En la reunión de presidentes que dio vida a la Alianza del Pacífico, el entonces presidente de Perú, e inspirador de la idea, Allan García declaró: “Esta no es una integración romántica, una integración poética, es una integración realista ante el mundo y hacia el mundo…”. Cuatro países - Perú, México, Colombia y Chile que representan, con la posible inclusión de Panamá, 200 millones de habitantes, 4,6% de crecimiento para 2012, 34 % del Producto Interior Bruto (PIB) de toda la región y 55% de las exportaciones latinoamericanas.
Con lo que supera todo el comercio exterior de Mercosur, el bloque económico con el mercado común mejor estructurado de América Latina – Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay - que ahora tendrá un par en la Alianza del Pacífico, insertos sin complejos en el libre mercado y practicando la libre concurrencia, despojados de la estridente esquizofrenia ideológica que caracteriza la vía miserable del socialismo siglo XXI.
Dos colosos económicos – “es la economía estúpido” – que buscan aprovechar las ventajas comparativas de América Latina “que está en el mejor momento de su historia, al menos en términos relativos, pues Europa está en recesión, o a punto de estarlo, Estados Unidos se recupera de manera incierta”, como coincidieran los presidentes de Mexico y Chile. Sin embargo, el tercer bloque económico que pudo integrar la plataforma comercial latinoamericana, la Comunidad Andina de Naciones, fue torpedeada por Chávez al abandonarla como protesta a la firma a los TLC firmados por Colombia y Perú con los Estados Unidos, país al que Chávez vende petróleo sin que nadie proteste.
Al romper con la CAN pretendió ser admitido en Mercosur, a lo que se ha opuesto con firmeza el congreso paraguayo, invocado la cláusula democrática de la alianza, porque considera a Chávez un dictador, por lo que quedó como una veleta.
El ALBA de Chávez
Y ante esta realidad de integración regional en bloques definidos y con intereses socioeconómicos claros, que buscan alianzas estratégicas con el universo capitalista occidental, Chávez se pavonea con su ALBA - dejando en el olvido aquella otra luminosa idea de 2004, la Comunidad Suramericana de Naciones, integrada por los 12 países de América Latina, de la cual, luego de su apoteosis en Cuzco, nunca más se supo - como una instancia política de gobiernos comunistas – nace en Cuba - para enfrentar a los Estados Unidos, no para desarrollar una estructura regional de comercio exterior, que al no poder estimular la atención de los países de la región inmunes a los cantos de sirena de Fidel, quedó reducida a una asociación de limpios buscando alguito – República Dominicana, Bolivia, Cuba, Nicaragua – una especie de mochos rascándose entre sí las partes pudendas, y cuya doble moral los lleva a gritar “¡qué se jodan los gringos!”
Obviando, por estupidez, que son los gringos los que hacen posible que el gran demagogo creador del ALBA pueda alimentar a los millones de hambrientos que se le han colgado de la capa en pos de las monedas que extrae fraudulentamente de las arcas públicas venezolanas, que deben ser destinadas, si fuera un estadista responsable con el destino de su patria, en la eliminación sistemática y sustentable del sufrimiento del pueblo venezolano.
I Cumbre del CELAC
Es importante aclarar, sobre todo a los chavistas, que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, es un foro – no es una organización - intergubernamental, de ámbito regional, heredero del Grupo de Rio, ideada por Lula da Silva, que promueve la integración y desarrollo de los países latinoamericanos, que fue creada el martes 23 de febrero de 2010 en sesión de la Cumbre de la unidad de América Latina y el Caribe, en la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo, México, y que lo que hizo Chávez entre el 1 y el 3 de diciembre fue financiar con unos $50 millones la I Cumbre de jefes de Estado de este foro con el objetivo de su constitución definitiva.
Y que fue estruendoso el ruido – cacerolazos de por medio - del fracaso de Chávez y de sus ventrílocuos cubanos, al tratar de enrumbar la Cumbre hacia posiciones antiestadounidenses – “Celac es una gran derrota para el imperialismo estadounidense”, sí oh - y de intervención en los conflictos internos de sus países miembros, como es caso colombiano con un parao en seco del presidente Santos.
En conclusión
Este foro festivo, caceroleado y militarizado, se despidió con un lánguido manifiesto – que declara el año 12 como Año del ocumo chino - que en nada compromete a nadie ni a nada se opone, sino todo lo contrario, pero por el brillo en los ojos de algunos mandatarios el sarao fue sumamente productivo en cobranzas, contratos y ventas de abultadas cifras, pero, para Venezuela solo quedó el conchero, un sabor a cobre en la boca y la exclamación de la viuda de oro argentina, toda de mojiganga hasta los pies vestida: “Chávez me da una lástima…”. ¿Celac que algún día Chávez hará algo que no ridiculice a Venezuela?
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