- Los que proclaman las “guerras asimétricas” piensan en enfrentamientos opuestos a los convencionales. En ese saco meten desde guerrillas, pasando por chantajes geopolíticos hasta la lucha de clases. En Venezuela concretamente, con esta política de Estado vigente donde se apuesta al caos y en lugar de fortalecer la economía se promueven los gallineros verticales, las velas en lugar de luz eléctrica y el andar a pie, ese concepto de hacer las cosas de manera “asimétrica” adquiere vigencia de credo revolucionario.
- Una asimetría que quieren grabar a cincel en la mente de los venezolanos. Enredar las cabezas para que razonemos al revés y entonces comencemos a pensar y actuar convencidos de que el gobierno tiene razón y los equivocados somos nosotros. De esa confusión lo que resulta es sumisión.
- Por ejemplo, la resistencia tradicionalmente se organiza en el pueblo para enfrentar a un gobierno abusador. Pues bien, acá las consignas del régimen apuntan a que son ellos quienes resisten, son ellos quienes sufren el saboteo de una sociedad que no los deja gobernar y son ellos quienes deberán encarar, de un momento a otro, la invasión de un imperio insolente y vil, muy a pesar de que la invasión se ceba sobre suelo patrio en forma de hordas de cubanos, chinos e iraníes.
- Otro ejemplo de guerra asimétrica está en el señalamiento permanente a la extinta oligarquía como la causa de todos los males, mientras una burguesía súbita engorda cual sanguijuela adosada al poder. Rauda y veloz, a ratos de puntillas, a ratos con estruendo imposible de ignorar, se lleva del país el dinero, con arca y todo, el cual va a parar a jugosas cuentas en el exterior, propiedades principescas, colecciones de autos de costo exorbitante y derroches que hacen palidecer aquél “Ta’barato, dame dos”.
- Un hecho puntual que desenmascara la guerra asimétrica es el malandraje en funciones de gobierno. Normalmente los zánganos y delincuentes están en la calle y la policía detrás de ellos. Aquí es al revés, mandan y gozan de protección…hasta en las cárceles. Se supone que la guerrilla, la droga y los forajidos de todo pelaje son especies que cualquier Estado combate. Acá el Estado se convierte en socio-protector de sus planes y el territorio de la república en el tablero de juego.
- Los gobiernos existen, entre otras cosas, para velar por la felicidad de la nación, por el cumplimiento de la Ley y por la seguridad de todos. Aquí, desde el gobierno se garantiza todo aquello que contribuya a volver la vida miserable, se viola la Constitución de manera descarada y se apuesta por la destrucción nacional. La pregunta lógica surge inmediata: “¿cómo puede ser eso si a nadie beneficia?”. Porque conviene a los objetivos de un gobierno que tiene la mira fuera del país, que lleva adelante un proyecto que no es Venezuela, pero que no puede darse el lujo de tener una ciudadanía fuerte y una economía próspera. Los propietarios criollos en cada esquina velando por sus intereses son sumamente incómodos. Por ello Fidel Castro siempre permitió negocios con españoles, canadienses y alemanes, mientras mantenía los nativos en la indigencia. En otras palabras: es la guerra asimétrica, la burqa de la satrapía dominante.-
10/7/11
El gobierno asimétrico
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