18/4/12

Narcotráfico: Mafia Judicial y Aponte Aponte

SOBRE LAS ANDANZAS Y DELACIONES DE ELADIO APONTE APONTE ANTE LA DRUG ENFORCEMENT ADMINISTRATION (D.E.A)

Gráfica: Luisa Estela Morales, Veneci Blanco, María Elena García Pru y Omar Mora Díaz


Gran tormenta se cierne sobre Venezuela con el tema del General® y ex magistrado Eladio Aponte Aponte quien se desempeñara como Presidente del Consejo de Guerra de Maracay, Coordinador Estadal Antidrogas, Fiscal General Militar y luego como Presidente de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, altísimas posiciones dentro del Estado, con acceso a centros de poder y de toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida nacional.

Este personaje llegó a tan importantes cargos gracias a la desfiguración institucional que ha implantado Hugo Chávez con su disparatada revolución. Nunca este señor presentó un concurso de oposición, y ni siquiera uno de credenciales ante un jurado imparcial, el mayor mérito fue la ejecución de aquel risible espectáculo que en chanzas se le llamó el de los “paracachitos”.

Un militar que jamás pisó un tribunal, que nunca supo escribir una querella, que no tuvo la menor idea de cómo enfrentar una audiencia para un juicio, que no se desempeñó en ningún tribunal de instancia, de pronto resultó nombrado magistrado y además presidente del mas alto tribunal penal de la República.!
Una de sus primeras ejecutorias fue tomar por asalto la presidencia de los Circuitos Judiciales Penales de Caracas y luego las de Zulia y Nueva Esparta.

Estos Circuitos son oficinas con solo funciones administrativas para el desempeño de los tribunales en cada estado, que según la ley debe estar presidido por uno de los jueces titulares de una Corte de Apelaciones y que además debe tener “formación en materia administrativa”. Eladio Aponte Aponte, sin ser ni juez superior, ni contar con experiencia administrativa, se hizo nombrar presidente de dichos Circuitos y desde allí abusivamente daba órdenes a los jueces de cómo debían sentenciar, y además cambiaba a los jueces a su conveniencia de un tribunal a otro, todo esto con la complacencia de Luisa Estela Morales, también sin méritos y anteriormente expulsada del poder judicial, presidenta de la Sala Constitucional y del Tribunal Supremo de Justicia, y que en tal condición ejercía, y aún ejerce, un organismo que inventaron denominado “Comisión Judicial” que no tiene base constitucional ni legal, pero que utilizan para nombrar y destituir jueces a discreción en medio de la peor época de inestabilidad en esos cargos para así mantener control absoluto en las decisiones.

Hoy se sabe que Aponte utilizó esos cargos para controlar las sentencias penales en Caracas, en los fronterizos y estratégicos Estados Zulia y Nueva Esparta, básicamente en beneficio del narcotráfico que lideraba Walid Mackled, y todo con la luz verde que para ello le dio Luisa Estela Morales y no resultaría descabellado asumir que ella tenía conocimiento y participación en esas actividades delictivas de Aponte Aponte, haciéndose indiscutiblemente necesaria una investigación que no se ha hecho.

Ya antes hubo un alerta cuando la segunda en el cargo que Aponte puso en el Circuito de Caracas, María Elena García Pru, fue protagonista de un episodio en el cual la policía en Estados Unidos le había incautado una cuenta con 4 millones de dólares que ella dijo provenían de sus negocios familiares, tuvo que dejar el cargo, pero entonces nombró a otra de similar catadura: Veneci Blanco, quien de vendedora de discos quemados en el boulevard de Catia, sin escalas, pasó a ser juez superior penal y se paseaba por los juzgado dando órdenes de meter preso o de poner en libertad a quienes ella decía en nombre de su jefe. Esta también salió del cargo en medio de un escándalo de drogas en el que se involucró un hijo entre otros motivos para su desaparición de la escena.

Lo anterior muestra el cuadro de descomposición institucional que tenemos en Venezuela y que no se resuelve con la destitución de Eladio Aponte a quien por cierto dejaron ir tranquilamente cuando era evidente la necesidad de asegurarse que estuviera a mano de la administración de justicia en la necesaria investigación sobre sus procederes. Pero hoy un viento helado sacude el cuerpo del gobierno venezolano, a muchos de sus altos funcionarios, a magistrados, militares de manos manchadas de dinero sucio y de sangre, dolor y lágrimas de inocentes víctimas de su impudicia.

Eladio Aponte Aponte se entregó en manos de la DEA, está tratando de salvarse a cambio de delatar a sus compañeros de correrías, se ha llevado un paquete de expedientes que les compromete y está detallando quien, como, cuando y donde hicieron lo que hicieron. Eladio Aponte Aponte hoy llora haber caído en desgracia y le aterra estar desprovisto de la fantasía del poder que al igual que a otros, le hizo creer que estaba fuera del alcance de la mano de la justicia para atropellar como ha atropellado. No puede dormir, una tempestad de fantasmas le asaltan la cama y lo hacen mantener los ojos abiertos y empapados en lágrimas. Constantemente se arrodilla y pide perdón, todo el tiempo está en un temblor, la voz le sale quebrada, es la pesadilla de los culpables, la misma que se posará en los miserables que le circundaron, en aquellos que se lo permitieron todo, en los que también recibieron las dádivas de los carteles, en toda esa banda de hampones que se han adueñado del poder judicial, del poder electoral, del poder ejecutivo, del poder legislativo, del ministerio público, del banco central, de pdvsa, del alto mando militar, pues nada de lo que han hecho, nada de lo que hacen quedará impune.

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