20/4/09
Oposición llama a una manifestación el 1 de Mayo en defensa de derechos sociales
Bajo el lema "Juntos por la patria", siete líderes de la oposición, electos el pasado 23 de noviembre, se comprometieron ante el país, a nombre propio y de sus partidos políticos, a llevar la unidad en defensa de la democracia y contra "el proyecto totalitario" del gobierno de Hugo Chávez, más allá de "una apariencia mediática" y de un "amontonamiento de rostros y siglas" y dotarla de "un profundo compromiso moral, ético y político", así como a convocar a todos los sectores para la defensa de los derechos sociales "con propósitos comunes" y "claridad estratégica".
"Iniciamos estas luchas conscientes de que entramos en una nueva etapa política", advierte un manifiesto leído por el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma (ABP), en el que se anunciaron ocho objetivos para ser puestos en práctica de inmediato. Entre ellos, realizar una manifestación de calle el viernes 1 de mayo, por "la defensa de los derechos de los trabajadores y del pueblo, el rechazo a la persecución política y la defensa de la Constitución".
"Después del 15 de febrero el régimen ha relanzado una ofensiva autoritaria, de allí que es este el momento más crucial de esta batalla de 10 años continuos de defensa de nuestra democracia", dice el texto.
El acto, realizado en el Colegio de Ingenieros, congregó, además de a Ledezma, a los alcaldes Carlos Ocariz (Sucre-PJ), Emilio Graterón (Chacao), Gerardo Blyde (Baruta-UNT), Miriam Do Nascimento (El Hatillo-AD) y los gobernadores de Zulia, Pablo Pérez (UNT) y Miranda, Henrique Capriles Radonski (Miranda-PJ), así como a dirigentes de los partidos que integran la alianza: UNT, AD, Primero Justicia, Copei, MAS, Proyecto Venezuela, ABP, Visión Emergente y Bandera Roja, entre otros. La dirigencia de Podemos tuvo ayer papel destacado en el acto y su secretario general, el diputado Ismael García, inauguró el turno ante los micrófonos y se cuidó de retirarlos rápidamente para limitar su uso, tras el cumplimiento de la lectura del documento, punto central del evento.
El acto se prolongó por una hora, y pese a realizarse en un espacio abierto, el ambiente resultó sofocante, especialmente alrededor de la reducida tarima. El protocolo mínimo acordado a primera hora de la mañana no se respetó en lo más mínimo y reinó el desorden. Alcaldes, dirigentes, invitados especiales, militantes y simpatizantes se apiñaron como pudieron.
La Causa R se retiró del acto porque no fueron consultados sobre el contenido del manifiesto. Otros también comentaron que tuvieron conocimiento del documento minutos antes de su lectura, pero restaron importancia al punto, aunque sí dijeron haberlo expresado a los responsables de la omisión.
Entre los turnos de García y Ledezma, sólo habló al público el gobernador Pablo Pérez. Dejó claro que los mandatarios electos "al único que le respetamos sus decisiones es al pueblo". Recordó al líder de su partido y alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales (UNT), en situación de clandestinidad. Afirmó que Chávez no le perdona a Rosales haber mantenido al Zulia como bastión opositor. Pérez criticó que la disposición al diálogo que Chávez mostró con los presidentes de Colombia y de EEUU no la aplica en igual medida dentro de Venezuela.
En el documento se expresan palabras de reconocimiento y solidaridad para los presos políticos, los políticos inhabilitados, los despedidos de Pdvsa, la Iglesia católica, los medios de comunicación y, particularmente, para el alcalde Manuel Rosales y su familia.
"¡Nooo!" gritó la multitud, cuando Ledezma preguntó: "¿Es posible pensar que Manuel Rosales tendrá un juicio justo?".
También se insta a los venezolanos a cobrar conciencia de que la responsabilidad "es propia, moral e intransferible" y que "nada es más reprochable que la apatía o la indiferencia".
"Hemos decidido convocar al país para decirle al Gobierno nacional: ¡Basta ya! Hemos resuelto profundizar la lucha al lado del pueblo venezolano para defender sus derechos civiles y políticos, para que se atienda con prioridad la solución de sus problemas y necesidades y no se siga invirtiendo los recursos del pueblo en otros países. Para que cese la asechanza política a los que no comparten las políticas del Gobierno. Para restablecer la vigencia de la Constitución, la división de poderes y por el respeto a la voluntad popular libremente expresada", leyó Ledezma.
Cuando tocó el turno al repudio a la designación de la autoridad única para Caracas, el público fue generoso en abucheos y pitas. También exclamaron a gritos "¡calle!, ¡calle!, ¡calle!".
"El proyecto totalitario es convertir a todos los ciudadanos en esclavos del Estado puestos al servicio del llamado Socialismo del Siglo XXI, simulando que actúa inspirado en su supuesto amor a los pobres, cuando la verdad es que se ejecuta un proyecto que, si se consolida, no solamente le quitará libertad al pueblo, sino que lo condenará a la pobreza permanente, como le ocurrió al pueblo cubano con el fracasado modelo fidelista".
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