La Alianza Militar de Venezuela, organización constituida por oficiales, suboficiales profesionales de carrera y tropas profesionales en situación de retiro, se dirige a nuestros compañeros de armas a objeto de denunciar la antipatriótica maniobra concebida por el teniente coronel Hugo Chávez Frías, presidente de la República, con el objeto de firmar, a espalda de la opinión pública nacional, un tratado con la República de Colombia para delimitar las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela. Es imposible para nosotros aceptar, como también lo es para la inmensa mayoría de los venezolanos, que se comprometa de una manera tan irresponsable la soberanía nacional, violándose lo señalado en el artículo 10 de la Constitución Nacional vigente. Una de las funciones constitucionales de la Fuerza Armada Nacional es la de asegurar la integridad del espacio geográfico nacional. Esta obligación hace imperativo que el Alto Mando Militar se pronuncie, con estricto apego a la Constitución, sobre una materia de tanta trascendencia nacional.
Ha sorprendido ingratamente al pueblo venezolano la comunicación dirigida por el doctor Francisco Nieves Croes a los demás miembros de la Comisión Negociadora Venezolana , informándoles que los doctores Pedro Gómez Borrero y Pabel Rondón, Presidentes de las Comisiones Negociadoras, han llegado a un acuerdo sobre las condiciones de un tratado de delimitación de las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela. Conocer que la negociación de ese acuerdo se ha manejado de una manera tan antidemocrática que ni siquiera los propios miembros de la Comisión Negociadora , como lo afirma el doctor Nieves Croes, conocen las condiciones establecidas para esa delimitación, nos causa gran preocupación. Estamos convencidos que en dicho proyecto de tratado se comprometen intereses vitales de Venezuela.
Un tratado con la República de Colombia para delimitar las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela sólo puede firmarse si se logran alcanzar las siguientes condiciones: el reconocimiento por la República de Colombia de la plena soberanía y posesión de Venezuela sobre su dominio terrestre y marítimo del Golfo de Venezuela, así como del mar territorial y de la plataforma continental que genera el archipiélago de Los Monjes. Ese dominio terrestre y marítimo debe coincidir exactamente con el espacio que, de manera continua, ha patrullado históricamente nuestra marina de guerra. La delimitación de esas áreas marinas y submarinas debe considerar como línea innegociable la prolongación de la frontera terrestre hasta Punta Macolla en la Península de Paria; garantizar el mar territorial y la plataforma continental que generan los islotes de Los Monjes; establecer como Mar Interior aquel que se encuentra al Sur del paralelo de Castilletes y reconocer que el Golfo de Venezuela es vital para nuestro país. Cualquier tratado que se firme, sin reunir exactamente estas condiciones, es Traición a la Patria.
La preocupación que expresamos se encuentra bien fundada. El Presidente de la República, en su interés personal de fortalecer su prestigio e influencia en los países del Caribe, comprometió nuestros derechos en la Zona de Reclamación con la República Cooperativa de Guyana al permitirle a ese gobierno dar concesiones a empresas internacionales para explotar las riquezas naturales de esos territorios. De igual manera, ha aceptado que los gobiernos de varios países caribeños cuestionen la delimitación existente con la República de Trinidad y nuestra soberanía sobre el mar territorial y la plataforma continental que genera la Isla de Aves. Estas demostraciones de debilidad y egocentrismo presagian el riesgo que corre nuestro país en este momento. Los venezolanos esperan de los miembros de la Fuerza Armada una posición firme y patriótica que impida cualquier negociación que comprometa nuestra integridad territorial.
La Alianza Militar de Venezuela debe también alertar sobre la inconstitucional creación de la Milicia Popular Bolivariana. Esta decisión del gobierno nacional viola flagrantemente los artículos 328 y 329 de la Constitución Nacional , los cuales establecen taxativamente que las únicas cuatro Fuerzas que integran “ la Fuerza Armada Nacional son: el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional ”. La mejor prueba del pleno conocimiento de ese fraude constitucional son las modificaciones propuestas a los artículos 328 y 329 en el Proyecto de Reforma Constitucional rechazado por el pueblo venezolano en el Referendo Nacional de 2007. En esa propuesta de reforma se establecía que “ la Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación, la Guardia Territorial y la Milicia Popular Bolivarianas. La decisión del gobierno nacional es irrita y los actos que realicen los miembros de la Milicia Popular Bolivariana son ilegales y generan responsabilidades penales y administrativas a quienes las ejecutan, sin que haya la excusa de haberse realizado en cumplimiento de órdenes superiores.
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