¿Narco-Estado dictatorial por siempre?

"Toda autoridad usurpada es Ineficaz y sus actos son nulos"

Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".

Todo cambió -para mal- luego de la desacertada elección de 1998; ésa que prefirió al de menos méritos profesionales, sin experiencia en políticas públicas, más conflictivo, y quien aún debía estar políticamente inhabilitado a causa de sus crímenes consumados el 04 de febrero de 1992. La antilógica de esta disparatada escogencia sería el pésimo desenvolvimiento del gobierno de Caldera II.

Tal irresponsabilidad histórica de las clases políticas ha permitido más de una década de oscurantismo intelectual y peculado de cuanto ingreso ha tenido Venezuela. El "Dictador" fue sortario, toda vez que los precios elevados del petróleo facilitaron los dólares usados discrecionalmente y en notoria violación de todas las normas positivas de contraloría y administración pública. Más de un billón doscientos setenta y ocho mil seiscientos treinta millones de dólares ($1.278.630.000.000,00) han servido para armar la estructura de corrupción más organizada del mundo actual; soportada en la prevaricación, colusión y concusión de cientos de miles de venezolanos y de extranjeros. Constituyen los hoy denominados "pretty-eye-ymca boys" y los "dojos-dojitos and family". El resto es historia patria que deberá conjugarse con la de los miserables cubanos comunistas, magistralmente dirigidos por los asesinos proxenetas Castro brothers. Esto hemos repetido insistentemente, para cuando llegue el tiempo de batear, del núremberg criollo, y de reconstruir la patria destruida por el narco-comunismo internacional.

Esta entropía amoral causó codicia en un sector del "Dictador", quien acabó con el erario nacional, hipotecó el paisito a rusos, chinos e iraníes, y receptó fortunas injustificadas que -por "cabezas"- sobrepasan los $100.000.000.000. Tal despilfarro generó una suerte de iliquidez en la caja chica dictatorial -¿Fonden?- que preocupó a ciertos usufructuarios de las armas de la República; hoy disfrazados de milicianos cubanos, sin vergüenza ni sonrojo. La solución del "Dictador" fue imitar el esquema castrista y de las guerrillas colombianas, casi al ritmo de "pobre Venezuela, tan lejos del cielo y tan cerca de ellos". Así las cosas, el paisito mutó a narco-Estado "gerenciado" por el "Dictador" y un sector militar.

Por ahora, dos exmiembros de la cofradía dictatorial lo han "cantado", llegando a señalar que "el narcotráfico ha penetrado al (sic) Poder Judicial" y "hay una guerra de carteles entre militares" (Velázquez Alvaray dixit; 09/05/2012). Graves acusaciones que debieran -al menos- ser investigadas por la Fiscalía como notitia criminis, institución procesal aún existente en nuestro ordenamiento jurídico positivo. O solicitadas las investigaciones por los delatados -Morales, Mora, Nieves, Dugarte Padrón, new Aponte, Carrasquero, Rangel, "Marciano", Alcalá, Rodríguez, Maduro, Bernal, Cabezas, Cabello, entre otros- porque se infama la honorabilidad y altera el orden público.

En conclusión, Venezuela se tambalea entre 2 frentes: los raspadores de la olla pública y los narco-nariceados. ¿Y qué de la inseguridad, el desempleo, los sin techos, los enfermos y los iletrados? Quizás las órdenes cubanas sean: "esos 5 ingredientes garantizan la imbecilidad -for ever- de los venezolanos".