La INTERPOL, Organización Internacional de Policía Internacional con su
sede en Francia, fue creada en 1923 para colaborar con todas las
policías científicas que tienen como misión prevenir y combatir la
delincuencia internacional, cuyos crímenes afectan simultáneamente la
seguridad publica de varios de los países miembros: Terrorismo,
narcotráfico, blanqueo de dinero, pornografía infantil, crímenes
económicos y corrupción. Por lo tanto, no debe procesar casos
relacionados con crímenes políticos, militares, religiosos ni raciales.
Aponte Aponte podría estar incurso en mas de uno de estos delitos, pero
su persecución obedece a una acción política del regimen delincuencial
que desgobierna a Venezuela, dado que maneja mucha información sobre
crímenes de muchos personeros activos del estado venezolano. De hecho,
la boleta de extradición que emite la INTERPOL, señala que la ORDEN
obedece a la denuncia de un tal Sr.Romero, quien dice que Aponte Aponte
siendo asistente del Fiscal General Militar, emitió en julio del 2004
una credencial a nombre del Sr. Walid Makled, quien recientemente fue
extraditado por narcotráfico desde Colombia a Venezuela. Ese es un hecho
aislado y local, no internacional, del que además estaba conciente la
“justicia” venezolana, cuando Makled era un pela papas.
Ahora bien, los venezolanos en nuestra ignorancia nos preguntamos ¿Como
puede la INTERPOL darle curso a una alerta de fuga que proviene de una
policía corrupta y de unas fuerzas armadas politizadas como la nuestra?
¿Por qué antes de dictar una orden de aprensión internacional no
investiga primero el caso y la fuente? ¿Por qué no hace otro tanto con
las denuncias de Aponte Aponte y emite una ORDEN de aprensión contra los
corruptos, narcotraficantes, alcahuetas y financistas de terroristas
que Aponte Aponte con pruebas en las manos ha denunciado y que en
Venezuela se esconden detrás de un cargo gubernamental o detrás de un
uniforme militar e incluso detrás de una vicepresidencia y hasta de una
presidencia?
Con este caso de Aponte Aponte, aunque guardando la distancia y la
jerarquía, ocurre lo mismo que con los pistoleros de Puente Llaguno, que
dicho de paso sea fue Aponte Aponte el mismo magistrado que condenó a
30 años de prisión a los gendarmes del orden publico e indirectamente
absolvió de culpa a los gatillos alegres para que inmediatamente el
presidente los condecorara como héroes del socialismo perruno con la
orden del pipi. A esos asesinos y a los autores intelectuales que se
escudan en Miraflores, es a quienes también la INTERPOL debería
dictarles orden de aprensión por los delitos de lesa de lesa humanidad.
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