2/7/11

Chávez: compasión y buen trato son de doble vía


La jueza Afiuni merece un trato como el que piden para Chávez....

Ahora que Hugo Chávez está enfermo, algo que nadie desea a nadie, han comenzado los pedidos y hasta las amenazas del chavismo en relación al respeto que debe merecer la enfermedad de su líder y el derecho que tiene de obtener la mejor asistencia médica.

Es en este momento que se pone de relieve la monstruosa insensibilidad de los hampones del chavismo. Lo que le están pidiendo a los venezolanos es lo que ellos no le han ofrecido nunca a la jueza Afiuni, a Alejandro Peña Esclusa, a Simonovis y a los demás presos de salud resentida, de múltiples quebrantos causados por las infectas cárceles chavistas durante largos meses o años.

Están pidiéndonos para Chávez la compasión que nunca mostraron por Franklyn Brito, a quien dejaron morir de manera criminal.

A Brito lo dejaron morir,con comentarios sádicos de la hiena Izarra.

Para un hombre como Chávez, quien ha pasado trece años insultando, menospreciando, humillando a los venezolanos, parece raro que ahora pida bondad, buenos deseos y compasión. Nuestra primera reacción es de desagrado y extrañeza. Pensamos: por qué quien a hierro mata pretende ahora morir a sombrerazos? Por qué quien ha insultado sin medida y con sadismo pretende ahora ser tratado con amor? Por qué, después de trece años de soberbia, vulgaridad, abuso y despotismo, se pretende ahora que imperen para él la comprensión y los buenos deseos?

Chávez está en Cuba y permanece en Cuba. Es evidente que se siente allá entre los suyos, porque el enfermo desea estar entre los suyos y él no se ha venido a Venezuela. Pareciera que Venezuela no es su patria. No es en Venezuela donde él tiene la gente en quien confía, los médicos, los leales, quienes lo quieren. Allá en Cuba es que se siente rodeado de amor.

Bueno, que se quede allá. Pero que pague el precio de quedarse allá. Si él realmente quisiera a su país vendría a tratarse aquí, aún cuando se trayera un séquito de “médicos” cubanos. Es evidente que en Venezuela no se siente en “su patria”.

Los seguidores de Chávez están pidiendo cacao. Pero, que cacao le han dado ellos a los venezolanos injustamente presos? Si Chávez tuviera algun rastro de decencia, esta sería una magnífica oportunidad para liberar a los presos políticos de su régimen. Esto es lo que un hombre decente haría si estuviera enfermo y alejado de su patria y sintiera plena empatía por la suerte de las personas a quienes tiene injustamente presas, por innobles deseos de venganza. En sus momentos de angustia y soledad este hombre pequeño debería comprender que la compasión es de doble vía, que no se puede pedir sin dar, que los venezolanos que él ha pisoteado son gente digna, mientras que mucha de la gente que lo rodea son hampones de la peor especie.

En Venezuela no hay reconciliación posible. El culpable por esto es quien hoy anda deprimido en La Habana, leyendo con voz temblorosa los cursis discursos que le escribe Fidel. Este triste hombre, en su negro momento, no ha podido comprender que la grandeza no está en el poder sino en la dignidad y en la postura moral.

Parece incapaz de un gesto.

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