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El Grupo La Colina, formado por antiguos militantes de la extrema
izquierda que manejaron la campaña de Capriles, venía actuando
discretamente desde los años ochenta hasta que hace unos meses salió a
la luz por su empeño en defender al CNE y borrar las huellas del fraude.
Hace
unos meses apenas se desconocía la existencia de un grupo llamado La
Colina y la palabra fraude era tabú. Fue cuando publiqué un articulo
sobre “El poderoso Grupo La Colina” y jurungué el
avispero del fraude que estos temas salieron del closet. La MUD salto al
ruedo acusando de radicales y promotores de la abstención a los que
tocamos el tema. Pese a la defensa del CNE que adopto la MUD los
escritos sobre el fraude originaron una poderosa corriente de protesta
popular promoviendo el voto y denunciando las trampas del gobierno.
Como
resultado en las elecciones del 7-O en lugar de abstención Henrique
Capriles logró aumentar mas del 50% el numero de votos obtenidos por la
candidatura de Manuel Rosales. Este hecho mostró la debilidad del
argumento sostenido por la MUD y La Colina. Recientemente Antonio
Ledezma, miembro de la MUD, declaró que los votantes deben votar y
reclamar lo cual da soporte a nuestra posición.
Algunos
lectores han pedido información sobre ese Grupo de La Colina que
monopoliza las relaciones técnico electorales de la MUD con el CNE. En
este articulo comenzare a responder a ese requerimiento.
El
Grupo La Colina nace a comienzo de los años 70 poco despues de la
creación del MAS. En esa época un grupo de estudiantes de la USB
provenientes del PCV y movimientos radicales de izquierda como Bandera
Roja y el Partido de la Revolución Venezolana seguidores de Teodoro
Petkoff decidieron crear una filial del MAS en esa Universidad.
En
ese momento la política del rector de ese centro de estudios, el
filósofo Ernesto Mayz Vallenilla, era no partidizar los grupos
estudiantiles. Años mas tarde quedo en evidencia que Mayz Vallenilla era
uno de los lideres del “Grupo de los Notables” una organización que
conspiró sutilmente contra el gobierno de Perez. Su membresía quedo en
evidencia al hacerse pública en una carta abierta dirigida a CAP en
1990.
Para
soslayar la posición de Mayz y para disimular la intención se formó un
movimiento de fachada que fue denominado “Fórmate y Lucha”. La mayoría
de los integrantes del Grupo La Colina que laboran como técnicos
electorales en la MUD son ex miembros de este movimiento. Su líder era
el ingeniero Juan Mijares quien años despues fue gerente de la Campaña
de Capriles pero antes ocupó cargos muy interesantes en la Cuarta
República.
La
primera vez que oí hablar de “La Colina” fue al asistir en 1985 junto
con otros militares a un foro en el Instituto Internacional de Estudios
Avanzados (IDEA). En esa oportunidad siendo director de la Academia
Militar acudí con otros oficiales invitados a un foro por el director
del centro, el Dr. Luis Castro Leiva, prestigioso filósofo que
encabezaba un corriente crítica del bolivarianismo. Buena parte de los
asistentes eran jóvenes estudiantes y profesores de la cercana USB donde
el era un admirado profesor. Castro nos recibió con un breve
“Bienvenidos a La Colina”. La alusión se debía a que IDEA funcionaba en
una altura que dominaba el valle de la USB. No se con certeza si la
colina a que aludía Castro Leiva es la misma a que se refiere este
artículo, pero hay varios puntos de conexión que llaman la atención.
Conocí
a Castro Leiva en esa oportunidad y luego me reuní con el en varias
ocasiones. Para entonces había descubierto el movimiento del capitán
Chavez en la Academia Militar y logrado que lo sacaran del instituto
para iniciar una investigación sobre el caso. Esa investigación no
produjo resultado alguno y Chavez fue enviado a Elorza sin supervisión.
Al conversar con el filosofo percibí su angustia ante la posibilidad de
un golpe de Estado y la evidente incapacidad de los militares para
manejar los asuntos políticos. Para mi era evidente que el sabia que
había un golpe en marcha y que Chavez había sido detectado, pero nunca
lo mencionó. Yo tampoco lo revelé porque en ese momento la información
era secreta. Esta preocupación unida a su anti bolivarianismo atrajo
irresistiblemente al filósofo a los militares para tratar de conocer
directamente si sus preocupaciones eran ciertas. Esta búsqueda lo puso
en contacto con miembros de la logia militar que incluía a Hugo Chavez. A
partir de entonces el distinguido filósofo empezó a sufrir el síndrome
de Estocolmo. Pocos años mas tarde Chavez se inscribió como alumno de un
Postgrado en Ciencias Políticas en la USB facilitando contactos mas
estrechos. Aunque suene increíble el critico del bolivarianismo había
sido captado por los bolivarianos.
Luego
del fracaso del golpe del 4F Castro Leiva impulsivamente escribió
acongojado para el Diario de Caracas un articulo titulado “Muerte en
palacio”. Este escrito fue censurado por la redacción de ese periódico
pero por petición de el y dado su peso especifico su columna fue
publicada en blanco. Uno de sus párrafos dice:
“La
legalidad y la legitimidad del actual sistema político y la filosofía
que lo sustenta languidecen. La primera existe como forma inconclusa, la
segunda se refracta en pedazos la tercera llega hasta justificar a
Chavez y el magnicidio (de CAP).”
Este
párrafo deja claro que el filosofo ya había cruzado el Rubicon
plegándose a la revolución inconclusa. Este escrito aparece publicado en
el blog del Grupo Gumilla (http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1992542_97-98.pdf) precedido por un editorial sin firma justificando el intento de asalto al poder de Chavez.
La
conexión con el Grupo Gumilla es reveladora. Esta es la denominación
popular de la fundación “Centro Gumilla”, un centro de investigación y
acción social de los jesuitas en Venezuela. La preocupación de la
Compañía de Jesús por las desigualdades y la pobreza en América Latina
la llevaron a crear este centro con la misión de combatir la exclusión
social. Todos estamos de acuerdo en luchar contra la pobreza, pero por
la naturaleza de su misión el Grupo Gumilla gravitó hacia la izquierda
política.
Hace
pocos años el Grupo Gumilla y Teodoro Petkoff impulsaron el
nombramiento de Vicente Díaz, un miembro del Grupo La Colina, como
magistrado del CNE. Pektkoff tras bastidores también manejo el
nombramiento de Juan Mijares como gerente de campaña de Capriles.
Previamente el Grupo La Colina había tenido un papel relevante con la
candidatura de Manuel Rosales. En ambos casos, con Rosales y Capriles
“La Colina” logro convencerlos que debían conceder derrota antes de
revisar las actas electorales en lo que yo he llamado “El síndrome del
candidato sumiso”.
La
conexión entre Hugo Chavez, Luis Castro Leiva, Teodoro Petkoff, el
Grupo Gumilla y el Grupo La Colina es un terreno inexplorado y difícil
de navegar. La idea no es buscar culpables sino encontrar explicaciones a
las interrogantes. Que impulsó a Castro Leiva a Cambiar de posición?
Que busca Petkoff con La Colina? En próximos artículos revelaré algunos
detalles adicionales sobre esta apasionante historia. Entretanto espero
que algún lector aporte datos a mi correo electrónico genpenaloza@gmail
para seguir armando este complicado rompecabezas y poder explicarle al
país que ha pasado tras bastidores en las ultimas elecciones
presidenciales.
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