21/4/13

Abusos con voto asistido empañan resultados del 14-A



Denuncia de voto asistido en Zulia/Captura TV
Denuncia de voto asistido en Zulia/Captura TV
Red de observadores venezolanos niega aval a las elecciones. La modalidad facilita la coacción de electores, advierten opositores y ONG. Un caso extremo fue denunciado en Mara, Zulia
“¿Te acompaño?”, le preguntó un hombre con camisa roja en la entrada del salón de clases donde se encontraba su mesa de votación. Contestó con una frase corta: “No hace falta”. Siguió su camino para sufragar: entregó la cédula, comprobaron su huella, le desbloquearon la máquina y, cuando se encontraba detrás de la mampara para oprimir la opción de su preferencia, el mismo hombre le insistió: “¿Puedo pasar?”. La segunda respuesta negativa trajo consigo una recriminación y una amenaza: “¿No te da pena estar con los escuálidos? Vos te lo pierdes”. El acoso no le impidió votar por Henrique Capriles Radonski, candidato de la MUD.
La escena ocurrió en el municipio Mara, estado Zulia, y no siempre tuvo un final como ese. En esa jurisdicción, donde votan más de 120.000 personas, se puso en marcha el domingo 14 de abril una operación de coacción de electores para obligarlos a votar con acompañamiento de activistas del PSUV que respaldaban al candidato del Gobierno, Nicolás Maduro. Así se desprende de testimonios recabados y del análisis de las denuncias recibidas por el Comando Simón Bolívar y por nueve organizaciones no gubernamentales que monitorearon el proceso.
Los casos involucran por lo menos 10 centros de votación de Mara y afectaron en su mayoría a trabajadores dependientes de la Gobernación del Zulia y de la municipalidad. Los informantes atribuyen al alcalde Luis Caldera, dirigente del PSUV, la responsabilidad de encabezar la maniobra.
La jurisdicción puede ser tomada como uno de los casos extremos de lo que los opositores señalan como un modus operandi que se aplicó en todo el país: Capriles Radonski ha afirmado que su comando registró denuncias sobre irregularidades con el voto asistido en 564 centros de votación con un padrón de 1,4 millones de votantes. El Nacional consolidó en una base de datos los reportes de Súmate, la Red Elección Ciudadana –que agrupa a Venezuela Inteligente, Transparencia Venezuela, Espacio Público, Visión Democrática, Voto Joven, Monitoreo Ciudadano e Ipys Venezuela– y la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación, organización acreditada por el CNE. Se concluyó que esas ONG recibieron denuncias sobre acompañamiento indebido a votantes en 16 estados: fueron afectados 143 colegios electorales que agrupan a más de 350.000 sufragantes.
El margen de 1,59% de diferencia entre Maduro y Capriles convierte los casos irregulares de voto asistido en un factor que pudo influir en el resultado de la elección. Así lo consideran los miembros de la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación, que dieron fe de resultados previos, como los de las presidenciales del 7 de octubre que ganó Hugo Chávez. “En ese caso el porcentaje de voto asistido no tuvo incidencia, pero ahora las anomalías se repiten y el resultado es de dos puntos o menos, lo que no nos permite avalar los comicios”, dice Carenne Gudeña, asesora estadística de la organización. El caso de Mara puede ilustrar cómo ocurre la intimidación.

Plan detallado. El voto asistido es tan común en Mara que los vecinos le llaman “voto abierto”. Se ha practicado desde 2004 y las movilizaciones para garantizarlo se organizan con antelación, según los denunciantes. Así ocurrió esta vez: 10 días antes de las elecciones presidenciales, los directores de instituciones educativas se convirtieron en emisarios de una convocatoria para una reunión con los maestros contratados y con los obreros del sector educativo y sanitario, en el teatro Castor Emilio Almarza de Mara, cerca de la plaza Bolívar. “Dijeron que era para tratar asuntos de interés”, confirma Barnard Herrera, director de las escuelas Arcángel San Miguel y Manuelote.
Dos personas que acudieron a la cita señalan que el alcalde no asistió, aunque en la convocatoria se decía que iría. Representantes del Proyecto Educativo Integral de Mara y de la Dirección de Enlace Comunitario hablaron frente a más de 100 personas. “Nos dijeron que estábamos con ellos o nos botaban”, recuerda una fuente que estuvo en el grupo y que pidió reservar su nombre por temor a represalias. Otro asistente lo confirmó: “Nos dijeron que si no votábamos abierto nos quedábamos sin trabajo”. Los convocados eran vulnerables. “Los llamaron porque pueden presionarlos con no renovarles los contratos, que vencen en junio”, explica Herrera.


Hay coincidencias con lo que pasó después: a los asistentes les dieron una planilla de 1x10 del PSUV para que se comprometieran a llevar a otro grupo de electores a votar por Maduro y les indicaron el nombre del acompañante con el que debían pasar a sufragar. La situación se repitió con otros funcionarios del municipio, señala Nikarely Maparí, ex diputada indígena del Consejo Legislativo de Zulia: “La mayoría de los trabajadores depende del sector oficial y de las misiones que maneja la alcaldía”. El cambio de gobierno regional de manos de la oposición al partido oficial amplió el espectro de ciudadanos susceptibles de ser presionados por los jefes.

Marcaje. En la entrada de la escuela Monseñor Álvarez se apostó un funcionario con la nómina de obreros y educadores a los que debía acompañar. Docentes recuerdan que antes de la elección recibieron visitas y llamadas de autoridades del municipio, que querían certificar si votarían de manera asistida. “No quería ir a votar, pero me llamaron al mediodía para decirme que me estaban esperando. El que fue conmigo apretó la foto de Maduro, ni siquiera lo hice yo”, indica con indignación uno de los denunciantes. 
Iraida Villasmil, diputada del Consejo Legislativo, afirma que fue este año cuando finalmente la oposición descifró el esquema de coacción a los votantes. Por ello enviaron a parlamentarios regionales –que tienen inmunidad– a observar el proceso. Ella tuvo a su cargo la coordinación de cinco centros. “Muchos votantes sin discapacidad llegaban y preguntaban por el testigo del PSUV para que los acompañara. El voto asistido en Mara es un instrumento para coartar la libertad”, afirma Villasmil.
Funcionarios del CNE y del Plan República sacaron a Villasmil de los colegios electorales por reclamar cuando los votos asistidos no eran asentados en un acta. “Hacia el mediodía lo frenaron un poco porque salió el video”, recuerda. Se refiere a las imágenes que mostró Carlos Ocariz, director del Comando Simón Bolívar, el día de las elecciones. Hubo dos detenidos que hicieron grabaciones para probar los incidentes.
Maparí relata que los funcionarios que votaron en la escuela Teniente Pedro Camejo iban siempre acompañados: “Un militar del Plan República me apuntó con un FAL en el abdomen porque estábamos reclamando que el voto fuese secreto”. Maduro obtuvo aproximadamente 70% de los votos en Mara, pero muchos se preguntan si el resultado hubiera sido otro sin las presiones.

Con información de David González y Cristina González

El dato
El artículo 217 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales establece que se puede declarar la nulidad de un proceso electoral en una mesa determinada, si se ha ejercido coacción contra los electores de manera que se les hubiera obligado a abstenerse de votar o sufragar en contra de su voluntad.

Rechaza acusaciones
El alcalde del municipio Mara, Luis Caldera, niega ser parte de un plan orquestado para implantar el voto asistido como método de presión a los empleados públicos. Señala que el PSUV en la región no recurre a esas tácticas porque históricamente ha resultado ganador en los comicios.
“A quienes denuncian eso los exhorto a que revisen los resultados electorales en la página web del CNE. Chávez siempre ganó por margen amplio, aun cuando la alcaldía estaba en manos de otros partidos. Igual pasó con Nicolás Maduro”, señala. Asegura que no ejerce presión sobre los 891 trabajadores de su despacho.
Sobre los videos que muestran el voto asistido a electores sin discapacidad evidente en su localidad, Caldera señala que las grabaciones violan el derecho de esos ciudadanos a solicitar ser acompañados. “La discapacidad tiene muchas manifestaciones, puede ser motora, mental, visual. También hay que tomar en cuenta la edad del ciudadano”, alega.
El Nacional

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