La decisión del Tribunal 1º de
Ejecución del estado Aragua, a cargo de la jueza Rosa Dorita de Freitas, de
negarle la medida humanitaria a Iván Simonovis, un venezolano que cada día ve
como se le escapa la vida, que esta privado de su libertad por decisión de quien
hoy está ausente y por quien sus seguidores piden respeto por su familia y
oraciones por su salud, refleja una sola cosa.
Las decisiones del país son tomadas
desde Cuba y ejecutadas por el sanguinario G-2 cubano, por quienes no corre
sangre venezolana razón por la cual no pueden sentir compasión por el dolor de
un compatriota enfermo ni por la angustia y tristeza de su familia.
La
jueza Rosa Dorita de Freitas, que debe estar jugosamente tarifada dejo pasar una
oportunidad de oro para estar en paz con Venezuela y con su conciencia, el
pueblo de Venezuela está despertando y con ese despertar terminará la pesadilla
que hoy viven injustamente muchos venezolanos y comenzará la de quienes se
erigieron como sus verdugos.
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