29/1/12

Tendrás duros sufrimientos y tus seguidores caerán por lotes

Todo aquel que profane mi tumba...

Con su estilo irreverente, Herrera Luque, el galeno-nove-lista pedía cuentas al pasado


Los Amos del Valle, obra escrita por unos de los novelistas venezolanos más prolijos y polémicos del siglo XX, el psiquiatra Francisco Herrera Luque, relata la historia de Don Juan Manuel de Blanco y Palacios, un mantuano de una ficticia rama de la familia Blanco -también mencionada en otras dos novelas del autor, Boves el Urogallo y En la Casa del Pez que Escupe el Agua- en tiempos de la Capitanía General. Conservador, arrogante y orgulloso de su casta, revela en medio de pesadillas sobre su muerte, que sus antepasados no eran tan edificantes como pensaba, a tenor de los relatos de una vieja esclava llamada Rosalía.

A través de la saga de los Blanco y Palacios, el autor narra cómo Caracas fue el centro del poder colonial a través de veinte familias de la oligarquía mantuana, que con astucia, intriga y una feroz manera de entender el poder, aseguraban el comercio del cacao, pulsando la ruta a la independencia. Es por medio de la historia de la Compañía Guipuzcoana, el mestizaje y el orden social colonial, como el autor trata de esculpir -detalladamente- los atavismos y ataduras del presente.

Dando saltos en los tiempos, los personajes interactúan con celebridades como la reina Isabel I de Inglaterra, Francis Drake, Felipe II, Carlos II el Hechizado, Fernando VI o Carlos III. Pero jamás Herrera profanó la mantuanidad o quiso exhumar los huesos de los amos del valle o satanizar la inquisición o vulgarizar la corona, porque no buscaba reabrir cicatrices del pasado, sino sanarlas... cuestionando de manera noble y respetuosa, las tensiones sociales de la época. Con su estilo irreverente y sin desdecir de su propia estirpe (Herrera era de origen mantuano), el galeno-novelista pedía cuentas al pasado sin banalizar el presente, gracias a una inteligente y reflexiva autocrítica.

Bolívar predijo: "Todo aquel que profane mi tumba, tendrá duros sufrimientos, y sus seguidores morirán en lotes". Y agregó: "Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir... ". Pues nada, unos dispensan su prosapia cabalgando sobre los rigores de la historia, elegantemente, sabiamente... por lo cual las brechas del ayer, se hacen bebibles. Otros, envilecen la memoria y descarrían la historia, para justificar un solo fin: más poder.

Así, unos se ganan la gloria, mientras otros sufren o caen en lotes... Hoy muchos comprenden la rebelión de los amos, por la forma elevada y señorial de decir las cosas. Otros, no son capaces de hacer virtuosas sus revoluciones, por la forma innoble de imponerlas. No atino pensar qué hubiese escrito Herrera Luque sobre los tiempos tórridos de sacrilegios y barbaridades que vivimos. Quizás no hubiese dicho nada. De pronto -creo- tan sólo hubiese escupido en el agua.


" TODO AQUEL QUE PROFANE MI TUMBA, TENDRÁ DUROS SUFRIMIENTOS Y SUS SEGUIDORES MORIRÁN EN LOTE "

Simón Bolívar

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