Con la noticia del fallecimiento de Hugo Chávez se abren un sinnúmero de
incógnitas sobre lo que se avecina para el pueblo venezolano y para las
ya de por si fracturadas instituciones con las que cuenta.
Después de que el gobierno le ocultara al pueblo venezolano el verdadero estado de salud de Chávez por casi dos años, la verdad por fin sale a la luz: El cáncer venció a Chávez y tanto los cubanos como el círculo chavista no pudieron ocultarlo.
Antes del anuncio de la muerte, el vicepresidente Nicolás Maduro se aventuró a decir que el cáncer de Chávez fue “inoculado” y que el presidente fue “atacado” por “enemigos venezolanos.” Con esta medida busca distraer la atención del pueblo y culpar a los supuestos enemigos de Venezuela.
La sucesión por el poder y la pugna que se dará dentro del círculo chavista podría traer consecuencias aun más graves para los venezolanos. Es bien sabido que existen varias facciones dentro del chavismo que lucharán por quedarse con el trono del comandante. La facción apoyada por Cuba, la facción apoyada por el narcotráfico y una tercera que podría apegarse a la constitución.
La comunidad internacional y los Estados Unidos deberán estar atentos a lo que suceda en los próximos días en Caracas y pedir que se respete tanto la constitución como los derechos de los venezolanos. Es imperativo que el artículo 233 constitucional sea respetado y que Venezuela cuente con un gobierno apegado a derecho. México debería asumir esta responsabilidad como país democrático y respetuoso de los derechos humanos. Su liderazgo en este contexto será esencial para garantizar una transición pacifica y constitucional.
Tanto la oposición como los chavistas que respeten la constitución deben buscar elecciones verdaderamente democráticas donde se pueda aspirar a contender por puestos de elección popular sin intimidación y corrupción por parte del sistema.
Chávez murió y los países del ALBA y otros con intereses económicos vivirán momentos de incertidumbre. Cuba, Rusia, China e Irán deberán mantenerse al margen de la soberanía venezolana. México y la comunidad internacional estarían obligados a velar por la paz en Venezuela.
La era post-chavista puede representar un cambio positivo tanto para Venezuela como para la región. La cabeza de un régimen pro narcotráfico, pro terrorismo y antidemocrático se ha ido. En este momento los venezolanos tienen la oportunidad de recuperar su soberanía, libertad y prosperidad.
El autor fue subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental y embajador ante la Organización de Estados Americanos en la Administración del Presidente George W. Bush (2001-2005). Actualmente es un investigador visitante en el American Enterprise Institute. Su firma, Visión Américas LLC representa a clientes estadounidenses y extranjeros.
Después de que el gobierno le ocultara al pueblo venezolano el verdadero estado de salud de Chávez por casi dos años, la verdad por fin sale a la luz: El cáncer venció a Chávez y tanto los cubanos como el círculo chavista no pudieron ocultarlo.
Antes del anuncio de la muerte, el vicepresidente Nicolás Maduro se aventuró a decir que el cáncer de Chávez fue “inoculado” y que el presidente fue “atacado” por “enemigos venezolanos.” Con esta medida busca distraer la atención del pueblo y culpar a los supuestos enemigos de Venezuela.
La sucesión por el poder y la pugna que se dará dentro del círculo chavista podría traer consecuencias aun más graves para los venezolanos. Es bien sabido que existen varias facciones dentro del chavismo que lucharán por quedarse con el trono del comandante. La facción apoyada por Cuba, la facción apoyada por el narcotráfico y una tercera que podría apegarse a la constitución.
La comunidad internacional y los Estados Unidos deberán estar atentos a lo que suceda en los próximos días en Caracas y pedir que se respete tanto la constitución como los derechos de los venezolanos. Es imperativo que el artículo 233 constitucional sea respetado y que Venezuela cuente con un gobierno apegado a derecho. México debería asumir esta responsabilidad como país democrático y respetuoso de los derechos humanos. Su liderazgo en este contexto será esencial para garantizar una transición pacifica y constitucional.
Tanto la oposición como los chavistas que respeten la constitución deben buscar elecciones verdaderamente democráticas donde se pueda aspirar a contender por puestos de elección popular sin intimidación y corrupción por parte del sistema.
Chávez murió y los países del ALBA y otros con intereses económicos vivirán momentos de incertidumbre. Cuba, Rusia, China e Irán deberán mantenerse al margen de la soberanía venezolana. México y la comunidad internacional estarían obligados a velar por la paz en Venezuela.
La era post-chavista puede representar un cambio positivo tanto para Venezuela como para la región. La cabeza de un régimen pro narcotráfico, pro terrorismo y antidemocrático se ha ido. En este momento los venezolanos tienen la oportunidad de recuperar su soberanía, libertad y prosperidad.
El autor fue subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental y embajador ante la Organización de Estados Americanos en la Administración del Presidente George W. Bush (2001-2005). Actualmente es un investigador visitante en el American Enterprise Institute. Su firma, Visión Américas LLC representa a clientes estadounidenses y extranjeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario