- Mi admirado amigo, el intelectual cubano Angel Cuadra, el pasado 27 de mayo, publicó en el Diario de las Américas, un trascendente artículo que tituló: Avanzada sobre el exilio cubano. Angel más que un artículo me atrevo a decir que desnuda una nueva y perversa manipulación de los tiranos Castro y su nomenclatura, para los que 52 años no parecen restarle ni maldad ni fuerzas para destruir a los que con firmeza y honestidad les han combatido.
Comento y cito a Angel Cuadra talentoso hasta para la denuncia, valiente siempre y certero por demás… Dice abriendo su artículo que (Y lo cito textual) “El dueño de una de las galerías de arte aquí en Miami, comentaba como está viniendo en viajes transitorios desde Cuba, un considerable número de pintores y otros artistas que tratan de establecer contactos con pintores y de otras ramas del arte en el exilio, en actividades como los viernes culturales de la Calle 8, por ejemplo. Ya no se trata de esas embajadas artísticas, como grupos musicales en los llamados intercambios culturales en grande que, por la índole propia de las mismas, son propicias a conflictos o rechazos públicos.
Se trata ahora de acercamientos a niveles personales. El visitante, apoyado en un punto de coincidencia –el arte en estos casos- con el colega exiliado, intenta transmitirle una buena imagen de la vida cultural en Cuba y, si puede, pasar a otros campos del acontecer social allá. Si encuentra algún rechazo o replica con su interlocutor, entonces tácticamente elude el punto y trata, incluso, de señalar alguna que otra coincidencia de crítica al régimen, deteniendo el intercambio en el punto en el que se hace posible una convergencia en el arte y la cultura, sin el asentimiento político. Pero el mensajero ya tuvo un avance de acercamiento, y sutil condescendencia, en el ámbito personal de su desprevenido interlocutor”…
Como dice Angel Cuadra, podría esto resultarnos una “Sutil tontería”, pero como él, creo que bien lejos está de serlo… Les contaré por ejemplo que hace unos días, estando yo en Miami, entré a una tienda de venta de productos de oficina y computadoras, uno de los cajeros, al escuchar mi acento me preguntó si era venezolana. Al asentir, de inmediato entró en conversación conmigo… Me dijo –aunque ya lo había notado- que era cubano y que un gran amigo de él había salido de Venezuela hacía poco, donde había llegado a prestarnos su “Invalorable ayuda” como médico… - Le dejé concluir su cuento de los maravillosos y “Desinteresados” aportes que los cubanos de la Cuba castrista están haciendo en mi país, de como han venido a mostrarnos, según él por primera vez lo que es un médico y por supuesto los prodigiosos avances de la medicina en revolución… Habló y habló hasta que brusca lo interrumpí para preguntarle ¿Cuánto tiempo hace que saliste de Cuba?, a lo que me respondió: ¡Un año!
Volví a indagar, esta vez sobre qué motivación tuvo para irse a los Estados Unidos… Si fue por un anhelo de libertad o si fue por otro motivo, que por supuesto tengo claro… Me respondió, el cajero de ese negocio de venta de productos de oficina, que él estaba mucho mejor en Cuba, que allá la gente estaba muy bien, que él tenía un “Altísimo cargo” en un organismo dedicado al avance de las tecnologías de punta… En dos platos, lo que le faltó fue utilizar el calificativo de “Mar de la Felicidad” que acuñó el militarote traidor Hugo Chávez para “Vender” su Madre Patria castrista…
Consideré que le había regalado demasiado tiempo a este “Promotor” castrista insertado ya en los Estados Unidos y aprovechando cada oportunidad para hacer proselitismo comunista. Fue cuándo le dije –por orden de acuerdo a su discurso- que su amigo el “Invasor de bata blanca” con seguridad era un chivato que estaba en Venezuela, además de chuleándonos, ejerciendo un trabajo de espionaje y de ideologización, que él, tan masoquista como para dejar sus grandes “Comodidades” y su vida de ensueño en la mazmorra castrista era sin dudas un infiltrado de los cientos que pululan ya en los Estados Unidos y que como bien alerta Angel Cuadra “Lo que puede parecer como una sutil tontería para el poco avisado, o incrédulo, o ingenuo, es de hecho una forma, también eficaz y complementaria, del avance del plan del régimen castrocomunista sobre el exilio militante, persistente o histórico que no han podido aniquilar todavía”…
Es el Plan contra ese exilio heroico y contra todos los que combatimos esa tiranía abyecta, sanguinaria, vergonzante que sorprendentemente, aún tiene seguidores y cómplices en países cuyos habitantes y sus mismos gobiernos no parecen percatarse ni del peligro ni de la magnitud de la tragedia que puede avecinarse si no batallamos con todas nuestras fuerzas a esta banda delincuencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario