Los
varones menores secuestrados por guerrillas son obligados a combatir,
mientras que las niñas sirven de esclavas sexuales. Varias ONG y UNICEF
intentan rescatar a los niños que sufren el drama de formar parte de un
grupo combatiente, pero la atención psiquiátrica es muy deficiente.
¿Cómo funciona la complicidad de las potencias que financian gobiernos
africanos que utilizan a niños en sus filas?
Un
niño que es secuestrado, abusado y obligado a matar está sujeto a un
quiebre emocional de tal magnitud del cual es difícil imaginar cómo
sería su reinserción social.
Varias guerrillas tienen la costumbre de engrosar sus filas tomando niños pobres como rehenes, matando a sus familias y luego convirtiéndolos en soldados o en esclavos sexuales.
Esto sucedió como práctica sistemática en la guerra civil en Sierra Leona (1999-2009); los ejércitos reclutaban niños, a los cuales proveían de fusiles AK-47.
También lo aplicó en el Congo la guerrilla RCD-Goma en 2009 -apoyada por Washington y Ruanda-, un hecho que además incluyó violaciones masivas y la condena de parlamentarios norteamericanos a dicha práctica. Además, se reportaron casos similares cometidos por el ejército del Congo, financiado por China.
Pero el caso más emblemático es el de la guerrilla ugandesa Ejército de Resistencia del Señor (ERS), liderada por Joseph Kony, que actúa en cuatro países africanos y que fue denunciada por la ONG estadounidense Invisible Children.
Se estima que entre 1987 y 2011 este grupo armado secuestró 30 mil niños de aldeas del Uganda, Congo, Sudán y República Centroafricana.
NIÑOS AL COMBATE, NIÑAS ESCLAVAS SEXUALES
Existen diferencias de género entre los menores combatientes. La mayoría no suelen llevar armas, sino que realiza tareas domésticas y servicios sexuales para los guerrilleros.
Además, los programas estatales y no gubernamentales que desde hace veinte años funcionan para proteger a los niños no suelen tomar en cuenta la situación de las menores. Quizás por una cuestión cultural, o tal vez porque permanecen más ocultas las mujeres al no estar presentes en el campo de batalla.
Estadísticamente, la mayoría de los niños rescatados fueron varones, aunque muchos de ellos murieron combatiendo. De acuerdo con un informe de la agencia IPS, muchos niños además son usados como escudos.
La máxima aspiración que tienen las mujeres menores raptadas es no contagiarse el virus del SIDA. Además, muchas de ellas han parido en la selva hijos producto de violaciones.
PROGRAMAS DE REINSERCIÓN
Una de las ONG que se ha establecido en África para rescatar niños desertores de las guerrillas es la Eng Aja Eze Foundation, que denuncia desde su sitio web que las niñas sufren una doble discriminación, una dentro del grupo armado y otra cuando son rescatadas, dado que se prioriza a los varones heridos en combate.
Por otro lado, niños de ambos géneros presentan gravísimas dificultades al regresar a la sociedad, ya que son estigmatizados y segregados por el resto de la comunidad.
Más allá de que la mayoría no recibe un tratamiento psiquiátrico adecuado, el futuro de estos niños -algunos ya jóvenes- es el de la desocupación.
La fundación Africanos Unidos por los Derechos de Mujeres, Niñas y Niños fundada por Grace Akallo, una menor ya adulta que escapó de la guerrilla de Kony en Uganda, intenta paliar este tipo de carencias.
Su prioridad es reconciliar a la sociedad con los niños soldado rescatados y además planea construir un centro de salud y uno de atención psicológica.
Akallo, citada por IPS, manifestó: "en el caso del varón, la gente puede olvidar que antes fue soldado, pero la niña camina con un hijo, lo que hace imposible olvidar su pasado. El estigma la acompaña por siempre".
La Asociación Médica Americana publicó un informe el año pasado en el que revela que el 80% de los menores "mejoraron con respecto a la gravedad de su trastorno de estrés postraumático", después de ocho sesiones de 90 a 120 minutos cada una.
Las terapias breves son las únicas que se están implementando para los niños combatientes que regresan, ya que un tratamiento más profundo requiere de una mayor inversión y un mayor compromiso de los gobiernos locales.
COMPLICIDAD DE LAS POTENCIAS
A pesar de los esfuerzos de la UNICEF y de las ONG, si los países centrales continúan financiando guerrillas y gobiernos dictatoriales en África, que a su vez reclutan niños soldado, el círculo vicioso nunca va a detenerse.
De acuerdo con datos de la ONU, los Estados que deliberadamente incluyen en sus Ejércitos a niños soldado son seis: Birmania, Chad, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Somalia y Yemen.
Chad, Sudán del Sur, Somalia y Yemen tienen gobiernos que son apoyados financieramente y con armas por Estados Unidos, en tanto Birmania y Congo están respaldados por China.
El motivo para apoyar gobiernos que incurren en estas prácticas criminales es el mismo: la lucha entre las potencias por los recursos naturales africanos.
Varias guerrillas tienen la costumbre de engrosar sus filas tomando niños pobres como rehenes, matando a sus familias y luego convirtiéndolos en soldados o en esclavos sexuales.
Esto sucedió como práctica sistemática en la guerra civil en Sierra Leona (1999-2009); los ejércitos reclutaban niños, a los cuales proveían de fusiles AK-47.
También lo aplicó en el Congo la guerrilla RCD-Goma en 2009 -apoyada por Washington y Ruanda-, un hecho que además incluyó violaciones masivas y la condena de parlamentarios norteamericanos a dicha práctica. Además, se reportaron casos similares cometidos por el ejército del Congo, financiado por China.
Pero el caso más emblemático es el de la guerrilla ugandesa Ejército de Resistencia del Señor (ERS), liderada por Joseph Kony, que actúa en cuatro países africanos y que fue denunciada por la ONG estadounidense Invisible Children.
Se estima que entre 1987 y 2011 este grupo armado secuestró 30 mil niños de aldeas del Uganda, Congo, Sudán y República Centroafricana.
NIÑOS AL COMBATE, NIÑAS ESCLAVAS SEXUALES
Existen diferencias de género entre los menores combatientes. La mayoría no suelen llevar armas, sino que realiza tareas domésticas y servicios sexuales para los guerrilleros.
Además, los programas estatales y no gubernamentales que desde hace veinte años funcionan para proteger a los niños no suelen tomar en cuenta la situación de las menores. Quizás por una cuestión cultural, o tal vez porque permanecen más ocultas las mujeres al no estar presentes en el campo de batalla.
Estadísticamente, la mayoría de los niños rescatados fueron varones, aunque muchos de ellos murieron combatiendo. De acuerdo con un informe de la agencia IPS, muchos niños además son usados como escudos.
La máxima aspiración que tienen las mujeres menores raptadas es no contagiarse el virus del SIDA. Además, muchas de ellas han parido en la selva hijos producto de violaciones.
PROGRAMAS DE REINSERCIÓN
Una de las ONG que se ha establecido en África para rescatar niños desertores de las guerrillas es la Eng Aja Eze Foundation, que denuncia desde su sitio web que las niñas sufren una doble discriminación, una dentro del grupo armado y otra cuando son rescatadas, dado que se prioriza a los varones heridos en combate.
Por otro lado, niños de ambos géneros presentan gravísimas dificultades al regresar a la sociedad, ya que son estigmatizados y segregados por el resto de la comunidad.
Más allá de que la mayoría no recibe un tratamiento psiquiátrico adecuado, el futuro de estos niños -algunos ya jóvenes- es el de la desocupación.
La fundación Africanos Unidos por los Derechos de Mujeres, Niñas y Niños fundada por Grace Akallo, una menor ya adulta que escapó de la guerrilla de Kony en Uganda, intenta paliar este tipo de carencias.
Su prioridad es reconciliar a la sociedad con los niños soldado rescatados y además planea construir un centro de salud y uno de atención psicológica.
Akallo, citada por IPS, manifestó: "en el caso del varón, la gente puede olvidar que antes fue soldado, pero la niña camina con un hijo, lo que hace imposible olvidar su pasado. El estigma la acompaña por siempre".
La Asociación Médica Americana publicó un informe el año pasado en el que revela que el 80% de los menores "mejoraron con respecto a la gravedad de su trastorno de estrés postraumático", después de ocho sesiones de 90 a 120 minutos cada una.
Las terapias breves son las únicas que se están implementando para los niños combatientes que regresan, ya que un tratamiento más profundo requiere de una mayor inversión y un mayor compromiso de los gobiernos locales.
COMPLICIDAD DE LAS POTENCIAS
A pesar de los esfuerzos de la UNICEF y de las ONG, si los países centrales continúan financiando guerrillas y gobiernos dictatoriales en África, que a su vez reclutan niños soldado, el círculo vicioso nunca va a detenerse.
De acuerdo con datos de la ONU, los Estados que deliberadamente incluyen en sus Ejércitos a niños soldado son seis: Birmania, Chad, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Somalia y Yemen.
Chad, Sudán del Sur, Somalia y Yemen tienen gobiernos que son apoyados financieramente y con armas por Estados Unidos, en tanto Birmania y Congo están respaldados por China.
El motivo para apoyar gobiernos que incurren en estas prácticas criminales es el mismo: la lucha entre las potencias por los recursos naturales africanos.
"Cualquier misión, en cualquier momento, en cualquier lugar"
Fuerzas de Misiones Especiales (Spetsnaz)
"La
legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber
grave, para el que es responsable de la vida de otro. La defensa del
bien común exige colocar al agresor en la situación de no poder causar
prejuicio. Por este motivo, los que tienen autoridad legítima tienen
también el derecho de rechazar, incluso con el uso de las armas, a los
agresores de la sociedad civil confiada a su responsabilidad".
Canon 2265, Catecismo de la Iglesia católica
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