El diputado por Nueva Esparta, Tobías Bolívar, quien es miembro de la Comisión de Defensa de la AN, ha hecho una denuncia formal, aparecida en la prensa local y en periódicos nacionales, que causó muy poco ruido por la forma deslucida y poco sustentada como se presentó, sobre la existencia de extraños campamentos militares en la Península de Macanao de la isla de Margarita.
Ya lo habían antecedido denuncias sin mucho piso como las de Roger Noriega, ex secretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, USA y de Comandantes de la V Flota como Douglas Fraser y James Hill, quienes afirmaron que personas vinculadas a los grupos Al Qaeda, Hamás y Hezbollah, habían establecido bases en Margarita; llegando a dar nombres como los de Mohamad Abdul Hadi y Oday Nassereddine.
Para despecho de uno de los Condes del “humor negro” Augusto Hernández, este cronista no se hizo eco de esa indicación como señaló en reciente columna en Sol de Margarita, por el contrario la negué por ser halada por los pelos. Otro cantar fue el de Bolívar cuando era legislador del Clene, quien lo hizo. Pero cada quien es responsable de sus actos y tengo la mala costumbre de no rehuir de los míos.
Ahora el diputado Bolívar, ascendido por la jerarquía de su partido a la AN, lanza una bomba, que tiene más de ocho meses corriendo y nadie quería darle boleto de entrada. Si mal no recuerdo va aparejada con la muerte de Gadafi y fue publicada en Internet por Aserne.
No sé si Bolívar sabe qué terreno pisa, pero es escabroso y dudo que la jerarquía de AD lo acompañe con furia, pues se trata de un caso grueso de esos a los que esos próceres que la dirigen siempre le sacan el cuerpo, para no meterse en honduras y sobre todo para que no los jorunguen.
El caso es que se montó sobre el caballo, con razones muy sólidas para comprobarlo. No sé qué tan diestro sea en el manejo parlamentario. Una cosa es el Clene, donde se jubiló y otra la AN. Un oficio nada simple, en el cual algunos se empeñan, por sus conexiones políticas y financieras en serlo, para no salir de la menguada melancolía, de su núcleo crematístico, tapada por algún bullicio de la avenida Aldonza Manrique de Porlamar.
Las fotos que tiene en sus manos son ciertas. Tiene que darle mucha continuidad a la noticia para que no muera y al final no quede como un hablador de pendejadas más. Ahora, debe indagar el sitio exacto donde están ubicados esos depósitos de armas. Tiene la referencia del cerro de Macanao. Están los rostros y cuerpos de quienes hicieron la construcción. Ningún ayatola “embatolado” sino oficiales de la FANB entrenados en Cuba, que es quien exporta a Venezuela el concepto de la guerra asimétrica, fundamentado en la experiencia vietnamita y en las suyas; tomado de sus éxitos y fracasos en la guerra de guerrillas y en las de Liberación Nacional, más que en campañas formales como las de Angola. Tienen 50 años lavando mejor su ropa y Venezuela ha conocido de sus incursiones con las armas encontradas en Macama en 1963; como en la exitosa expedición de Tucacas dirigida por el entonces Capitán Arnoldo Ochoa Sánchez y Luben Petkoff. 1966. El “griego” Ochoa fue Héroe de esa Republica, su soldado Menéndez Tomasevich y Ulises Rosales del Toro. 1967.
Le doy una pista para que la siga. El General de Brigada que allí aparece se graduó en la Promoción Bicentenario del Nacimiento del Libertador; a efectos del Ejército, Promoción General de División León de Febres Cordero.1983. El sable se lo entregó Luis Herrera Campíns. Fue uno de los últimos de la misma y sus siglas son HGV. Nació cerca de Margarita, en tierra muy salada. Con gusto, si así lo desea, puedo asesorarlo y darle información, pero son aguas muy profundas y como la partidocracia me negó la inmunidad, hasta esta orilla llego.
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