Los rivales de Hugo Chávez saben que cualquier cosa que digan por teléfono puede ser grabada y difundida por la televisión nacional.
Si bien la intercepción de llamadas sin una orden judicial está prohibida en Venezuela, en las últimas semanas la radio y la televisión han difundido numerosas grabaciones, en lo que ha pasado a ser una práctica común que busca ridiculizar a los políticos de la oposición.
Oswaldo Álvarez Paz, viejo adversario del presidente Chávez y uno de varios aspirantes a la presidencia, sostuvo que el gobierno apela a "tácticas sucias" luego de que los medios oficiales difundieron a comienzos de agosto una llamada en la que él y su interlocutor chismoseaban y se quejaban de otros políticos antichavistas.
Agregó que no está seguro de quiénes interceptan las llamadas, pero que no le cabe la menor duda de que quienes lo hacen trabajan para el gobierno y sospecha que la compañía estatal de teléfonos es cómplice.
DIVISIONES OPOSITORAS EXPUESTAS
Mario Silva, uno de los conductores del programa de tertulias televisivas nocturnas "La Hojilla", sonrió socarronamente al difundir las grabaciones.
"Hay unas cosas bien buenas aquí", expresó. Comentó que la charla entre Álvarez y la activista opositora Beatriz Contreras revelaba que había divisiones dentro de la oposición.
En otro episodio, Silva negó que el gobierno estuviese interceptando las llamadas y aseguró que él las difundía luego de que apareciesen en YouTube. Afirmó que las intercepciones son obra de un blog nuevo conocido como "Mesa de Alacranes", nombre que alude al de la coalición opositora, la Mesa de la Unidad Democrática.
"Yo le quiero aclarar a la gente lo siguiente", manifestó Silva. "La Mesa de Alacranes, según tengo entendido y por lo que me han venido diciendo, es un tweet creado por gente de la oposición que está muy molesta por ciertas decisiones que se están tomando dentro de la oposición, que nos demuestra -una vez más- que allá no hay unidad ninguna y que realmente es una Mesa de Alacranes".
Los videos ofrecen el sonido de las conversaciones interceptadas acompañado por fotos de los políticos. Comenzaron a ser difundidos en momentos en que Chávez, quien se somete a un tratamiento de un cáncer, intensifica las críticas a sus adversarios y promueve la noción de que la oposición está muy dividida con miras a las elecciones del 2012.
ESPIONAJE EN AMÉRICA LATINA
La intercepción de llamadas y de comunicaciones electrónicas es bastante habitual en varios países latinoamericanos, incluso en aquellos donde se fortalece la democracia luego de años de dictaduras abusivas. El espionaje es llevado a cabo por organismos estatales, narcotraficantes u otros delincuentes. Cuando las grabaciones son difundidas por medios de prensa, generalmente se hace con la intención de desatar un escándalo o causar perjuicios políticos.
La difusión por medios privados de una serie de conversaciones interceptadas durante el gobierno del ex-presidente peruano Alan García dio lugar a un escándalo en torno a supuestos sobornos en la concesión de contratos petroleros. Ex funcionarios de los servicios de inteligencia de la armada fueron detenidos y acusados de haber llevado a cabo el espionaje telefónico.
En Colombia, más de 20 ex funcionarios de la policía secreta fueron detenidos por su supuesto papel en la intercepción de llamadas de jueces, periodistas y rivales políticos del entonces presidente Álvaro Uribe. Un secretario general de la presidencia de Uribe, Bernardo Moreno, fue arrestado preventivamente y acusado de ordenar las intercepciones. Su juicio está pendiente. Tanto Uribe como Moreno niegan haber dado esas órdenes.
En el 2009, el secretario de Transporte y Comunicaciones de México Luis Téllez renunció tras circular una grabación en la que acusaba al ex presidente Carlos Salinas de Gortari de robar fondos del gobierno.
En Venezuela, en cambio, no ha habido arrestos ni escándalos. Y los medios oficiales promueven abiertamente las grabaciones.
"La difusión pública de conversaciones privadas a través de los medios estatales parece ser otra táctica para hostigar a los opositores al gobierno", declaró José Miguel Vivanco, director de la división americana de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch. "Al no haber un sistema judicial independiente que haga de contrapeso al gobierno, las autoridades y los representantes de los medios estatales tienen pocos incentivos para respetar las reglas más básicas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario