19/2/12

Primero con el chulo Sean Penn y después vomitando la porquería que tiene dentro

Comentario sobre el "TRES Patines" venezolano. El mono está molesto porque no podra saber quien votó en su contra.


Hugo Chávez el día de ayer tuvo una agenda variopinta, primero volvió a aparecer con el chulo Sean Penn el “Gringo bueno” que no se sacia con todo lo que le ha sacado al de la chequera regalona, y cada cierto tiempo se vuelve a dar su paseíto por Caracas, para ver cuánto más le saca.
Esta vez, además de lo que con seguridad le sacó o mejor decir NOS SACÓ, porque ese no es dinero de Chávez sino de todo el pueblo venezolano, se le ocurrió plantearle al feriante, al histrión que sería una maravilla organizarle un concierto en los Estados Unidos para que cante. ¿Y qué imaginan que sucedió…? Pues lo predecible: Chávez se puso loquito, se le aflojaron piernas y bolsillo y de una vez se puso a imaginarse cantando en un teatro americano, con una escenografía similar a la de las entregas de los Premios Oscar, y ese maxi templete que sea transmitido por Telesur, la cadena que le montó a los otros chulos, y así posiblemente ver cumplida otra de sus ambiciones…
El cuento del Sean Penn es que con el coplero Chávez el podrá conseguir más dolarcitos, porque con los que le ha sacado al manirroto no está satisfecho. Claro, no los pide para él, son para el sufrido pueblo haitiano, ya que Chávez, Castro, Ortega, Evo y todos estos pillos, incluido el “Gringo bueno”, todo lo que hacen, es por los “Parias de la tierra” nada para ellos, ni un centavo… todo para el pueblo, para los pobres, para los desesperados…
Y Chávez no se queda atrás… Declara al lado del vivaracho Sean Penn “Ojalá que el mundo más rico, los países más poderosos, aportaran más recursos para Haití, lo mismo las grandes empresas trasnacionales”, mostrándose muy consternado porque desde el año 2010, o sea aún no han trascurrido dos años, no se ha reconstruido Haití del terrible terremoto que lo devastó, tan terrible como el deslave que ocurrió aquí en el Estado Vargas en el año 1999 y del que este zángano militarote ni habla porque aún existen cientos y cientos de venezolanos sin casas, sin empleos, malviviendo en refugios… Ni habla porque mientras le da millones de dólares a sus chulos, a sus acólitos, a sus felicitadores, millones de venezolanos no tienen casa, no tienen trabajo, no tienen ni siquiera hospitales donde ir… Pero él, el gran Simón Gorila quiere ayudar a Haití, quiere darle más dinero nuestro a Sean Penn aunque ayer mismo, el propio presidente de Haití Michel Martelly, declarara que de cada dólar que las ONG y las seudo organizaciones caritativas recaudan, sólo un centavo con suerte llega a ese pueblo…
Algo muy similar a lo que pasa en Venezuela, donde un déspota militar traicionando la Patria se ha repartido con sus chulos y cómplices casi un millón de millones de dólares y los pobres están más pobres, más hambrientos, más desesperados… Dice el farsante “Son cientos de miles los haitianos aún viviendo en carpas”, como si aquí en Venezuela cada familia tuviese su casa, cada niño su escuela donde ir, cada madre una maternidad donde parir, donde lograr salud para sus hijos… Así son pues estos hampones en funciones de gobierno y así son los vivarachos que como Sean Penn hacen sus grandes fortunas sólo con el esfuerzo que puede dar adular a un tiranillo cuartomundista que se adueñó del tesoro de una nación.
Y como les dije al principio, la agenda fue variopinta, después montó la más grotesca escena que alguien pueda imaginar. Manipulando infelices que en Cuba les han lavado el cerebro y les han convencido que son médicos, allí mismo arremetió contra Henrique Capriles Radonski. Las expresiones más soeces, los insultos más ordinarios… No me haré eco de ellos. Sólo les puedo asegurar que Simón Gorila está desesperado, que la Unidad Opositora lo tiene enloquecido, que posiblemente ya los Castro lo han alertado sobre lo que significa Capriles Radonski y todo ese liderazgo democrático que unido lo acompaña. Hay que decirle pues –como escriben en las cajetillas de cigarrillos- que “El odio y la ira son dañinos para la salud” y él sólo sabe funcionar con violencia, con odio, con maldad…
En vísperas de Carnaval salió disfrazado de académico este milico grotesco, infinitamente inculto, infinitamente primario. Trató de enmascarar su ruindad para impedir que millones de venezolanos, con votos lo despojen del Poder que pretende vitalicio, pero se volvió a descubrir… Un tiranillo cuartomundista vomitando la porquería que tiene dentro…

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