Barrio Adentro en el estado (...) luego de un tiempo, sin recibir el pago por parte de Insalud de los honorarios establecidos por el servicio, investigo y descubro que el hermano del ex gobernador, Ramón Acosta Carlez, estaba recibiendo dicho dinero destinado a mi cooperativa”, narró.
Carreño, con pruebas y documento en mano, mostró que en efecto a través de un decreto firmado por Luis Felipe Acosta Cárlez se transferían montos de hasta 1.713.403.211,05 bolívares de los anteriores a la empresa paralela. “El expediente que armé lo hice llegar a la Presidencia de la República, la Asamblea Nacional, al Tribunal Supremo de Justicia y Venezolana de Televisión, sin recibir respuesta”.
Un crimen que no cometió
“A partir de entonces es cuando el ex primer mandatario regional de Carabobo inicia una cacería de brujas en mi contra, al punto de inculparme de un secuestro donde no existió víctima, atentar contra mi vida en tres oportunidades y finalmente lograr que me sentenciaran a 16 años y medio de prisión por un crimen que no cometí”, destacó.
El sargento fue involucrado en el asesinato del boxeador David José Paredes, hecho ocurrido cuando se enfrentaban bandas rivales en un caserío cercano a la ciudad de Valencia frente a su residencia. “Yo fui quien llamé a la policía al escuchar las detonaciones cuando me encontraba con mis hijas viendo televisión (...) los culpables del hecho, dos azotes de barrio, entre ellos un adolescente, fueron capturados y aunque confesaron su crimen y me desvincularon del mismo, ellos fueron juzgados y permanecen en libertad tras recibir una medida cautelar sustitutiva de libertad”.
“Mi pecado fue no ser un delincuente. Yo sigo preso gracias a los tentáculos de poder que aún mantiene Acosta Carlez en la justicia y dentro de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (...) yo lo que pido es que magistrados imparciales lean mi expediente para que se haga justicia”, destacó. Dos jueces, un fiscal del Ministerio Público y un comisario del Cicpc han sido expulsados de sus organismo al detectarse irregularidades en el manejo de este caso.
“Hablé con mi comandante“
Carreño logra llamar la atención del Presidente de la República, a quien rescató en abril de 2002 de La Orchila tras robarse un helicóptero, y le solicita que sea recluido en la sede de la Disip, ubicada en el Helicoide. “Mi comandante me dijo que tenía que esperar la decisión del Tribunal acerca del caso de asesinato, en efecto fui sentenciado posteriormente, trasladado a esta cárcel donde ya voy a cumplir tres años, sumando cinco privado de libertad”. En abril de 2010 Carreño inició una huelga de hambre dentro de Ramo Verde, con la que logró llamar la atención del Gobierno Nacional, aunque en esa oportunidad representantes del Ejecutivo Nacional se comprometieron a revisar su causa, hasta la fecha no recibe respuesta. -No es justo que se juzgue así a una persona “que ha sacrificado tanto por este proceso, me pregunto si el poder económico vale más que el moral.
“Carlez pagó para matarme”
Denunciar la mafia Makled-Carlez ante la fiscalía originó que él y su familia fueran víctimas de amenazas de muerte. Por esta denuncia, en julio de 2005 el Ex-Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez y el Magistrado Luis Antonio Ortiz, inspector general del Tribunal Supremo de Justicia dictan una boleta bajo el número GJ013012005018990 solicitando protección policial al grupo familiar del sargento. Hasta el día de hoy esta medida no se ha cumplido. Asimismo, Acosta Carlez “logró que me internaran inicialmente en la cárcel de Tocuyito como un preso común, pagando 200 millones de bolívares de los viejos para el líder del penal me matara, quien se negó a ejecutarlo siendo asesinado posteriormente”.
-Tengo 5 años en esta lucha contra la mafia de estos dos delincuentes, seguiré peleando y denunciando hasta el final, pues llevo 5 años y un mes preso por un delito que no cometí, un muerto que me sembraron para callarme la boca
“Mi pecado fue no ser un delincuente. Yo sigo preso gracias a los tentáculos de poder que aún mantiene Acosta Carlez en la justicia y dentro de las Fuerzas Armadas Bolivarianas”
“Acosta Carlez le pagó 200 millones de bolívares de los viejos al líder del penal de Tucuyito para que me matara, y él se negó a ejecutarlo, siendo asesinado posteriormente”
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