En medio de los acontecimientos ocurridos el pasado jueves 28 de Mayo 2009, en donde arbitrariamente fue secuestrado y torturado el Cap. Otto Gebauer, me permito hacer varias reflexiones.
Primero, se constituye este hecho en una prueba más que reafirma la tesis que hemos sostenido un amplio grupo de quienes luchamos por respeto a los principios democráticos: “sin justicia no hay paz”. Especialmente para aquellos que pretenden extender puentes y “hacer política”, es importante que se pongan en los zapatos de la familia de Otto Gebauer, de todos nuestros presos políticos, y de todos quíenes hemos tenido que huir para resguardar nuestras vidas. Es muy grave el daño que se hace al hijo, a la esposa y en general al resto de la familia que es perseguida e intimidada constantemente. Más profunda y penetrante que la marca de las esposas, arbitrariamente colocadas por el esbirro del régimen; más humillante que los golpes que le dieron en la cara a Otto el jueves en los sótanos de la DIM, es la herida que está quedando en el corazón y la mente de Anayadranca, la hija de Otto, quien hoy tiene siete años de edad, de los cuales cuatro los ha vivido visitando a su padre en la cárcel de Ramo Verde y madurando aceleradamente para entender y explicar a los amiguitos de su colegio que es un preso político. ¡Ese daño no puede quedar impune ¡
Segundo, es preocupante la poca cobertura, atención que sectores de la vida política nacional y los medios de comunicación han otorgado a este caso específico. Como siempre, Miguel Ángel Rodríguez, bastión indeleble de la lucha por la democracia, de inmediato responde a la esposa y a la madre desesperada que no encuentra espacio para denunciar la suerte de su esposo torturado. Dios te bendiga Miguel Ángel, te siga llenando de sabiduría, valentía y protección para que sigas siendo la voz de los perseguidos, de los débiles, de los torturados, de quíenes claman por justicia, paz y libertad. Por otro lado, es curiosa la ausencia del líder político convocando a protestar por el venezolano perseguido y torturado, es un ciudadano venezolano, tal vez no perteneciente a un partido u organización política, pero es uno de esos miles que con orgullo hemos tomado riesgos por el futuro de la Patria.
En tercer lugar, es necesaria una reflexión para lo que nos queda de Fuerza Armada, especialmente para la primera promoción de la Escuela Básica de las Fuerzas Armadas (ESCUBAFAN), para quienes en 1988 hicimos un juramento de defender la Patria y sus Instituciones, para quienes decidimos servir al Estado venezolano y no a parcialidad política alguna. Para quiénes hoy son Segundos comandantes en todas las unidades operativas del Ejército, la Guardia Nacional, la Marina y la Aviación. El Cap. Otto Gebauer es uno de nuestros compañeros de promoción, por cierto uno de los mejores del Ejército. Ha sido un oficial de conducta intachable quien siendo parte del Batallón Caracas cometió el delito de cumplir la orden de custodiar durante los hechos del 11 de Abril 2002 al Sr. Hugo Chávez. Ese compañero nuestro lleva cuatro años injustamente recluído en una celda y hace cuatro días fue torturado por funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM). Eso y lo que le está sucediendo hoy al excomandante general del Ejercito y exministro de la defensa, es lo que le espera a cualquiera de ustedes el día que piensen y razonen con sinceridad sobre la realidad de la FAN y del país, el día que no aguanten el insulto de la esposa, la madre o el hijo reclamando dignidad y sensatez para con la Patria, porque parece mentira, pero la mujer venezolana realmente tiene los pantalones bien puestos y muchas veces tiene más coraje y vergüenza que muchos hombres.
Desde el exilio,
Javier Nieto,
Preso y Perseguido político
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