Los bates quebrados que respaldan a Chacumbele quedaron nuevamente pegados a la brocha en relación con la enfermedad que aqueja a Esteban. Mintieron por partida doble. Hubo uno que aseguró que su jefe venía "en las próximas horas", demostrando que lo suyo más que amor es frenesí. Esta declaración fue desmentida por el inefable Rizarrita, quien fue más prudente, tal vez estaba algo más enterado, y dijo que el regreso del prócer de Sabaneta se produciría en los próximos días. Antonia Muñoz, la ex gobernadora de Portuguesa, le dijo a una periodista que preguntó si Chacu tenía cáncer, que el cáncer le iba a salir a ella en la lengua. ¿Qué dirá ahora la Negra? El presidente de la Asamblea Nacional fue más allá y llegó a afirmar que "si el presidente tiene cáncer yo lo diría", negando dicha enfermedad, lo que demuestra que a Soto Rojas lo colocaron ahí pero no cuenta mucho en el "proceso", pues a pesar de presidir el Poder Legislativo y ser del cogollo del PSUV no le informaron de la enfermedad presidencial o mintió descaradamente. El hermanísimo del jefe, Adán, en uno de sus regresos de La Habana y antes de amenazar con la lucha armada, afirmó que la vuelta se produciría en 10 o 12 días, lo que se está comprobando que es otra mentira. Diversos voceros rojos atacaron a los medios que pedían información, aseveraron que lo que se decía sobre la grave enfermedad presidencial eran rumores fabricados por la "ultraderecha imperialista", que todos eran falsos, pero nuevamente tuvieron un contacto inesperado con la realidad cuando su propio jefe reconoció que padecía cáncer y que tenía que seguir un estricto tratamiento. Los sargentos de Chacumbele tuvieron al país en ascuas, demostraron que su jefe no les tiene confianza y para colmo, quieren multar a Globovisión por informar lo que realmente ocurría en El Rodeo. Los multados deberían ser ellos.
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