29/1/12

EL GOBIERNO SE SIGUE ENDEUDANDO, LO CUAL ES CONTRARIO AL INTERÉS NACIONAL.

Cuando analizamos el creciente endeudamiento que el gobierno viene contrayendo con el exterior y la banca nacional, en un momento de altos ingresos por venta de petróleo y de los impuestos que pagamos los venezolanos. Encontramos que esto no se justifica y es muy preocupante por los montos de la deuda externa de la República y PDVSA que ya superan los 100.000 millones de dólares.

Si a esto, le sumamos los reclamos de las empresas extranjeras expropiadas que se estiman por encima de 30.000 millones de dólares. La situación nos coloca como uno de los países del mundo con más endeudamiento, al ponderar las reservas internacionales y el producto interno bruto.

La deuda interna es incuantificable no solo por el elevado nivel de endeudamiento con la banca nacional, tanto pública y privada. La deuda de organismos y empresas públicas con proveedores de bienes y servicios se estima por encima de 35.000 millones de bolívares.

Voceros sindicales estiman que se les adeuda prestaciones sociales a los trabajadores con montos por encima de 80.000 millones de bolívares. Pasivos laborales que pudieron haberse cancelado con la tercera parte de las donaciones que ha realizado el gobierno a otros países.

El otro mecanismo de endeudamiento es el Banco Central; organismo que esta prestando a empresas públicas montos cada vez mas elevados. Se toman activos y recursos de Fogade y de cualquier otro organismo que disponga de estos. Sin control, ni auditoría alguna.

Las cuantiosas perdidas de las empresas del Estado se han convertido en la mayor causa de este crecimiento de la deuda, a la par de las crecientes donaciones a otros países en detrimento de nuestro Erario Nacional.

Hoy el pago de intereses de la deuda externa pagados en dólares es quinto índice de riesgo país más alto del mundo. Sobre la deuda interna, el monto creciente de la misma hace que el pago de intereses sea mayor que el presupuesto de infraestructura pública.

El gobierno ante las elecciones del 7 de octubre hipoteca el futuro de la Nación con más deuda para poder llevar adelante una serie de ofertas electorales que le permitan correr la arruga de la grave crisis social y económica que se vive en Venezuela.

Tenemos que expresar nuestro más enérgico rechazo a este enorme endeudamiento que compromete el futuro del patrimonio de la República sin aportar soluciones eficientes de cara al porvenir de sus ciudadanos.

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