18/12/11

Amenaza iraní a EE.UU. desde países del ALBA


Recientemente, la cadena de televisión de los Estados Unidos, UNIVISION, proyectó en la pantalla chica los resultados de sus investigaciones sobre la penetración del terrorismo islámico en el norte de América, recurriendo a sus aliados en el subcontinente, Hugo Chávez y hermanos Castro Ruz, de Venezuela y Cuba, respectivamente. Aparece importante información gráfica, incluyendo las fotografías del dictador iraní, Ahmedinejad, con sus colegas de Venezuela y Cuba, pero también figura en algunas de ellas, el genocida nicaragüense, Daniel Ortega Saavedra, el que hace poco más de un mes se reeligió mediante un fraude electoral municipal nunca antes conocido en la historia de la región centroamericana.

Sale al descubierto en la trama urdida por los terroristas islámicos con los del bloque castro-chavista, que el personal diplomático y consular presta su concurso a la recolección de información básica para desatar un ataque cibernético a los lugares claves de los sistemas de defensa y de decisiones políticas y militares de los Estados Unidos, como lo son los de la propia Casa Blanca, El Pentágono, plantas nucleares, centros de investigación, etc. Si lograran neutralizar los sistemas de alarma temprana e interceptación de ataques con cohetes y aviones de alcance intercontinental por la desactivación mediante virus de los mismos, inmediatamente después se desatarían los ataques con armas nucleares y termonucleares. Sería como atacar a un gigante que de pronto quedara ciego.

Como factor determinante en las actividades de penetración de los sistemas de seguridad de los bancos de ordenadores de los sistemas sensitivos de ataque y defensa de los Estados Unidos, la denuncia hecha por UNIVISION destaca a la actual cónsul general de Venezuela en Miami, Livia Acosta Noguera, la que antes desempeñara el mismo cargo en la capital de México, donde fue contactada por expertos cibernéticos que le tendieron una trampa. Esta se ofreció a servir de intermediaria entre los que ofrecían revelar las claves de acceso a los sistemas informáticos de los Estados Unidos, utilizando los servicios de un general perteneciente al círculo íntimo del chavismo. Todo indica que desde hace varios años, Ahmedinejad, Chávez, hermanos Castro Ruz, Ortega Saavedra y otros gobernantes asociados a la ALBA, persiguen preparar las condiciones para un ataque exitoso a las industrias básicas del complejo militar-industrial de los Estados Unidos, porque la meta de todos los fanáticos religiosos y políticos es destruir a un país que además de proyectar su poder económico y militar, también hace gala de su liderazgo moral en el mundo entero.

Varios miembros de la Cámara de Senadores de los Estados Unidos, lo mismo que la Representante Federal, Ileana Ros-Lehtinen, Presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, han suscrito un importante documento, exigiendo una amplia investigación de los alcances de la denuncia hecha por la cadena de televisión, UNIVISION, poniendo al descubierto que las actividades que desarrollan al interior de los Estados Unidos supuestos inmigrantes iraníes, venezolanos, cubanos, nicaragüenses de filiación orteguista y otros procedentes de los países de la ALBA, son en realidad lo que en el argot de los servicios de inteligencia se conocen bajo el nombre de "durmientes". Son verdaderos agentes de inteligencia, profesionales del espionaje y con sólidos conocimientos y habilidades para la fabricación local de toda clase de artefactos terroristas.

Esa investigación que solicitan el grupo de senadores republicanos y la representante federal, Ros-Lehtinen, debe extenderse a todo el personal diplomático y consular de los países que forman parte del bloque terrorista del castro-chavismo. Si los que elaboraron el documental acerca del peligro iraní en el continente americano, por encargo de UNIVISION, hubieran enfocado las cámaras sobre el consulado general de Nicaragua en Miami, en manos de fanáticos orteguistas, habrían confirmado que el cónsul general, Luis Martínez Noguera, coordina también las actividades de vigilancia de sus propios compatriotas y la organización de manifestaciones contra el "imperialismo yanqui". Si se ahonda la investigación, resultará que todos esos cónsules de países del ALBA en Miami, se reunen secretamente con personal de los servicios de seguridad iraníes infiltrados en territorio norteamericano bajo la fachada de "personal consular y diplomático".

Lo único sorrpendente es que siendo de sobra conocido que Ortega Saavedra se encuentra estrechamente vinculado con todo el sistema terrorista representado por Ahmedinejad, Hugo Chávez y los hermanos Castro Ruz, el documental de UNIVISION se refiere a él tangencialmente. Es inconcebible que un enemigo jurado de los Estados Unidos y de la democracia al estilo occidental, que recientemente se ha auto-reelecto mediante un gigantesco fraude electoral, contando con la complacencia y complicidad de los gobernantes promotores del terrorismo internacional, que se refiere al criminal Ahmedinejad como su "aliado y hermano del alma", no reciba la atención que realmente se merece de los países que sufrirían los ataques de "bombas digitales". Los Estados Unidos tiene la obligación moral de no reconocer como válidos los resultados del megafraude electoral del pasado 6 de noviembre, a través de los cuales el títere de Chávez y Ahmedinejad, se reeligió Presidente de Nicaragua por otros cinco años.

Es más, los nicaragüenses que estamos siempre en pie de lucha contra el orteguismo, el chavismo, el castrismo y ahora contra todo lo que representa Ahmedinejad, esperamos que el gobierno de Obama, con toda la información que tiene en sus manos al respecto, no reconozca los resultados del fraude electoral del pasado 6 de noviembre y ordene congelar toda ayuda económica al régimen orteguista y a los representantes de Estados Unidos en los organismos multilaterales de crédito, vetar toda solicitud de financiamiento del genocida régimen orteguista. Veremos durante cuanto tiempo se encarga Hugo Chávez de mantener económicamente al régimen orteguista.

Desde hace tiempo se ha venido denunciando que en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), de Nicaragua, se encuentran entrenándose y acostumbrándose a los rigores de los climas tropicales, terroristas y soldados de élite de Irán y Rusia, como son los Quds o Pasdaranes, de la Guardia Revolucionaria Iraní y los Grupos Alba y Vympells, que fueron el terror de los ciudadanos y de los países sometidos a la desaparecida URSS. Estos se infiltran luego en territorio norteamericano como "inmigrantes" y pasan a reforzar los grupos de "durmientes" de Irán, Venezuela, Cuba, Nicaragua y restantes países del ALBA, para asestar la puñalada por la espalda a quienes les han brindado la oportunidad de vivir en sus ciudades y conocer sus costumbres. Como Coordinadores de esos grupos de "durmientes" figuran los cónsules generales de Venezuela y Nicaragua, Livia Acosta Noguera y Luis Martínez Noguera, respectivamente.

Tanto Irán como Venezuela y sus satélites del ALBA, financian sus criminales actividades con los beneficios que les genera el tráfico de drogas con destino a los Estados Unidos. El FSLN tiene su propio cártel de las drogas, del que es su principal accionista, Ortega Saavedra y en menor escala los generales del Ejército Nacional (Popular Sandinista) y los comisionados de la Policía Nacional (Sandinista). Los Estados Unidos tienen estructurado un programa de brindar asistencia económica al régimen de Ortega Saavedra para combatir el tráfico de drogas. Esto parece un chiste, porque sería equivalente a darle dinero a un narcotraficante para que persiga a los restantes carteles que le hacen la competencia. Además, el secretario general del FSLN está dando los pasos necesarios para iniciar una carrera armamentista en la región centroamericana, lo que aumentará la miseria de las masas que todo lo esperan de los gobiernos populistas.

La proyección en la pantalla chica del documental de UNIVISION, sobre el peligro que representan para Estados Unidos y los países con tradiciones democráticas de Latinoamérica la infiltración de los terroristas iraníes y sus alianzas con los del bloque de países del ALBA, donde destacan los de las dictaduras venezolana, cubana, nicaragüense, etc., deben provocar la natural alarma en los círculos de poder de la gran superpotencia del norte de América. Las agencias responsables de su seguridad nacional e internacional deben hacer sentir su poderío sobre la legión de dictadores enemigos de su sistema de vida y de gobierno.

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