26/6/11

Puerto de la Mar, lo que un día no fue ni será



Un proyecto que llegó a ser referencia mundial y modelo para otros países, ha tenido que darse de baja por una palabra que se nos ha hecho demasiado familiar: expropiación. Conozcamos el caso del Puerto de la Mar

El proyecto
Puerto de la Mar fue concebido como un proyecto de arquitectura sostenible, un desarrollo urbano integral ubicado en el frente costero del Casco Tradicional de Porlamar, al principio del principal paseo peatonal y comercial de la ciudad: el Boulevard Guevara, un área bastante abandonada y decaída al momento de iniciar el proyecto.

Una ciudadela dentro de la ciudad, un destino dentro de un destino, un lugar de encuentro y un escenario de bienvenida, son algunas de las frases que se usaron para explicar lo que, en rigor, es un puerto de cruceros, el único que tuvo la isla hasta que se tomó la decisión de su expropiación. No solo se trataba de un simple puerto de cruceros, el proyecto incluía en su primera fase: un centro comercial turístico, una plaza gastronómica, un anfiteatro, una gran galería para reuniones y celebraciones y una marina. También se había proyectado un hotel cinco estrellas. Desde el punto de vista arquitectónico, el Puerto de la Mar buscaba reforzar nuestras raíces caribeñas, africanas, españolas y europeas, según un documento emitido por su promotor, el arquitecto Folco Riccio. Dice el documento que “La arquitectura de Puerto de la Mar se inspira en los paseos marítimos tradicionales españoles y europeos, incluyendo el uso de elementos arquetípicos de la arquitectura tradicional venezolana: corredores, patios, arcadas, fuentes, tamizados, pérgolas, así como imágenes tomadas de la arquitectura militar de defensa de fuertes y fortines, como muros de calicanto, solados de lajas de piedra, rampas, plazas ceremoniales”.

Los tropiezos
El proyecto arrancó en 1991, Riccio se asoció con Conferry y Rattan quienes participaban del proyecto en un 25% cada uno. La alcaldía del municipio Mariño participaría con otro 25% en una negociación que buscaba el apoyo político y la titularidad de las tierras. Según una nota publicada en el diario Sol de Margarita el 26 de julio de 2009 por Enyik Cordovés Sánchez, la obra se paraliza por primera vez en 1994 durante la crisis financiera de ese año. Luego se obtuvo un crédito del Banco Industrial de Venezuela que ha sido uno de los puntos álgidos del proyecto. En el año 2001 se cambia la directiva del BIV y se suspendió la línea de crédito. Entre los años 2001 y 2007 se paralizó la obra unas ocho veces por fallas en la entrega del dinero solicitado por parte del banco.

Desde el año 2007 comenzaron los problemas de índole político, e incluso empresarial. Algunos pesqueros de la zona acusaban al Puerto de la Mar de inconveniente porque dañaría la zona que es un caladero de pesca de sardinas.

El arquitecto Folco Riccio sostuvo diversas reuniones con pesqueros de la zona para lograr apoyo al proyecto, y lo logró en parte. Incluso se realizaron investigaciones cuyos resultados arrojaron que en ningún momento se afectaba el ecosistema de la zona. Sin embargo, las acusaciones de algunos otros pesqueros y Consejos Comunales, indican lo contrario, señalando además un argumento extraño que dice que el proyecto sería ya parte del Estado ya que el dinero lo había puesto el BIV y los promotores no habrían cancelado las cuotas del mismo.

La expropiación
Finalmente el presidente Hugo Chávez habría anunciado la expropiación del Puerto de la Mar para destinarlo como sede de la Universidad Bolivariana de Nueva Esparta. Anuncio que se hizo oficial el 1º de junio de 2010 vía decreto Nº 7.452. Desde julio de 2010 funcionan las áreas administrativas de la mencionada casa de estudios.

El arquitecto Folco Riccio indica que: “El caso de Puerto de La Mar fue sometido a un “juicio” que se realizó en el Despacho de la Vicepresidencia de la República. Durante nueve meses, el Ministerio del Ambiente, Agricultura y Cría, Infraestructura, Turismo, INEA, INAPESCA, la Armada, la Guardia Costera, la Gobernación, el Municipio Mariño, pescadores del sector Pampatar–La Isleta y científicos especializados en la sardina y su pesca, debatieron sobre la factibilidad del uso portuario, el cumplimiento de los permisos y sobre todo sobre los aspectos ambientales y pesqueros”, agrega que “La absoluta mayoría de los ministerios, instituciones, pescadores y científicos participantes, reconfirmaron que Puerto de La Mar tiene todos los permisos en orden y vigentes, para construir, operar, mantener y administrar el puerto de cruceros de Margarita y que la operación de cruceros no afecta el recurso sardinero ni la pesca artesanal del sector”.

Los beneficios que traería el inicio de operaciones, eran muchísimos, según afirma Riccio: “Actualmente, islas como Aruba reciben cinco veces más cruceros que los que se reciben en Margarita en el puerto de carga del Guamache. Aruba recibió más de 600.000 pasajeros el año pasado. En Margarita ya no vienen”.

“Al abrir Puerto de La Mar, el puerto de cruceros de Margarita, más de 7.000 nuevos empleos directos e indirectos se activarían en pocos meses, múltiples oportunidades para cooperativas, pequeña y mediana industria, artesanos, taxistas, guías turísticos, pintores, músicos, pescadores, cocineros, comerciantes, empanaderas, y pare usted de contar”, indica el arquitecto.

Sobre las acusaciones de que el proyecto afectaba la pesca, el arquitecto es lapidario: “La sardina desapareció hace ya cuatro años de Margarita. Puerto de La Mar, aún no ha iniciado operaciones. Quizás algún día, cuando opere para lo que fue creado, regresen las sardinas a Margarita”.

La situación actual
El puerto fue expropiado y alberga en este momento algunas áreas administrativas de la UBV de Nueva Esparta. Según un reportaje del diario Sol de Margarita publicado por Willmaly Navarro el 04 de junio de 2010, la construcción sufre de un limbo legal, y no se ha asignado ningún presupuesto para iniciar las actividades académicas para la que fue expropiado. Los habitantes de la zona, comerciantes y algunos pesqueros no tienen idea de qué va a suceder con la edificación, otros afirman que el “socialismo rescató las instalaciones para el pueblo”. La coordinadora del Programa Nacional de Formación de Educadores, María Josefa Gutiérrez, indicó que desde la ocupación progresiva, trabajan en la “reconceptualización de los espacios”.

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