8/4/12

La muerte del Capitán Gobernador

EL MISMITO METODO CUBANO-CASTRISTA...AQUI NO LOS FUSILAN DIRECTAMENTE...PERO
LOS MANDAN A FUSILAR...QUE ES LO MISMO...
Y LA LASTIMA ES QUE EL TIPO NO VA A TENER TIEMPO DE ''ASISTIR'' A LA HAYA...


La muerte del Capitán Gobernador
Considerado uno de los militares más cercanos a Chávez, con la muerte del
capitán Aguilarte se entierran 23 expedientes por corrupción y todos los
secretos que sabía sobre las relaciones con las FARC.
Hace poco más de un año fue obligado a renunciar como gobernador del estado
Apure el capitán Jesús Aguilarte Gámez, compañero del actual Presidente de
Venezuela en el golpe de Estado de 1992. La mano peluda que pergeñó aquella
renuncia forzada no pudo ser más escueta: la misiva explicativa solo
contenía 49 palabras que fueron suficientes para mentir diciendo que
Aguilarte dejaba la Gobernación por razones de salud.
Al antiguo cómplice caído en desgracia no lo dejaron ni entregar el cargo,
simplemente desapareció en noviembre del 2010 y tras él se esfumaron 23
expedientes por corrupción que nunca fueron conocidos. La orden era
desaparecer discretamente al imprudente capitán sin hacer escándalo. El
Gobierno trataba de evitar que esos trapos cochinos se lavaran públicamente.
De esa manera furtiva terminó la carrera de quien en su época de oro fue uno
de los militares más cercanos a Chávez.
Además de las acusaciones por apropiación de fondos públicos, en el ambiente
rondaban graves rumores de la relación de Aguilarte con las FARC y el activo
tráfico de drogas que se hace a través de ese estado fronterizo. A todas
estas, la Fiscal General no tomó ninguna medida para investigar un hecho que
se había convertido en un noticia criminis ampliamente difundida. (Algo
parecido se hizo recientemente cuando la mayoría chavista en la Asamblea
Nacional impidió investigar el caso Makled).
Poco después de su desaparición del ojo público, el capitán Aguilarte sufrió
un asalto intimidatorio en casa de su suegra. En esa oportunidad lo
golpearon y lo amenazaron, pero no lo hirieron. La idea era hacerle llegar
un mensaje fuerte y claro: si hablaba iba a tener problemas. El ex
gobernador calló para salvar su vida y se fue a Cuba a seguir un tratamiento
de desintoxicación por su adicción a la cocaína. El año pasado, en una de
las visitas de Chávez a La Habana, su figura apareció en el trasfondo en un
paneo del comité de recepción.
Luego de su regreso de Cuba, a Aguilarte se le empezó a soltar la lengua.
Esta vez no le enviaron una amenaza sino unos sicarios que hicieron su
trabajo. El Capitán Gobernador no dijo una palabra después de ser herido. Ya
era muy tarde para él.
¿Quién era este muerto? ¿Qué sabía? ¿Por qué cayó en desgracia este
prominente chavista a quien su jefe entregó el control de un área crítica
para sus relaciones con las FARC, tan importante que el propio presidente le
distinguió como uno de los pocos dignos de recibir la condecoración 4 de
Febrero, conocida en el amiente militar como la "Gran Orden del Golpe"? Esta
presea solo le ha sido otorgada a próceres como Alí Rodríguez Araque,
Florencio Porras Echezuría, Ronald Blanco La Cruz y Diosdado Cabello,
quienes representan la crema y nata del golpismo chavista.
Veamos. Aguilarte se graduó de subteniente en la Academia Militar en 1983.
Como cadete tuvo a Chávez como oficial de planta del instituto, de manera
que hubo suficientes oportunidades para reclutarlo y lavarle el cerebro. En
el 4F no se le conoce una participación relevante, pero al salir Chávez de
la Cárcel de Yare pasa a ser uno de sus hombres más cercanos. El futuro
gobernador tenía dos funciones.
La oficial era servir de coordinador del Grupo Garibaldi, el cual estaba
encargado de diseñar el programa de gobierno de Chávez. Entre sus
integrantes estaban Jorge Giordani, Héctor Navarro, Maripili Hernández y
Héctor Ciavaldini. La tarea extraoficial era la que ""El Platinado"
Fortunato Herrera cumplió al lado de Pérez Jiménez. Por esta vía accedió a
la intimidad del gran jefe, junto con el teniente Alejandro Andrade. Este
último manejaba los reales. Aguilarte se encargaba del personal.
Eventualmente, Aguilarte entró en dificultades con el general Cruz Weffer
por cuestiones de faldas. Para entonces el general tenia vara alta en el
Gobierno. Aguilarte fue a San Fernando de Apure escogido por el dedo elector
como gobernador. Allí hizo amistades peligrosas y empezaron sus problemas
mayores.
Algún día conoceremos los detalles de esta relación. "Por ahora" hay cinco
presuntos sicarios detenidos. Son profesionales. Ninguno de ellos es el
autor intelectual. Es la macabra picaresca revolucionaria.

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