Exige un compromiso de denuncia y de trabajo que ahora no existe. Y, por lo menos, los diputados que he mencionado y otro, precisamente un periodista, Miguel Angel Rodríguez, son de los que usan su voz con frecuencia. Pero la inmensa mayoría de los diputados de la oposiciòn, no solamente no se les oye, sino que no actúan.
Dirigentes con horario
La semana en que según el vicepresidente Elías Jaua , un grupo armado se enfrentó al gobierno de manera insurreccional, léase los presos de El Rodeo I y II, sirvió para definir mejor una corriente de liderazgo político en Venezuela, que no acaba de extinguirse: la de los medios de comunicación y las ONG.
Si bien es cierto que asomaron la cabeza María Corina Machado y William Ojeda, dos políticos, parlamentarios de la Asamblea Nacional, en la defensa de los presos y Ojeda se arriesgó al allanamiento de su inmunidad, la batería y el `peso de “la ley” , es decir el ataque del gobierno, molesto por la mala prensa internacional y la duración del motín, va contra los medios de comunicación que han estado al lado de los familiares de los insurrectos y han intentado llegar hasta el campo de batalla y para los dirigentes de las ONG, que siguen acompañando a las familias en género, número y caso, incluyendo el hostigamiento y la agresión física a la que han estado constantemente expuestos. El gobierno siempre ha identificado muy bien a sus enemigos.
Seguimos pues, en el mismo patrón que tanto se criticó. Que la clase política están siendo sustituida por los medios de comunicación, que hay que corregir eso, que patatín y que patatán. Que los periodistas debían dejar de ser políticos.
Pero cuando el ciudadano común mira alrededor a para ver quién lo ampara, quien lo defiende, quien puede publicarle una denuncia, quien puede ir a ver lo que está pasando que lo afecta, encuentra sólo a los periodistas y a alguna organización no gubernamental.
¿ Que le pasa a los políticos de oposición? La explicación la dio fuera de récord uno de sus dirigentes. “En realidad, no hay que culparlos por no estar aquí ni ocuparse de los presos, están trabajando mucho, estamos en campaña”.
Esa es la diferencia entre un político de escritorio y un líder. ¿ No basta- me dirá alguno – con que los parlamentarios opositores hayan dado la batalla para preservar la inmunidad parlamentaria de Ojeda y que Machado se haya reunido con los familiares de los presos y los haya acompañado dentro de la Asamblea y en alguna otra reunión?
No, no basta. Acabar con el horror de las cárceles venezolanas, con la degradación de la policía que es capaz de asesinar como que si nada en una de sus oficinas, o con el inmenso negocio que existe en las cárceles nuestras , en expansión bajo la vigilancia y / o complicidad de elementos de la Guardia Nacional no son tareas sencillas, para que sólo se necesite un pronunciamiento, sin mojarse los pies.
Exige un compromiso de denuncia y de trabajo que ahora, no existe. Y, por lo menos, los diputados que he mencionado y otro, precisamente un periodista, Miguel Angel Rodríguez, son de los que usan su voz con frecuencia. Pero la inmensa mayoría de los diputados de la oposiciòn , no solamente no se les oye, sino que no actúan.
Y no me vengan con el cuento de que el presidente de la Asamblea, Soto, Rojas, no les concede el derecho de palabra, porque todavía no les ha cortado la lengua , los pies,ni les maneja el tiempo. En otros países es normal que los parlamentarios tengan lugares donde reciben a la gente que quiera plantearles algo. Aquí es un secreto muy bien guardado y poca gente puede ingresar a sus oficinas parlamentarias.
La actividad normal de un asambleísta es ir a la oficina de su partido y consumirse en la pelea interna y en la “ campaña” interna, que viene a ser lo mismo .Los jueves, se va a su región a “ hacer campaña”. Los dirigentes máximos , tienen la costumbre de ir una vez a la semana a encontrase , después de las cinco de la tarde en un hotel del este, con otros como ellos, a hablar del desarrollo de la unidad de la oposición y en eso, al parecer, tienen éxito. Van bien. Es decir, tienen menos desacuerdos que antes y van a tener primarias y bla bla bla.
Mientras se esfuerzan en eso, el país se cae a pedazos. Venezuela exige activistas y no oficinistas, dirigentes que puedan montar bicicleta y comer chicle. Porque ahora me van a decir, que es que estoy en contra de las primarias. No, lo que pasa es que creo que uno se puede ocupar de varios problemas al mismo tiempo, sobre todo si tiene varios graves. Nada impide ocuparse de las primarias y de los problemas mas graves de la gente. Ah, eso si, es mucho más trabajo y alo mejor ,los votos no son tan seguros.
A los venezolanos se nos oscurecen las ciudades varias veces al día, no encontramos comida, hay enfrentamientos entre el ejército y los presos de un penal armados hasta los dientes , asaltan todos los días en el transporte público. Volver a Venezuela un país civilizado debería ser tarea de unos profesionales expertos en el gobierno que llaman políticos pero no, quiénes se llaman así aquí , esperan que alguien solucione esos problemas por ellos, primero porque ahora están muy ocupados. Y cuando se les reclama, dicen que ¿como hacen?, que los chavistas los aplastan o no les hacen caso. Precisamente, la gracia del que protesta es la creatividad y la fuerza, el carisma y el ejemplo.
Conste que no he hablado de los políticos chavistas, que para mas inri, se dicen revolucionarios, o sea, defensores por antonomasia de los derechos humanos de todos, luchadores contra la injusticia, productores de esperanza para los pobres. No defensores del status quo, maestros en obsecuencia y en el olvido de las verdaderas tareas revolucionarias.
Los próximos días harán mas clara esta tendencia, que no desaparece, sino que se fortalece: el surgimiento de líderes no tradicionales para un país en disolución ética.
Dirigentes con horario
La semana en que según el vicepresidente Elías Jaua , un grupo armado se enfrentó al gobierno de manera insurreccional, léase los presos de El Rodeo I y II, sirvió para definir mejor una corriente de liderazgo político en Venezuela, que no acaba de extinguirse: la de los medios de comunicación y las ONG.
Si bien es cierto que asomaron la cabeza María Corina Machado y William Ojeda, dos políticos, parlamentarios de la Asamblea Nacional, en la defensa de los presos y Ojeda se arriesgó al allanamiento de su inmunidad, la batería y el `peso de “la ley” , es decir el ataque del gobierno, molesto por la mala prensa internacional y la duración del motín, va contra los medios de comunicación que han estado al lado de los familiares de los insurrectos y han intentado llegar hasta el campo de batalla y para los dirigentes de las ONG, que siguen acompañando a las familias en género, número y caso, incluyendo el hostigamiento y la agresión física a la que han estado constantemente expuestos. El gobierno siempre ha identificado muy bien a sus enemigos.
Seguimos pues, en el mismo patrón que tanto se criticó. Que la clase política están siendo sustituida por los medios de comunicación, que hay que corregir eso, que patatín y que patatán. Que los periodistas debían dejar de ser políticos.
Pero cuando el ciudadano común mira alrededor a para ver quién lo ampara, quien lo defiende, quien puede publicarle una denuncia, quien puede ir a ver lo que está pasando que lo afecta, encuentra sólo a los periodistas y a alguna organización no gubernamental.
¿ Que le pasa a los políticos de oposición? La explicación la dio fuera de récord uno de sus dirigentes. “En realidad, no hay que culparlos por no estar aquí ni ocuparse de los presos, están trabajando mucho, estamos en campaña”.
Esa es la diferencia entre un político de escritorio y un líder. ¿ No basta- me dirá alguno – con que los parlamentarios opositores hayan dado la batalla para preservar la inmunidad parlamentaria de Ojeda y que Machado se haya reunido con los familiares de los presos y los haya acompañado dentro de la Asamblea y en alguna otra reunión?
No, no basta. Acabar con el horror de las cárceles venezolanas, con la degradación de la policía que es capaz de asesinar como que si nada en una de sus oficinas, o con el inmenso negocio que existe en las cárceles nuestras , en expansión bajo la vigilancia y / o complicidad de elementos de la Guardia Nacional no son tareas sencillas, para que sólo se necesite un pronunciamiento, sin mojarse los pies.
Exige un compromiso de denuncia y de trabajo que ahora, no existe. Y, por lo menos, los diputados que he mencionado y otro, precisamente un periodista, Miguel Angel Rodríguez, son de los que usan su voz con frecuencia. Pero la inmensa mayoría de los diputados de la oposiciòn , no solamente no se les oye, sino que no actúan.
Y no me vengan con el cuento de que el presidente de la Asamblea, Soto, Rojas, no les concede el derecho de palabra, porque todavía no les ha cortado la lengua , los pies,ni les maneja el tiempo. En otros países es normal que los parlamentarios tengan lugares donde reciben a la gente que quiera plantearles algo. Aquí es un secreto muy bien guardado y poca gente puede ingresar a sus oficinas parlamentarias.
La actividad normal de un asambleísta es ir a la oficina de su partido y consumirse en la pelea interna y en la “ campaña” interna, que viene a ser lo mismo .Los jueves, se va a su región a “ hacer campaña”. Los dirigentes máximos , tienen la costumbre de ir una vez a la semana a encontrase , después de las cinco de la tarde en un hotel del este, con otros como ellos, a hablar del desarrollo de la unidad de la oposición y en eso, al parecer, tienen éxito. Van bien. Es decir, tienen menos desacuerdos que antes y van a tener primarias y bla bla bla.
Mientras se esfuerzan en eso, el país se cae a pedazos. Venezuela exige activistas y no oficinistas, dirigentes que puedan montar bicicleta y comer chicle. Porque ahora me van a decir, que es que estoy en contra de las primarias. No, lo que pasa es que creo que uno se puede ocupar de varios problemas al mismo tiempo, sobre todo si tiene varios graves. Nada impide ocuparse de las primarias y de los problemas mas graves de la gente. Ah, eso si, es mucho más trabajo y alo mejor ,los votos no son tan seguros.
A los venezolanos se nos oscurecen las ciudades varias veces al día, no encontramos comida, hay enfrentamientos entre el ejército y los presos de un penal armados hasta los dientes , asaltan todos los días en el transporte público. Volver a Venezuela un país civilizado debería ser tarea de unos profesionales expertos en el gobierno que llaman políticos pero no, quiénes se llaman así aquí , esperan que alguien solucione esos problemas por ellos, primero porque ahora están muy ocupados. Y cuando se les reclama, dicen que ¿como hacen?, que los chavistas los aplastan o no les hacen caso. Precisamente, la gracia del que protesta es la creatividad y la fuerza, el carisma y el ejemplo.
Conste que no he hablado de los políticos chavistas, que para mas inri, se dicen revolucionarios, o sea, defensores por antonomasia de los derechos humanos de todos, luchadores contra la injusticia, productores de esperanza para los pobres. No defensores del status quo, maestros en obsecuencia y en el olvido de las verdaderas tareas revolucionarias.
Los próximos días harán mas clara esta tendencia, que no desaparece, sino que se fortalece: el surgimiento de líderes no tradicionales para un país en disolución ética.
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