Sin duda alguna, que la piedra en el zapato que tanto molesta al presidente Hugo Chávez, es la existencia de partidos políticos democráticos unidos que disienten de sus ideas marxista leninista y le impiden avanzar hacia la creación de una república socialista, con un solo partido político, al igual que China, Corea del Norte, Cuba, Vietnam, Syria, y Lybia. Esa en esencia es la única y mayor piedra en el zapato que tanto le molesta, y no encuentra como sacársela.
Mientras existan partidos políticos democráticos y estos permanezcan férreamente unidos en defensa de la democracia, en Venezuela jamás habrá socialismo, y los días del régimen chavistas estarían contados. Eso explica el miedo inicial del chavismo, cuando tomó el poder, de amenazar al liderazgo de Acción Democrática con freír sus cabezas en aceite. Esto, debido a que visualizaban, que mientras este importante partido y demás partidos demócratas existieran, sería imposible adueñarse del poder político de Venezuela, sin el cual es imposible avanzar en su maniático proyecto marxista leninista.
Se empezó por quitarle a los partidos políticos opositores, la ayuda financiera que el estado tradicionalmente daba por participar en el sistema democrático. Se inicio una campaña de odio y desinformación mundial según la cual se engrandecían y adulteraban enormemente los errores cometidos por los gobiernos de la cuarta república. Se desprestigiaba impunemente al liderazgo político de épocas anteriores. Se condenaba y aún se sigue haciendo, el hecho de que los partidos de oposición y las organizaciones humanitarias no gubernamentales, reciban ayuda económica desde afuera, asociando vilmente esa ayuda a los intereses de los gobiernos de EE.UU., a través de la CIA. Impusieron una ley para impedirlo, dizque por soberanía.
Los primeros años del régimen, estas tácticas de exterminación de los partidos políticos democráticos tradicionales, dieron buenos resultados al chavismo. A tal punto, que de inmediato descollaron en las elecciones iniciales nuevos partidos como Primero Justicia, y Un Nuevo Tiempo, quienes acapararon los votos opositores, superando a partidos como Acción Democrática, Copei, Causa R y El Mas. El mapa electoral fue cambiando en cada elección.
Las cosas empezaron a revertirse para el régimen chavista, en la medida en que éste acrecentó los abusos de poder y persecuciones a políticos, empresarios y medios de comunicación. Cuando arreció su campaña pro comunista, dándole mayor participación y ayuda a Cuba en los asuntos internos de Venezuela, asunto este que ha tocado la fibra de nuestra dignidad y orgullo, quienes hemos estado estupefactos y frustrados ante tanto descaro y humillación de parte del régimen hacia los venezolanos. Y peor aún, el hecho de que las FAN, lo hayan permitido tan impune y pasivamente.
Aunado a este desconcertante proyecto político pro comunista, denominado socialismo del siglo XXI, hacia donde nos desea dirigir el chavismo, está el hecho concreto de la caótica administración del estado venezolano en lo económico, social, cultural, deportivo, petrolero, de infraestructura física y en general; de Venezuela toda, que ha obligado al régimen a endeudarse y a seguirse endeudando, como un barril sin fondo a limites inmanejables e inimaginables. Ahora pretenden llevarse nuestras reservas financieras a China, Rusia, y Brasil.
De los asesores políticos de Hugo Chávez, el intelectual Alemán Heinz Dieterich, acaba de reconocer, que el tan cacareado socialismo del siglo XXI, que se la ha ido vendiendo al mundo como la salvación de Venezuela, se ha convertido en solo una choza entre la inmensidad de rascacielos que iluminan al mundo; y en consecuencia, le administró la extremaunción. Se produjo, algo que se veía venir desde hace tiempo, a decir por los escritos anteriores del reconocido escritor e investigador socialista.
Tal como lo hicieron, en sus respectivos tiempos, los múltiples asesores e intelectuales, venezolanos y extranjeros que originalmente apoyaron al socialismo del siglo XXI, éstos han ido abandonando el proyecto bolivariano; por convencerse de que desde un principio, Hugo Chávez, los ha venido manipulando y utilizando, ya que jamás ha pensado seriamente en el socialismo del siglo XXI, dado que esta ha sido sencilla y llanamente una “pantalla” o excusa, para lograr el poder que actualmente tiene. Ya esos intelectuales le sirvieron a sus propósitos iniciales y ahora no le sirven para más nada.
Su propósito final es el de perpetuarse en el poder, al igual que los Castro en Cuba, amparado y protegido por un gobierno comunista, con militares entreguistas, defendido por ambas naciones, Cuba y Venezuela, asociadas a otras conocidas naciones alcahuetes, las cuales está intentando junto a Raúl Castro, unificar en una sola nación denominada Vene-Cuba. Están trabajando aceleradamente en ello, para que esta fusión se produzca, una vez que el chavismo supuestamente gane las elecciones de 2012, las cuales ya deben estar amañadas y arregladas.
El nerviosismo de Hugo Chávez, que analistas y medios de comunicación perciben y han manifestado mediante artículos, se debe a que a éste le molesta enormemente que se hable de unidad y de consolidación de la MUD. Quizás Hugo Chávez esperaba que en estos tiempos, la oposición venezolana se fragmentara al igual que lo ha hecho la oposición en: Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, facilitándole ventajas electorales a esos gobiernos totalitarios.
Afortunadamente para la oposición venezolana, se ha tomado conciencia de que en la unión esta la fuerza. Esa sinergia de la que tanto he hablado y escrito, ha empezado a actuar, y no habrá fuerza contraria capaz de frenar su impulso devastador para arrollar al comunismo cubano venezolano, hasta recuperar nuestra democracia, libertades y derechos plenos.
Ni la crisis económica en que estamos inmersos, ni la construcción de 2 millones de casas en 6 años, ni la inmensa deuda venezolana que crece y crece, ni los alzamientos militares con los que tanto se especula, ni la indomable inflación, ni el desastre de PDVSA, ni la crisis penitenciaria que pretenden resolver soltando a 20.000 presos, ni la huelga de transporte, ni la inseguridad personal, ni la crisis de personal médico y paramédico, ni el deterioro de la infraestructura física del país, ni su misma enfermedad; preocupan tanto al presidente, como la solidez de los partidos políticos de la MUD, con su lograda unidad nacional y esa ingeniosa y práctica idea de ir a las elecciones presidenciales con una sola tarjeta.
Esa es la piedra en el zapato que molesta y preocupa tanto al presidente Hugo Chávez. Cuando se creía que la Mesa de la Unidad no sobreviviría, ésta demostró que primero esta Venezuela y sus intereses sagrados, a cualquier otro interés partidista, económico, personal o grupal. Ante la inminente amenaza cierta de perder la patria y la república, ha optado por unirse férreamente y defenderla hasta las últimas consecuencias. Dios bendiga a la MUD.
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