El irrespeto, la burla y la arrogancia de un servidor público son características suficientes para despedirlo de su cargo.
- Antonio Semprun
Las
elecciones del venidero 7 de Octubre enfrentarán a dos candidatos, uno
que aspira ser el próximo presidente de la República de Venezuela y el
otro reelegirse en el cargo.
Desde
que el candidato que aspira la amañada reelección impuesta en una
Constitución que diseñó a su medida, han transcurrido catorce largos y
desgraciados años para Venezuela y los venezolanos.
Catorce
años es tiempo suficiente para despertar de la pesadilla en la que
Chávez y un entorno de súbditos, a los que tiene arrodillados
lanzándoles dadivas de dinero, poder e influencias, a cambio del respeto
por sus familias y por ellos mismos han tenido sometido al país. Hace
catorce años los venezolanos compraron las promesas que les hizo un
falso profeta, estaban hastiados de promesas incumplidas, querían ganar
la lucha que cada día libraban para subsistir en un país rico, gobernado
por una clase política que se había olvidado de quienes los encumbraban
en el poder.
Después
de ciento cuarenta y siete meses, la Venezuela de hoy, llevada de la
mano de Chávez, ha retrocedido doscientos años en la era de la
tecnología, en un mundo globalizado, llegó al poder ofreciendo
una caravana de mentiras que el abrumado pueblo venezolano compró sin
regatear el precio tan alto que tendríamos que pagar.
En
los discursos para su venta como presidente dijo ''que expropiar era la
violación de un derecho, que la iglesia debía reivindicar la justicia,
que era la opción del hombre, que en la situación social que teníamos no
se podía incrementar el gasto militar, que todo ser humano tenía
derecho a la alimentación, que como los venezolanos iban a pensar que le
cambiaria el nombre al país o que pretendiera instalar un gobierno de
cuarenta años, mentiras que vendió a bajo precio y que compramos a
intereses muy altos.
Chávez,
en una campaña anterior dijo ''necesito más tiempo, necesito tú voto
por amor'' y ese amor se convirtió en una atracción fatal para los
venezolanos, son más de ciento setenta mil los venezolanos asesinados
debido a la inseguridad, las calles del país están convertidas en
improvisados circos de esquina donde los niños de la calle los mismo que
juró rescatar se ganan unas monedas, hoy cientos de venezolanos viven
en la oscuridad y en refugios.
El
candidato por la reelección después de catorce años en el poder,
después de haber mal administrado el mayor ingreso por concepto de la
renta petrolera, se presenta como si aspirase por primera vez a la
presidencia de Venezuela, agotó su discurso añejo, una maltrecha copia
de lo aplicado por su octogenario mentor político, ya no tiene nada que
ofrecer más que un refrito de mentiras, pretende continuar en el poder
por veinte años, la mitad de lo que representó la era democrática de
Venezuela antes de que fuera asaltada por un grupo de forajidos que la
han entregado a sus cómplices nacionales e internacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario