Iván Simonovis, prisionero político.
El comisario Iván Simonovis escribió una carta dirigida al país, que a continuación es transcrita textualmente:
La justicia busca armonía en la sociedad, leyes y
reglamentos buscan un equilibro que permitan la convivencia de los
ciudadanos. En cambio la venganza solo busca satisfacer un deseo
personal y este gobierno se caracteriza por su insaciable sed de
venganza, no de justicia. Vivimos bajo un hipertrófico y corrupto Estado
que controla el Poder Judicial. Basta una orden y cualquiera es objeto
de expropiación, cárcel u descrédito público.
Fui detenido ilegalmente y sometido a un amañado
juicio de 3 años y 5 meses; recorrí 45 mil Km. esposado entre Caracas y
Maracay; me condenaron a 30 años de prisión; atacaron mi casa con bombas
molotov; mi esposa ha recibido cientos de amenazas e insultos; han sido
2.765 días preso y esa venganza aún continúa.
Durante el juicio, increpé a la máxima jurista del
horror, Marjorie Calderón Guerrero, a que terminara esa pesadilla y
pantomima de “juicio”, pero nada la detuvo. Fue una labor sistemática
en la violación de mis derechos humanos, ejecutada sin misericordia,
siguiendo un patrón de calculada crueldad. Luego presenciamos la
participación de otros juristas del horror: los miembros de la Corte de
Apelaciones del Estado Aragua en 2009, integrada por los “Magistrados”
Alejandro Pirillo, Francisco Coggiola y Fabiola Colmenares, quienes
ratificaron mi condena a 30 años.
Entonces esta historia de horror continuó con el
inefable Eladio Aponte Aponte, quien simuló leer en siete días continuos
las 8.313 páginas del expediente; estudió la sentencia de la Corte de
Apelaciones; analizó los alegatos de la defensa contenidos en el
recurso; elaboró su ponencia y la sometió a discusión de sus compañeros
de Sala. Obviamente ratificó la posición de los imberbes jueces del
estado Aragua. El tiempo promedio es de 55 días aproximadamente. Los 4
Magistrados de la Sala de Casación Penal produjeron una decisión
arbitraria, lesiva de la ética pública y en desmedro de los derechos
constitucionales de los acusados, donde se evidencia una conducta
carente de imparcialidad e independencia.
Pero esto va más allá de una suposición mía. El
tristemente célebre Eladio Aponte Aponte, quien ejerció desde el
Tribunal Supremo de Justicia el cargo más importante del país en materia
Penal, confirmó públicamente lo que desde hace años hemos denunciado:
en primer lugar que sí hay presos políticos en Venezuela y yo soy uno de
ellos, y en segundo lugar solo basta leer sus palabras textuales:
...“Sí, hay gente que la orden es no soltarlos, principalmente los
comisarios ... La orden viene de la Presidencia para abajo, no nos
caigamos en dudas, en Venezuela no se da puntada si no lo aprueba el
Presidente. ... la posición de la sala penal ... convalidar todo lo que
venía hecho, eso en pocas palabras es, aceptar que esos señores no
podían salir pues, y que la justicia ahí, le dio la espalda” ..... es
decir, el máximo representante de la Justicia penal en el país, admitió
haber manipulado la
justicia, con el propósito de complacer los intereses de Hugo Chávez.
Al igual que en un juicio kafkiano, es una
pesadilla que no termina, el expediente estuvo más de 10 meses en el
Tribunal Primero de Ejecución del Estado Aragua, a cargo de otra vasalla
de Eladio Aponte Aponte: la abogada Lorena Moreno Morillo, a quien
cuando le vino en ganas, indicó los términos en que debíamos cumplir la
pena y las fechas correspondientes de medidas alternativas o libertad
condicional. Vale decir que, según los cálculos de esta “Juez”, desde el
22 de mayo de este año me correspondía mi primera medida alternativa,
como lo es el Destacamento de Trabajo.
Otra aberración jurídica fue cuando la juez Lorena
Moreno me negó la solicitud de traslado a la cárcel de Ramo Verde, bajo
el absurdo argumento que ..."Para considerar el otorgamiento de cambio
de reclusión se debe tomar en cuenta la gravedad del delito por la cual
fue condenada una persona". Todavía trato de entender qué quiso decir
con ese ridículo argumento, de hecho todos los funcionarios junto a
quienes fui condenado, están en esa cárcel. Está claro que estos
juristas del horror, embelesados por el poder y con una devoción sin
límite a Hugo Chávez, terminan actuando bajo una obediencia servil.
La violación de derechos humanos en mi contra es una
saga, en mayo de 2009 se me solicitó traslado a un centro hospitalario
con el objeto de practicarme exámenes relativos a un dolencia de columna
que padezco hace años. Pues bien, luego de 2 años y medio de espera en
septiembre de 2011, finalmente fui trasladado a un centro asistencial.
El estudio de Densitometría Ósea en mi columna vertebral determinó,
además de la localización de un fractura cervical, que entre otras
cosas, tengo riesgo de fractura a nivel de la columna lumbar, así como a
nivel del fémur izquierdo, motivado a que mi densidad mineral ósea está
por debajo de los valores normales para un paciente de mi edad, esto
como consecuencia de las condiciones de reclusión en las que me
encuentro y la falta de exposición a la luz solar, ya que en 7 años y 7
meses preso, solo he tenido acceso a 13 días de aire y sol. De todos
estos exámenes puede dar fe el
Director de la clínica del SEBIN, Dr. Miguel Barra, quien participó en
todos los exámenes y conversó con los médicos especialistas.
Con este examen en mano mi esposa y abogada acudió
en diciembre del 2011 al Tribunal Primero de Ejecución de Aragua, a
cargo de la Juez Lorena Moreno, y presentó una solicitud de Libertad
Condicional por razones humanitarias, a objeto de recibir el tratamiento
médico adecuado a mis múltiples patologías. La juez jamás se pronunció
al respecto y la solicitud desapareció del expediente.
Más recientemente, el 5 de junio pasado, mis
abogados acudieron nuevamente al Tribunal Primero de Ejecución del
estado Aragua, ahora a cargo de una flamante boliburguesa, la abogada
valenciana Ada Marina Armas Díaz. Nuevamente se hizo la solicitud de
Libertad Condicional por razones humanitarias, pero además también se
solicitó una Medida Alternativa de Cumplimiento de la Pena, dado que al
haber cumplido un cuarto de la pena me correspondería el Destacamento de
Trabajo. El caso es que esta juez tenía, por mandato legal, 3 días
para pronunciarse. Sin embargo, como siempre, decidió cuando le vino en
gana y eso fue el 27 de junio pasado. La decisión no sorprendió a
nadie; TODO FUE NEGADO, lo interesante es lo supremamente estúpido de
los alegatos: La medida humanitaria fue negada por cuanto el médico
forense que la eminente Juez envió, no pudo constatar lo que indicaban
los informes médicos. Resulta
que el médico forense que enviaron, Dr. Jorge Marín, es ginecólogo, no
traumatólogo y además éste no trajo ni un estetoscopio, obviamente nunca
hubo la intención de evaluarme médicamente. Así mismo, la medida
alternativa del Cumplimiento de la Pena, fue negada por cuanto el
resultado del examen Psico-Social no había sido “Favorable”. Pero el
meollo del problema radica que ante la pregunta “Si me arrepentía de lo
que había hecho el 11 de Abril” respondí que “No porque sencillamente
ese día yo cumplí con mi deber, el 11A salvamos vidas”. Por otro lado,
la junta de evaluación del Ministerio para Asuntos Carcelarios concluyó
que yo era de la CIA, y con estos argumentos también se me negó entonces
el Destacamento de Trabajo. La ruin miseria humana aparece de
nuevamente ante mí.
Eladio Aponte Aponte dijo textualmente: “... la
justicia no vale... la justicia es una plastilina, digo plastilina
porque se puede modelar, a favor o en contra...”. Es por eso que más
del 70% de los jueces no gozan de estabilidad en el cargo. Así pueden
ser removidos con facilidad cuando adopten decisiones que puedan afectar
los intereses del régimen. Y es que alrededor de los caudillos
totalitarios se generan agrias y oscuras atmósferas de aduladores;
algunos son así por vocación y otros por miedo o instinto de
supervivencia.
Sin duda alguna la naturaleza libre de mis
pensamientos no es del agrado del régimen. Mi posición es un testimonio
que mi credo, está basado en la justicia y la libertad. Me han
“sugerido” muchas veces que calle, he dicho y hecho lo que muchos,
presos o en libertad, no se atreven y les puedo asegurar que hasta el
último aliento de mi vida así seré, fundamentalmente libre. Sin duda
creo que miles de hombres y mujeres en mi país están dispuestos a
defender, como yo, valores éticos y principios morales. Esos valores
que estos juristas del horror convertidos en verdugos de ocasión,
perdieron o jamás tuvieron.
Esta comparsa de genuflexos empleados públicos, mal
llamados Jueces, no se ha dado cuenta que gozan de un poder efímero y
circunstancial. Inexorablemente todos terminarán siendo responsables de
las decisiones que hayan tomado.
Pero les digo a ustedes, juristas del horror y
“cómplices necesarios” en estas violaciones de los Derechos Humanos, que
cada una de sus decisiones están siendo documentadas. Tarde o temprano
deberán responder ante la Justicia que me han negado, tengan presente
que cada día que pasa, el mundo se hace más pequeño para los que
sistemáticamente violaron leyes, en especial las atinentes a Derechos
Humanos, cada día serán menos los aeropuertos donde los recibirán.
Como prisionero político no siento ningún respeto
por su “justicia revolucionaria” porque la legitimidad de este
arbitrario y tiránico Gobierno es nula.
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